Los diez pueblos pequeños y bonitos de España más buscados en internet

Asturias y Cantabria encabezan esta clasificación de pueblos de menos de 5.000 habitantes que son los más buscados en Google

Cudillero, una fiesta de color en la costa de Asturias

C. J. / R. J. / J.F.A.

Los pueblos pequeños forman parte de nuestra memoria sentimental, seguramente del pasado familiar. Su estampa suele triunfar en programas y series de televisión o en películas. Como Calatañazor (Soria), el pueblo que más se parece a como era España en la Edad Media. Y esa querencia por los orígenes forma parte sin duda del éxito del turismo rural en los últimos años, que también responde a la necesidad de huir unos días de las grandes ciudades. Hay pueblos de unos pocos cientos de habitantes (o menos) que los fines de semana están a rebosar. Medievales, de pescadores, de interior o de costa. Muchos de esos pueblos son conocidos, aunque hay otros bellísimos y menos populares. Pero ¿cuáles son los más virales?, ¿por cuáles preguntamos con más frecuencia a Google?

El buscador de alojamientos Holidu se ha planteado esta pregunta. Utilizando datos del sitio Semrush, ha examinado el volumen medio de búsquedas mensuales en Google de los últimos doce meses con las palabras clave 'qué hacer en' y 'qué ver en' junto con el nombre de cada municipio. En la búsqueda se puso un límite de población: menos de 5.000 personas, lo que el INE considera pequeño municipio. A partir de este análisis se elaboró este ranking de los municipios pequeños con mayor volumen de búsquedas.

1

Monumento a la mujer pescadora en Comillas, obra de José Antonio Barquín

Comillas (5.660 búsquedas mensuales)

La villa de Comillas -Conjunto histórico-artístico- es una de las localidades más emblemáticas de Cantabria y una de las más interesantes desde el punto de vista arquitectónico. Cuenta con algunos de los edificios más importantes del modernismo en Cantabria, como el Palacio de Sobrellano y su Capilla Panteón, la Universidad Pontificia y por supuesto, El Capricho del genial arquitecto catalán Gaudí. Destaca su hermosa playa, que todos los veranos atrae a miles de turistas o lugares tan representativos como la Plaza del Corro junto a la iglesia.

2

Cudillero, con sus calles apiñadas en la ladera Marcel Bakker

Cudillero (4.880)

Este pueblo declarado Conjunto Histórico Artístico parece de anuncio. Sus casas, apiñadas sobre la ladera del monte, parecen 'empujarse' para poder ver el mar. Abajo, el puerto, desde donde se contempla el pueblo 'trepando' montaña arriba. Cudillero es una larga calle principal a la que van a dar otras estrechas, casi todas escalonadas. La villa es un punto importante del Camino de Santiago costero. El muelle viejo está lleno de bares y chigres, donde se toma sobre todo sidra, sardinas a la plancha, merluza, caldereta, o besugo. Al atardecer llegan las barcas de pesca y se abren pequeños tenderetes, en los bajos de las casas, donde se puede comprar el pescado recién llegado.

3

Santillana del Mar BERNARDO CORRAL

Santillana del Mar (4.320)

Su historia comenzó cuando un grupo de monjes -allá por el siglo VIII- trajo las reliquias de una santa martirizada en Asia Menor. Así nació un santuario que a su vez dio origen a una población que tomó el nombre de aquella mártir: Santa Illana-Santa Juliana-Santillana. El lugar creció gracias al monasterio, que se convirtió en Colegiata, hasta sus días de esplendor, en el siglo XII al XVIII. La villa -Monumento Nacional- son un par de calles llenas de casonas con escudos, palacios y la Colegiata, el más importante monumento románico de toda Cantabria con un claustro de ingenuos capiteles. A 5 kilómetros está la Cueva de Altamira.

4

Las clásicas casas blancas de Frigiliana

Frigiliana (4.080)

Este pueblo andaluz, situado en la comarca de la Axarquía, es conocido por su arquitectura morisca y sus calles empedradas y empinadas. Las casas blancas decoradas con flores de colores vivos crean un contraste espectacular con el cielo azul y el paisaje montañoso que lo rodea. Frigiliana ha sido galardonada en varias ocasiones como uno de los pueblos más bonitos de España. Sus festivales, como el Festival de las Tres Culturas, y su deliciosa gastronomía añaden aún más atractivo a este destino.

5

El puente de la Maza cruza la ría de San Vicente de la Barquera

San Vicente de la Barquera (3.990)

El 80 por ciento de su término municipal está en el Parque Natural de Oyambre. Es una de las más importantes villas marineras del Cantábrico. Destacan su iglesia de Santa María de los Ángeles, el castillo y el conjunto histórico de la Puebla Vieja. Y sus playas.

