Elecciones Madrid
El 4-M espolea el voto joven: así acudirá la generación Z a las urnas
La ‘ayusomanía’ arrasa en el grupo de entre 18 y 24 años, mientras Pablo Iglesias y Mónica García se disputan la plata, según las encuestas preliminares
Los otros partidos de las elecciones de Madrid

A la socióloga Ángeles Rubio la llaman Casandra, como la princesa que advirtió a los troyanos de que el enorme caballo de madera a sus puertas no era un obsequio, sino un engaño de las tropas griegas. Solo el final de la historia de Homero ... dio la razón a la sacerdotisa de Troya. A Rubio, profesora en la Universidad Rey Juan Carlos especializada en la generación Z (los nacidos entre 1994 y 2003), quizá lo haga el desenlace del 4-M . «La generación Z vota menos, es más pasota, tiene menos cultura política. Pero estas elecciones son diferentes », augura. En esta ocasión, los jóvenes acudirán en masa a las urnas y las encuestas dibujan una clara ganadora: Isabel Díaz Ayuso .
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Joaquín De Loresecha tiene 22 años, estudia ingeniería industrial, vive en Pinar de Chamartín y responde sin titubeos: «A Ayuso». La ‘ayusomanía’ arrasa en los jóvenes de entre 18 y 24 años y, según los últimos datos del CIS, el 34,7% quiere que la presidenta madrileña revalide su cargo . De lejos la siguen Pablo Iglesias (Unidas Podemos), que convence al 16,7%, y Mónica García (Más Madrid), con el 12,6%. El resto de candidatos, Ángel Gabilondo (PSOE), Edmundo Bal (Cs) y Rocío Monasterio (Vox) apenas atraen a los ‘zetas’ en unos comicios que pondrán nota a la gestión de la pandemia. «Voy a votar porque me gusta Ayuso, me gusta cómo lo está haciendo, me parece que ha peleado por llevarle la contraria a [Pedro] Sánchez, que ha luchado mucho por la hostelería», justifica Joaquín. Su padre vive en Gijón y cuenta que «ahí muchos negocios se han ido a la mierda».
Aunque el voto joven acostumbra a calar en los partidos nuevos, el 4-M sacude las expectativas. «Va a haber una recolocación del voto de la derecha y del voto de los jóvenes. La izquierda no está movilizando tanto como Ayuso », asegura María José Canel, profesora de comunicación política en la Universidad Complutense de Madrid. ¿Por qué Ayuso? «Ha conseguido algo muy importante en comunicación política, que otros hablen bien de ‘los huevos de Ayuso’», expone Canel. En dos años, la dirigente ha pasado de ser una desconocida a poner nombre a los platos de los hosteleros. Y eso, a los jóvenes, gusta.
Sin embargo, la explicación no se reduce al ‘fenómeno Ayuso’. Los rasgos generales que definen a los que han crecido con el cambio de milenio, víctimas en su adolescencia de una crisis financiera y en su juventud de otra sanitaria, marcan la intención de voto. La generación Z rompe con «el arquetipo de joven rebelde, violento, dogmático», afirma la socióloga Rubio, «el discurso de los extremos no gusta, ellos quieren soluciones para sus problemas inmediatos». El trabajo, en un grupo de edad con un 40% de paro , y la diversión con sus amigos, fulminada por el Covid-19. En este sentido, los bares abiertos y la tan manida ‘libertad’ elevan a la presidenta madrileña en las encuestas.
En la era del marketing político emocional, Ayuso levanta pasiones. Positivas y negativas. «Madre mía...», resopla Julia Sánchez-Arévalo (21 años), «es la hija prodigio de [la expresidenta madrileña] Esperanza Aguirre. Me parece un fenómeno absurdo. Que cierren un bar porque estamos en pandemia no es comunismo. Y la ‘libertad’ no es eso, es tener una vida decente, comida, un techo...». Julia reside en el municipio de Collado Villalba, estudia un doble grado de lengua y literatura española y periodismo y es «del ‘team’ Pablo Iglesias». Su voto «es totalmente ideológico» : «Sé que Podemos es el que peor está, pero mi deseo absoluto es que se unan las izquierdas contra la derecha». La dicotomía entre bloques espolea a los ‘zetas’, quienes destacaron por su abstencionismo en 2019. Dos años después, el último sondeo de GAD3 para ABC determina que el 75% de la población votará el 4-M. «Cuando sube y baja la participación, es que movilizas a los jóvenes», resume el presidente de GAD3, Narciso Michavila. Las urnas convocan a 682.000 menores de 29 años, el 14,3% del electorado.
Por un futuro 'verde'
El bar de copas en el que trabaja Ángel Esteban (24 años) no se ha subido a la ola de las ‘papas a lo Ayuso’. «No ha hecho más que llevar la contraria, no ha hecho ni una sola ley en dos años y en los próximos dos tampoco va a hacer mucho», critica este joven, que compagina su empleo de camarero con una formación en traducción y marketing. Como buen ‘zeta’, le preocupa el futuro, «la crisis climática y la crisis social» y por eso votará a Más Madrid. «Es la coalición [con Equo] más verde, el resto solo tienen políticas de lo que se llama ‘green washing’. A Mónica [García] no la conocía mucho, creo que ha hecho una oposición estupenda y trabajando en un hospital», opina.
El uso de las redes sociales , la principal fuente de noticias del 4-M de la generación Z —el 68% las utiliza, frente al 60% de la televisión y al 47% de la prensa digital—, es otro factor crucial y los candidatos jóvenes ganan la partida. Joaquín sigue la información política a través de Instagram y Twitter; las cuentas de El libre pensador, Alvise Pérez y Wall Street Wolverine, que acumulan más de medio millón de seguidores, son sus favoritas. Julia y Ángel también bucean en las redes, que «influyen en la formación de opinión, pero crean burbujas y sus efectos van ligados a esas burbujas cerradas», en palabras de la profesora Canel. Así, la polarización está a la orden del día; el hartazgo , también. Ángel manifiesta el juicio de una generación: «Estamos muy politizados, pero muy cansados de los partidos. Todos vamos a votar, pero asqueados».
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