Elecciones Madrid
La generación clave en las elecciones: los 'zetas' disparan la participación y encumbran a Ayuso
Los votantes de entre 18 y 24 años rompieron con la tónica abstencionista y se movilizaron con un voto conservador
Este 4 de mayo, al asomarse por la ventana, con vistas a uno de los colegios electorales del barrio de la Concepción, la socióloga Ángeles Rubio confirmó sus predicciones. La generación Z —«por el peinado, el de los chicos se parece al de ... los futbolistas», ríe— se congregaba a las puertas para introducir su papeleta. La escena insólita en un pedazo del distrito de Ciudad Lineal, el 'Ohio madrileño', que desde 1991 clava los resultados de todas las elecciones, resquebraja los esquemas lógicos que conforman el comportamiento de la juventud de cara a las urnas. Este martes, sin embargo, los electores de entre 18 y 24 años no han sido rebeldes, ni extremistas, ni indiferentes.
«Para la sociología y la ciencia política es un hito», explica Rubio, catedrática en la Universidad Rey Juan Carlos y especializada en la generación Z. El resultado del 4-M «rompe con la tónica abstencionista de los jóvenes de las últimas décadas», zanja. Una votación atípica, con sus largas colas y sus protocolos Covid, que ha espoleado a los 'zetas' a acudir en masa a los colegios electorales y disparar la participación, hasta alcanzar la cifra récord del 76%, 12 puntos más que en los últimos comicios de 2019.
Hace tres años, en aquellas elecciones autonómicas, los más jóvenes fueron los que menos votaron. El presidente de GAD3 , Narciso Michavila, ya lo avanzó a ABC dos semanas antes del 4-M: «Cuando sube y baja la participación, es que el voto joven está movilizado». Este martes fueron convocados para ejercer su derecho al sufragio 682.000 menores de 29 años —con una ligera mayoría de varones—, que suponen el 14,3% del electorado. Aunque el voto joven no es determinante, es capaz de incendiar la participación. Y lo ha hecho con una favorita: Isabel Díaz Ayuso.
Los sondeos previos ya apuntaban maneras . Los jóvenes han abandonado la abstención a través de un voto conservador . Otro hito, un giro de timón. «La generación Z es la más desconocida», apunta Rubio, «no votan a los partidos nuevos, son una generación más conservadora; que se quiten de la cabeza al joven que votaba [al expresidente socialista] Felipe González». La última encuesta del CIS antes de las elecciones, si bien 'a posteriori' ha demostrado un margen de error —al inflar las expectativas del PSOE y minusvalorar las del PP—, reflejaba que el 34,7% de los jóvenes votaría a Ayuso. Las mismas conclusiones perfiló el barómetro de GAD3, que entre los jóvenes concedía una victoria arrolladora al PP.
Trabajo, cañas y un futuro 'verde'
Por supuesto, no se puede cortar a toda una generación por el mismo patrón, pero sí diseñar unas líneas generales e interpretar variables sociológicas y de comunicación política. Rubio tomó en cuenta las suyas para elaborar su pronóstico: «Lo primero, al ser un día de diario, votan menos trabajadores y más gente joven, que no está de marcha, si no que se van juntos y se toman una cerveza». Precisamente esa 'caña a la madrileña' que tanto ha predicado Ayuso en campaña electoral y que, en cuanto a 'zetas' se refiere, no hay que subestimar.
Otra pata importante es el empleo, en una generación que sufre un 40% de paro . «Para los mayores es el tema impuestos, para los jóvenes el tema trabajo, que se puedan tomar cervezas con seguridad, y también la concienciación ambiental», resume Rubio. Ahí entran en escena las propuestas 'verdes' y amables de Más Madrid , que se hizo con el segundo triunfo de la jornada electoral, tras lograr el 'sorpasso' al PSOE con 4.000 votos más , obtener 24 escaños y erigirse en líder de la oposición.
Mónica García, de 47 años, también convence entre los 'zetas', que se identifican con los candidatos más jóvenes . Igual que Ayuso, de 42 años, muy activa en redes sociales (el medio por excelencia de las nuevas generaciones), con casi 500.000 seguidores en Twitter. Con todo, como publicó ABC, el poder real de los perfiles digitales de candidatos y partidos se reduce a inflamar burbujas cerradas más que a influir en el voto . Pablo Iglesias amasa más de 2,6 millones de seguidores en Twitter y ayer renunció a la política después de arañar solo tres escaños más que en 2019 para Unidas Podemos, hasta los 10 diputados.
Con los 'zetas' alejados de los extremos del espectro político que encarnan Vox y Podemos , las otras opciones tampoco son alentadoras. El candidato socialista, Ángel Gabilondo , «no es un referente, es un profesor», apunta la socióloga Rubio, «en la era de la comunicación no puedes poner a alguien que no comunica». Un hombre mayor (72 años) y distante que no cala entre la juventud y que este martes asumió el fracaso de su partido : «Lo he intentado y no lo he logrado». El PSOE protagonizó su mayor caída y se dejó en las urnas 13 escaños.
El gran perdedor de la noche fue Edmundo Bal , incapaz de recuperar un Ciudadanos tocado de muerte y que los sondeos dejaban sin representación. Los peores presagios se cumplieron y apenas alcanzaron el 3% de los votos, por debajo del umbral del 5% necesario para entrar en la Asamblea de Madrid. Los más jóvenes no son el público objetivo de la formación naranja, que ha puesto el foco en adultos treintañeros y profesionales autonómos. En cualquier caso, este 4-M la generación Z ha cambiado el rumbo, «ha hecho un voto útil , no idealista ni de extremos», en palabras de Rubio. Adiós a los prejuicios.
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