Rubiales, ante la juez del caso Supercopa: «Me llamó Piqué y me dijo, 'vamos a ver esta posibilidad'»
Defiende que fue Kosmos quien se acercó a la Federación para ofrecer el negocio y los saudíes pagaron su cláusula
Se desmarca de la empresa de Nene y asegura que desconocía sus cobros de Gruconsa
Anticorrupción pide que Rubiales comparezca cada quince días en sede judicial
El expresidente de la Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, ha asegurado este lunes como imputado ante la juez que le investiga por administración desleal y otros ilícitos en su paso por la institución, que fue Kosmos, la empresa de Gerard Piqué, el artífice ... de los acuerdos con Arabia Saudí para jugar allí la Supercopa y que su cláusula, de tres millones de euros por edición, la asumían los árabes íntegramente. «Me llamó Gerard y me dijo, 'hay esta posibilidad, vamos a verla», ha señalado.
Según informan a ABC en fuentes presentes en la declaración, Rubiales, que se ha avenido a contestar a la juez, el fiscal de Anticorrupción y su propio letrado, ha incidido en que la RFEF no acudió a Kosmos, sino que fue Piqué quien contactó para anunciar que la sociedad pública saudí Sela «quería poner dinero en el fútbol». «No hubo contubernio», ha asegurado.
A preguntas de la magistrada, Delia Rodrigo, ha detallado que el primer acercamiento lo fue en 2019 y la sociedad del entonces jugador del FC Barcelona fue quien lo propició pero, según Rubiales, se fue al traste porque Sela se reunió con el presidente de la Liga, Javier Tebas, rompiendo los acuerdos de confidencialidad.
Después se restablecieron las negociaciones a instancias de nuevo de Piqué y la RFEF consiguió 10 millones de euros más. En ambas fases de los acuerdos, constaba ya una cláusula que exigía Kosmos por cuenta de los saudíes y que negoció por su cuenta la empresa de Piqué «con los árabes» sin que eso perjudicase, de acuerdo a su declaración, a los intereses de la Federación.
No ha sabido concretar por qué la empresa no aparece en el contrato sino en una adenda confidencial, pero sí ha dicho que «el príncipe saudí» hizo cambios en el texto inicial del acuerdo. «Simplemente se cambió de opinión y primero no se puso explícitamente Kosmos y luego sí», ha señalado, de acuerdo a las fuentes consultadas.
Aval «entre compañeros»
Ha añadido que el contrato lo redactó el comisionado externo, que era el despacho de Tomás González Cueto y las adendas, «un equipo de trabajo» y todo se llevó tanto a la Junta Directiva como a la Asamblea y fue avalado por Cumplimiento, que descartó conflicto de interés por la participación de Kosmos: «Nos dijo que era legal incluso aunque se pagaban comisiones, que las pagaban los árabes». Además, ha negado que se pactase cualquier otra remuneración, comisión o pago en especie fuera del contrato.
Sin embargo, ha tenido que reconocer que ese visto bueno de Compliance es posterior a los contratos porque su informe se emitió en 2022. La versión de Rubiales es que pusieron por escrito lo que habían manifestado antes verbalmente porque «entre compañeros» se explican las cosas «sin mayor necesidad de escritos».
Preguntado por la posición de la jefa de Integridad, Ana Muñoz, que dimitió entre otras razones porque no fue informada del contrato definitivo para la Supercopa, Rubiales ha afirmado que ella «mezcla cosas» y que si no vio ese contrato fue porque no se lo pidió, cosa que podía haber hecho. Cree en todo caso que se sentó con el secretario general y se lo contaron. En todo caso, ha recordado que cuando se llevó el acuerdo a la junta directiva en 2019, fue la única que votó en contra por la participación de Kosmos. El resto, ha asegurado, «estaban encantados».
