Los parados cotizan un 12% más pese a situarse en mínimos de 2008
Las cuotas que pagan los desempleados por contingencias comunes se disparan en 2023
Los expertos apuntan a los fijos discontinuos como una posible causa de los mayores ingresos por la vía de las cuotas de los parados
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El mercado laboral continúa arrojando incógnitas sobre el efecto real que está teniendo la reforma introducida hace un año por el Gobierno. Si bien es cierto que los niveles de afiliación registran cotas históricas, llegando a rozarse en estos momentos los 21 millones de ... cotizantes, y también el desempleo ha experimentado reducciones sustanciales en los últimos años tras el 'shock' de la pandemia, situándose en los 2,7 millones de desempleados, el menor nivel desde 2008, no todos los indicadores se acompasan con estas grandes cifras.
Es el caso de las cotizaciones que realizan los parados con prestación. Cabe recordar, que aquellos trabajadores que se dan de alta en el SEPE como desempleado tras haber perdido su trabajo deberán cotizar por contingencias comunes. Son estas cuotas las que están experimentando un crecimiento exponencial, del 12,2% hasta el mes de abril -última cifra disponible de ejecución de la Seguridad Social-. De modo que hasta el cuarto mes del año el sistema ha ingresado 3.146 millones de euros mientras que hace un año estas aportaciones alcanzaban los 2.803 millones de euros.
Sin embargo, estos avances interanuales arrojan ciertas contradicciones que vuelven a cuestionar cuán eficaz está siendo el impacto de la reforma laboral en el empleo. De entrada, ese 12% de aumento interanual es mucho mayor que el avance previsto por la Seguridad Social. Si a cierre de 2022, el Gobierno había recibido 8.322 millones de euros por las cotizaciones de desempleados, para el cierre de este año se había presupuestado un total de 8.427 millones, apenas un 1,2% más. Sin embargo, en este momento el aumento es diez veces superior.
Posibles causas del avance
En principio, los expertos señalan las dificultades para conocer el detalle y la explicación al hecho de que al mismo tiempo que se reduce hasta mínimos históricos el número de parados en España, las cotizaciones que estos realizan por contingencias comunes experimenten aumentos tan sustanciales. En primer lugar, aparece como una de las posibilidades que los fijos discontinuos inactivos estén solicitando la prestación por desempleo a la que tienen derecho durante los periodos de parón en su actividad. Además, de estar aquí el motivo, también explicaría porqué no supone un aumento correlativo del número de desempleados en el SEPE ya que estos fijos discontinuos no contabilizan para el paro registrado al tener en vigor un contrato, pero en fase de inactivación.
«El aumento es muy elevado para deberse únicamente a las prestaciones de los fijos discontinuos», señala el profesor colaborador de Economía Aplicada de la universidad Rey Juan Carlos e investigador asociado de Fedea, Miguel Ángel Rodríguez, recodando, eso sí, que casi todo el mundo tiene el contador a cero a partir de las excepciones aplicadas en la pandemia.
En este sentido, el economista Javier Santacruz, explica que en los últimos años se han ampliado «las posibilidades de compatibilización del empleo con el cobro de la prestación», lo que podría también abonar la coyuntura que refleja el último informe de ejecución presupuestaria. Así, recuerda que ya en estos momentos los trabajadores en ERTE tienen la obligación de cotizar por contingencias comunes. Las últimas cifras oficiales contabilizaban a escasos 13.000 trabajadores afectados por un expediente de regulación temporal, lo que supone el 0,1% de la población ocupada.
Por su parte, para clarificar la contribución, limitada pero no menor, de los fijos discontinuos habría que retrotraerse a la cifra de cierre de 2022, que es el único registro oficial público sobre cuántos trabajadores bajo esta figura contractual están en situación de inactividad. Concretamente, los datos emitidos por el Ministerio de Trabajo cifran en 443.078 trabajadores los que están a la espera de ser llamados para volver a la actividad, de los que más de la mitad, 268.402 empleados, cobran prestación por desempleo.
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Por su parte, las estadísticas del SEPE reflejan cómo el incremento de la cuantía de las prestaciones también supone un aderezo a ese avance de las cotizaciones satisfechas. Concretamente, a mes de marzo -último dato disponible- había en España un total de 1.787.538 desempleados cobrando prestación, un 1,6% más que hace un año, mientras que la renta media que perciben se sitúa en los 1.089 euros mensuales, lo que supone también un aumento del 1% interanual.
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