6

Potes, la Villa de los Puentes, cruzada por el río Quiviesa pilar arcos

Potes (3.490)

Se la conoce como la villa de las torres y de los puentes, de donde viene su nombre: «Pontes» la llamaban los romanos. El de la Cárcel y el medieval de San Cayetano unen la zona antigua, y por ellos se accede a barrios –como La Solana y El Sol– o a callejuelas como La Cántabra, donde se despacha el afamado orujo lebaniego (aguardiente local) y tostadillo (vino dulce), pero también quesucos, miel y productos de las huertas de un valle que goza de un microclima mediterráneo. El sabor de su gastronomía, el murmullo de sus ríos, el ritmo de sus calles empedradas y el sobrecogedor paisaje que rodea a Potes constituyen su cuerpo, y la tranquilidad del monasterio de Santo Toribio , su alma, situado a apenas cinco minutos en coche.

7

Vista del centro de Setenil de las Bodegas

Setenil de las Bodegas (3.380)

Si hablamos de rincones singulares, pocos hay como Setenil de las Bodegas, «donde el cielo es la roca», ya que sus viviendas están construidas contra la pared rocosa de la colina -donde desde muy antiguo hubo cuevas y abrigos habitados- y varias de sus calles tienen un 'tejado' natural de piedra que les da sombra todo el año

8

Morella TONO BALAGUER

Morella (3.220)

Dos kilómetros y medio de murallas, con seis puertas y catorce torres, hacen de Morella una de las ciudades mejor protegidas de España. Se accede a través del arco ojival bajo las enormes torres de San Miguel, donde hay una cruz gótica en la que se representa a los tres personajes más ligados a su historia: san Vicente Ferrer, el rey Fernando de Antequera y el papa Luna (Benedicto XIII). Subiendo una empinada cuesta se llega a la principal joya de Morella, la iglesia de Santa María. Por todas partes hay antiguos palacios con escudos.

9

Vistas de Lerma Bernardo Corral

Lerma (2.610)

Situada sobre un altozano que domina la vega del río Arlanza está Lerma, una villa cuya historia y desarrollo están unidos a Francisco de Sandoval y Rojas, primer duque de Lerma, valido y favorito del rey Felipe III y que fue declarada Conjunto histórico-artístico en 1965. Su plaza Mayor con sus 6.862 metros cuadrados, 75 columnas y 72 balcones es una de las más grandes de España y uno de sus puntos clave, ya que en ella se encuentra el Palacio Ducal de Lerma, hoy Parador Nacional, un edificio de estilo herreriano construido a principios del siglo XVII sobre un antiguo castillo medieval. La visita a su conjunto monumental se completa con el convento de San Blas, la ex colegiata de San Pedro , construcción de estilo herreriano que destaca por sus grandes dimensiones, su retablo mayor de estilo barroco y sus órganos de 1615-16, los monasterios de Ascensión y Santa Teresa, el Arco de la cárcel , única puerta medieval que queda en pie, y el pasadizo del duque de Lerma , tramo visitable del pasadizo que unía el palacio con la colegiata de San Pedro –pasando por el resto de templos cristianos– y que permitía a los reyes asistir a las misas sin tener que caminar por la calle.

10

Detalle de Bagur, uno de los pueblos más bonitos de la Costa Brava

Bagur (2.220)

Aunque es un lugar de trajín veraniego, de costa y mar Mediterráneo, de sol y playa, Bagur es un pueblo, digamos, de entretiempo, y tan lleno de atractivo otoñal e invernal que cualquier época del año ofrece muchas posibilidades de entretenimientos culturales, artísticos y gastronómicos. Como pueblo costero es atípico, pues está situado en lo alto de un conjunto de colinas que se conocen como el Macizo de Bagur. Desde lejos, lo que impera allá arriba es la imagen de su castillo medieval; y ya dentro del pueblo, sorprende la monumentalidad de su centro histórico, que alberga una peculiar mezcla de románico, como la Iglesia de San Esteban de Esclanyà , del siglo XII; de gótico, como la Iglesia de San Pedro , y una soberbia arquitectura colonial, de casas señoriales construidas por los «indianos» que volvieron forrados de hacer las Américas.

Artículo solo para suscriptores

Accede sin límites al mejor periodismo

Tres meses 1 Al mes Sin permanencia Suscribirme ahora
Opción recomendada Un año al 50% Ahorra 60€ Descuento anual Suscribirme ahora

Ver comentarios