La Alberca
La cal de los ERE
La reacción de la Audiencia de Sevilla contra el TC revela que la victimización del PSOE es otro escándalo
La almohada de Mazón
Sánchez contra el PSOE
El blanqueo del mayor escándalo de la democracia por parte del PSOE será tarde o temprano la puntilla del sanchismo. Lo que está haciendo el partido es quitar la mancha de mora con otra mora. Y cuando la Justicia europea resuelva la cuestión prejudicial ... que acaba de presentarle la Audiencia de Sevilla, es muy probable que el escándalo mayúsculo original del reparto de 680 millones de euros a capricho de la organización caciquil que quiso perpetuarse en Andalucía comprando los votos se duplicará porque habrá que añadirle la manipulación grosera del Tribunal Constitucional con fines partidistas. Los magistrados que emitieron la primera sentencia han decidido acudir a Europa para que les ampare frente a un TC que creen actuó como órgano de casación siendo un tribunal político de garantías. El anterior presidente de la Sala Segunda del Supremo, Manuel Marchena, ha clamado esta misma semana en el discurso de nombramiento como 'honoris causa' de la Universidad CEU Fernando III en Sevilla contra la utilización política de los jueces. Y justo unos días después, en la misma ciudad en la que hizo este alegato, los magistrados de la Audiencia han presentado su queja ante la Justicia europea para salvaguardar su prestigio profesional frente a lo que consideran, literalmente, una extralimitación del Tribunal Constitucional «en la función de control que le corresponde invadiendo ámbitos reservados a la jurisdicción de los jueces y tribunales». Dicho de un modo más coloquial y callejero: ha blanqueado un caso de corrupción que, añade la Audiencia en su providencia, resulta «incompatible con lo dispuesto en el Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea sobre la lucha contra el fraude».
Europa dictaminará si Conde-Pumpido ha ejercido una función que no le competía o ha ejercido la tutela de los derechos de los condenados limpiamente. Pero esta reacción de la Audiencia de Sevilla, que actúa 'motu proprio', deja en evidencia otro escándalo que no tiene ni medio pase: la operación de victimización del PSOE. Pedro Sánchez y su vicepresidenta, María Jesús Montero, ahora también candidata a la Junta de Andalucía, han chillado en sus mítines de los últimos meses que el caso ERE fue un «invento» de la derecha «política y mediática» para llevar a cabo una «cacería» contra «personas honradas». Y es posible que esta sea la mentira más sórdida de todas las que les llevamos aguantadas. Primero porque el TC no ha proclamado la inocencia de nadie, sino que ha pedido que se revisen las sentencias contra Chaves, Griñán y compañía para adaptarlas a su nueva doctrina. Y después porque el PSOE se ha dedicado a premiar y a agradecer a los condenados su trabajo al frente de una administración que repartió 680 millones sin procedimiento público colando a intrusos que casualmente eran militantes y familiares. Las víctimas fuimos los andaluces. Ellos fueron, por acción o por omisión, los responsables. Por eso el blanqueo es otro escándalo. Una mano de cal sobre la corrupción. Como la cal que se usaba contra la peste.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete