Las trampas en el solitario de las cuentas de las pensiones

La Seguridad Social dice que entre enero y octubre ha tenido un superávit de más de 1.700 millones, pero sus cuentas siguen sin ser sostenibles. Los gastos en prestaciones son 30.000 millones más altos que los ingresos por cuotas. ¿Dónde está el truco? El Estado ha traspasado más de 36.000 millones de impuestos

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Las trampas en el solitario de las cuentas de las pensiones

01/12/2024 a las 18:18h.

El pasado jueves los pensionistas recibieron la buena noticia de que sus prestaciones subirán a partir de enero un 2,8%, algo más de 40 euros mensuales. Es la consecuencia de ligar la subida de las pensiones a la inflación media anual registrada a mes ... de noviembre de cada ejercicio. Esta cifra es inferior a la subida de los últimos dos años, pero superior a la que se aplicó, y a la que se aplicaría, si se mantuviera en vigor el Índice de Revalorización de las Pensiones (IRP) que aprobó el Gobierno de Mariano Rajoy para intentar sanear las deterioradas cuentas de la Seguridad Social. Ligar más de 10 millones de pensiones a la inflación, cuando los salarios que las sostienen no evolucionan con este mismo indicador no me parece, ni mucho menos una buena idea. Es cierto que no podemos dejar atrás a nuestros mayores y que no sería lógico que todos estos años se hubieran mantenido congeladas sus pensiones, que es lo que hubiera ocurrido si se hubiera aplicado el IRP sin ninguna corrección. Pero también es cierto que la subida de las pensiones no puede quedar al margen de la evolución de la economía y de los salarios. Y me parece un anacronismo que después de haber estado años intentando desindexar nuestra economía, ahora hayamos asumido, con la mayor naturalidad del mundo que el principal gasto de nuestro presupuesto esté ligado a esa inflación.

De hecho, la mayoría de los países de nuestro entorno la tienen en cuenta, pero no como indicador único de revalorización de las prestaciones, sino sumado a otros indicadores, como puede ser la evolución de los salarios o la del PIB, lo que tiene bastante más sentido.

Hay algunos expertos, como el director de Fedea, Ángel de la Fuente, que abogan por que solo las pensiones más bajas se liguen al IPC. Y es que, recuerda, el sistema de pensiones no está saneado. No se va a dejar quebrar porque se está inyectando constantemente dinero de los impuestos para pagar las pensiones, pero el sistema por sí solo no es sostenible. «Cada trabajador ocupado tiene que contribuir con 2.500 euros para tapar o cerrar la brecha de la Seguridad Social. Es bastante dinero y será más en el futuro», ha advertido esta semana De la Fuente.

Pero analicemos las cuentas. El pasado viernes el Ministerio de la Seguridad Social publicó los datos de las cuentas del sistema en los diez primeros meses del año. «Las cuentas de la Seguridad Social presentan un saldo positivo, a 31 de octubre de 2024, de 1.754 millones de euros». ¡Qué bien, qué sanedas!, diríamos. Pero si profundizamos un poco vemos que nada más lejos de la realidad. El gasto en pensiones y prestaciones familiares se ha disparado más del 8% en estos 10 meses acercándose a los 167.000 millones de euros, casi 13.000 millones más que el año pasado. Los ingresos, por su parte, aunque han crecido mucho tras la fuerte subida de cotizaciones que pagamos empresarios y trabajadores, casi 10.000 millones no son suficientes para hacer frente al gasto en prestaciones. La diferencia llega a casi 30.000 millones. Y si llamativo es el incremento del gasto en pensiones, más lo es el de la partida para hacer frente a las bajas laborales, que sube más del 18%, y supera los 13.000 millones de euros.

Entonces, ¿por qué hay superávit? Simplemente porque el Estado le había transferido más de 36.000 millones de euros hasta octubre, y en los últimos días le ha prestado otros 10.000 para hacer frente a la extra de Navidad. Podemos hacer todas las trampas en el solitario que queramos, pero las cuentas no están saneadas.