El presidente de Prisa confía en frenar «el asalto del Gobierno» con el plan de bonos convertibles
Vender Santillana para invertir en la nueva TDT «habría acabado con Prisa», argumentan fuentes del Grupo
Los acreedores condicionaron refinanciar Prisa a que siga Oughourlian de presidente
En el Grupo Prisa siguen todas las espadas en alto, si bien la balanza, de momento, se ha inclinado hacia un lado. A priori, del lado del propio presidente, Joseph Oughourlian, recién nombrado también presidente de 'El País'. El nuevo objetivo es llegar con las ... fuerzas necesarias a la junta de accionistas que, en principio, está prevista para el próximo mes de junio. Para entonces, Oughourlian espera tener una «mayoría cómoda» para aprobar los últimos cambios en el consejo y mantenerse al frente de la gestión de la compañía.
Para ello, según ha podido saber ABC, confía en que varios tenedores de bonos convertibles los cambien por acciones antes de esa fecha clave, y así poder contar con más apoyo frente a los que las fuentes de su entorno califican de «rebeldes».
Las fuentes consultadas explican a este periódico que varios de los inversores institucionales que el propio presidente de Prisa logró atraer para comprar dichos bonos, le han asegurado que le apoyarán en su batalla contra los accionistas que a día de hoy cuentan en estos momentos con tan solo un 17% conjunto –en torno al Grupo Alconaba–, frente al 29,8% a través de su fondo de inversión Amber Capital. Añaden que a este porcentaje principal se uniría el cerca del 12% en manos de Vivendi.
En concreto, Global Alconaba, la firma del ex-Globomedia, Andrés Varela Entrecanales, tiene el 7%, y Adolfo Utor, presidente de Balearia, el 5,4%. Mientras la familia Polanco ostenta el 7,6%.
La operación de bonos convertibles consiste en ejecutar de forma anticipada una de las cláusulas de las dos emisiones que hizo la empresa en febrero de 2023 y abril de 2024, por 130 y 100 millones de euros, respectivamente. Dicho canje supondría una ampliación de capital por más del 50%, entre ambas colocaciones.
Con la norma en la mano, los títulos de renta fija expiran a los cinco años de su lanzamiento. Ahora bien, en el folleto de ambas emisiones se explica que estos bonos se pueden canjear por acciones si los tenedores de, al menos, el 5% de esos títulos lo solicitan de forma extraordinaria, como es el caso concreto que vive el grupo en estos momentos.
Mientras, las mismas fuentes del Grupo Prisa, aseguraron a este periódico que malvender Santillana, considerado por la propia cúpula como el único activo con peso real y específico en la compañía, para invertir después en la nueva televisión digital impulsada por el Gobierno, hubiese significado el fin del propio grupo de medios.
Riesgo para la deuda
Así lo reconocen a ABC fuentes de la propia compañía, que explican que deshacerse de la editorial estaba y está dentro de los planes del llamado 'grupo rebelde' afín al Gobierno, capitaneado por su ya exdirector de Contenidos, José Miguel Contreras, pero a lo que se opuso y se opone el propio presidente Prisa, Joseph Oughourlian. Las fuentes explican que «malvender Santillana, es una idea pésima que arruinaría a la compañía, el título se iría a cero inmediatamente después de realizar la operación y la deuda se dispararía más aún si cabe».
Además, la intención de hacerse con la licencia TDT impulsada por el Gobierno, fue el detonante final para que Oughourlian maniobrara entre sus consejeros para lograr la dimisión de Carlos Núñez, exconsejero y expresidente de Prisa Media, la filial de medios de comunicación del grupo, y pusiera en bandeja la salida de Contreras.
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