En esta línea, ha puesto el acento a preguntas del fiscal, en que como entidad privada, la RFEF podía suscribir acuerdos privados y ya se hizo con Marruecos en 2018 para celebrar allí la final de la Supercopa. Kosmos ofreció a Sela y una vez había cambiado el formato pasando a cuatro partidos y las fechas, «porque el verano no vendía», se antojó como una buena oportunidad y se inició una negociación de «dos o tres meses» que ha definido como «muy dura».
Qatar e India «tenían intermediarios»
Sobre el paso del contrato y las adendas por la comisión económica, Rubiales ha reiterado que al tratarse de un ingreso y no un gasto, era innecesario, como también ha explicado que el informe que debía hacer el comisionado de control externo sobre la legalidad de la operación no tenía sentido cuando era ese mismo comisionado, González Cueto, quien estaba participando en las negociaciones. Sí hizo, no obstante, un «escueto» informe sobre la primera prórroga que avalaba su legalidad.
Y respecto de la oferta de Qatar para la Supercopa, Rubiales ha asegurado que las negociaciones empezaron cuando se rompieron con Sela tras el incumplimiento de las cláusulas de confidencialidad y ha destacado que tanto con este país como con India y China había intermediarios en las negociaciones, que se acercaron al conocer que la Federación había cambiado el formato a una 'final four'.
También se ha interesado el fiscal por la continuidad de sus negocios con Piqué, y ahí, Rubiales se ha puesto a la defensiva, de acuerdo a las fuentes consultadas. Ha señalado que tras la Supercopa hablaron de muchos otros asuntos pero ninguno cuajó y ha reivindicado su «derecho» a «intentar hacer nuevos negocios en Arabia Saudí, en Dominicana o dónde sea» con su propio dinero, como la inversión en la sociedad que realizó junto con otras personas de la Federación para comprar un inmueble en Granada a fin de rehabilitarlo y destinarlo a alquiler turístico.
Nene ofreció mascarillas a la Federación
Ha habido tiempo para otros temas en la comparecencia, que arrancó pasadas las diez y cuarto de la mañana y en la que sólo se ha producido un receso de poco más de cinco minutos. Rubiales está investigado por administración desleal y delitos de corrupción también en relación a los contratos de la Federación con la instaladora Gruconsa, por los gastos de la vivienda de lujo que disfrutaba en Madrid y el presunto espionaje al presidente del sindicato de futbolistas.
Sobre Gruconsa, aunque ha afirmado que la Federación, como institución privada puede «contratar a quien quiera», ha minimizado el volumen de negocio con la constructora y ha explicado que pensaron en ella para el acondicionamiento del estadio de La Cartuja porque ya tenía un trabajo hecho en aquel Estadio, aunque se optó por la forma de concurso para «darle la máxima transparencia». Adelantó la Federación dinero, según ha dicho, porque la Junta de Andalucía no podía con todo.
Preguntado por Francisco Javier Martínez Alcaide, alias Nene, ha dicho que le conoce desde que tenía 14 años y es «buena gente», para después explicar que titularizaron al 50% la mencionada GRX para aquella inversión inmobiliaria que luego se «frustró». Ha negado que haya sido «intermediario» de la federación y ha restringido sus relaciones a un intento de venderles mascarillas en pandemia que él rechazó porque «se iba a ver mal».
Según ha asegurado, no conocía Dismantec, la sociedad de Nene que según la UCO se llevó fondos desviados de los contratos con Gruconsa, hasta que estando ya fuera de la Federación, entró como socio con ella en otra empresa de su amigo. Tampoco sabía que estuviese recibiendo fondos de la instaladora ni ha hablado con Nene «nada» sobre este asunto.
También ha negado que Nene acudiese a la reunión en Salobreña con una decena de mujeres y de esa expedición, ha asegurado que cada uno se pagó lo suyo, igual que en la de Nueva York con una pintora mexicana, donde se le acusa de costear un viaje personal por cuenta de la Federación. Ha asegurado que ella le organizaba reuniones para abrir mercado en México.
Por último, respecto de los contratos para viajes con Globalia, ha asegurado que ofrecía mejor precio.
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