El muñeco de Sánchez

Lo que ha pasado en Cataluña es que Esquerra quería matar a Puigdemont y necesitaba una excusa para justificar ante los más hiperventilados de sus votantes que votaba a un presidente no independentista. La gran concesión del PSC fue permitir a Esquerra vender el bulo del concierto económico para lo que simplemente es una financiación mejorada. Los socialistas guardaron silencio aquellos días y una vez asegurada la investidura, la vicepresidenta Montero puso las cosas en su lugar.

Los golpes sin sentido al muñeco de Sánchez son estériles y el PP ha de calmarse y crecer en un discurso propositivo. Es difícil puntuar en Cataluña cuando la brocha gorda contra un falso concierto económico es lo único que sabéis decir a los catalanes, y sois incapaces –por desidia, por dejadez y porque Cataluña os importa un rábano si no es como carnaza para destruir a Sánchez– de modular vuestro discurso teniendo en cuenta el cambio de paradigma que significa que Salvador Illa sea presidente.

Cuando el PNV perdió el poder cambió a Ibarretxe por Urkullu, hizo una oposición tranquila y recuperó la 'lehendakaritza' a la primera. Fraga perdió Galicia, Feijóo le sucedió sin ruido y tuvo cuatro mayorías absolutas seguidas. Por demasiada agresividad sin sentido, Aznar quedó corto en 1993, Artur Mas tardó siete años y no cuatro en recuperar la Generalitat y vosotros lleváis seis años en la oposición y sin elecciones a la vista.

En el antisanchismo estáis tan cómodos que ya no sé si queréis ganar. En las guerras imaginarias exageráis el dramatismo que luego se os cae como el bótox con los años y en las de verdad os burlan como con la jueza Perelló, a la que habéis puesto de presidenta del Supremo pensando que era vuestra victoria contra Sánchez cuando en realidad era la candidata del PSOE desde la semana anterior, y os tendieron la trampa de no incluirla en la terna, y de que algunos socialistas y otros de Sumar votaran en su contra, y con esto ha bastado para que vosotros los holgazanes, vosotros los que no habláis con nadie, le hayáis regalado al Gobierno a la presidenta del Consejo que quería y que hará exactamente y en todo momento lo que le diga su íntima amiga Margarita Robles.