El sufrimiento de un matrimonio de jubilados de Barcelona, obligado a vivir con okupas en su propia casa: «Nos tienen amargados»
La pareja alquiló el piso de arriba de su casa a unos inquilinos que llevan desde el año pasado sin pagar y no se quieren ir
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Uno de los tipos de okupación que se da en algunos casos en nuestro país es el que implica que los inquilinos de un piso que alguien tiene en alquiler dejan de pagar su cuota mensual.
Esto se conoce popularmente como inquiokupación y resulta un gran problema para aquellas personas que lo experimentan en sus inmuebles al dejar de contar con una cuantía económica que ganaban mes a mes y por los episodios complicados e incluso violentos que se pueden dar entre arrendador y arrendatario.
Esta situación es la que experimentan Domingo y Natividad, un matrimonio de 66 años de Cervelló (Barcelona), que alquiló la parte de arriba de su casa para obtener unos beneficios extra y, recién jubilados, enfrentan el peor año de su vida, el cual pensaban que iba a ser el mejor al terminar de trabajar y poder contar con ese plus de dinero mes a mes.
Ha sido en 'Espejo Público' donde han dado a conocer su caso y, muy arropados por sus vecinos, han ido explicando lo ocurrido. En el piso de arriba de su hogar vive una pareja con un hijo y llevan meses sin pagar el alquiler: «Desde diciembre no pagan, meses anteriores han pagado la mitad y nos tienen amargados, sin dormir, todo el día pensado en lo mismo», afirma Natividad.
En total, los inquiokupas deben 7000 euros al matrimonio, cifra que parece que va a seguir aumentando porque no se muestran dispuestos a marcharse: «Yo les perdono todo lo que deben, que se vayan... pero no ha habido acuerdo ninguno», ha concretado Domingo con resignación.
Los inquiokupas tienen trabajo, coche y llevan a su hijo a un colegio privado
Al tratarse de un caso especial en el que viven en la misma casa aunque en pisos separados, el matrimonio no puede sostener la situación de tener que ver a sus inquiokupas entrar y salir a sus anchas de una parte de la vivienda que no están pagando. «Nos está creando esto una enfermedad, una ansiedad...», explica el matrimonio, que se ha visto obligado a acudir al psicólogo para tratar de gestionar su angustia.
Natividad y Domingo también han contado al programa de Susana Griso que la familia okupa no está en situación de necesidad, de hecho, la madre se dedica a la psicología, por lo que entienden menos aún su comportamiento: «Los dos trabajan, tienen coche, furgoneta de alquiler el hijo va a un colegio privado [...] No son vulnerables, no es el caso», decribía el hombre con resignación.
Inquiokupas reincidentes
Otro de los datos que han detallado los jubilados es que no conocían a estas personas antes de alquilarles el piso de arriba de su casa, algo que podía haberles ahorrado confiar en ellos, ya que venían de haber estado de inquiokupas en otra vivienda: «En otra casa hicieron exactamente lo mismo, estuvieron cinco años y medio y durante un año y medio no pagaron», cuenta Domingo.
El matrimonio ya ha llevado su caso ante la Justicia pero, por el momento, deben esperar a que se tome alguna decisión. Mientras tanto, continúan viviendo con sus inquiokupas encima de su casa y lo único que tienen a su favor es el apoyo de sus vecinos que se manifiestan ante los okupas y les increpan cuando les ven fuera de casa.
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