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El 33% de los contratos firmados en España no supera el mes de duración

La vigencia media de las nuevas firmas se desploma a mínimos de hace más de tres lustros tras la aplicación de la reforma laboral y se sitúa en 51 días

Las empresas españolas serán las que más cotizaciones paguen de Europa tras la reforma de pensiones de Escrivá

Los expertos advierten de la pérdida de horas de trabajo pese a las elevadas tasas de afiliación abc
Gonzalo D. Velarde

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Uno de los efectos que puede estar generando la reforma laboral a expensas de que se produzca un impacto nítido, para lo que aún habrá que esperar unos meses, es el de la mayor mortalidad de los contratos fijos que se firman cada vez en mayor cantidad -son prácticamente la mitad de los suscritos en el mes- y que sin embargo no están modificando sustancialmente los ciclos estacionales de creación y destrucción de empleo que caracterizan al mercado laboral español.

Según en balance trimestral sobre la evolución del empleo realizado por Adecco este paradigma está provocando como efecto colateral una notable caída de la duración media de los contratos, ya sean fijos o temporales. Concretamente la vigencia de las nuevas firmas es la menor desde hace 18 años y un tercio de los contratos no dura más de un mes -el 33,3% dura un mes o menos de lo que el 21,5% dura una semana o menos.

En este sentido, el 'V Observatorio trimestral del mercado de trabajo' publicado este miércoles por The Adecco Group Institute destaca que la duración media de los contratos para el primer trimestre de 2023 es la más baja desde el año 2006, situándose en 51 días (+11,8% intertrimestral; -9,7% interanual). También disminuye la duración media para los contratos iniciales en abril hasta 45 días (-9,4% intermensual; -4% interanual).

Las firmas caen un 11%

Cabe recordar, no obstante, que la desaceleración económica y de creación de empleo unido a una normalización ya total de la economía está generando un retroceso importante en las tasas de contratación en los últimos trimestres. El número de contratos iniciales para el mes de abril descendió hasta el 1.117.045 (-11,2% intermensual y -11,7% interanual). De estos, 626.779 son contratos temporales (un 10,4% intermensual; -16,6% interanual) y 490.266 son indefinidos (-12,1% intermensual; -4,4% interanual). Si dentro de los indefinidos nos centramos únicamente en los fijos discontinuos, estos ascienden hasta 180.866 (+3% intermensual; pero -12,7% interanual).

Por tanto, el 56,1% de los contratos iniciales son contratos temporales, mientras que el 43,9% son contratos indefinidos, de los cuales, el 36,9% son fijos discontinuos. Estos últimos representan por tanto un 16,2% del total de contratos iniciales.

Tal y como explica Javier Blasco, director de The Adecco Group Institute, el empleo parece estar resistiendo a la crisis, lo que permitiría cumplir con las expectativas de que el crecimiento del PIB en 2023 estará cerca del 2%. «Lo cierto es que no todo son buenas noticias y esta recuperación ha lastrado los márgenes de la mayoría de las empresas, así como el poder adquisitivo de los salarios, por lo que la sostenibilidad se antoja un ingrediente esencial a alcanzar en este reto de la recuperación», explica el experto.

Además, recuerda Blasco que el auge de los servicios impulsa al sur de Europa, mientras las economías industriales se ralentizan, y se percibe la importante filtración a la economía del flujo de aportaciones a costa del sustancial incremento de la deuda pública. «La importancia del turismo exterior, y de la -bendita- hostelería, como ya ocurrió en 2022, son los pilares en los que se fundamenta este estacional crecimiento».

De este modo, teniendo en cuenta que las horas totales trabajadas no crecen tanto como el número de ocupados, se evidencia que se está produciendo un reparto del trabajo. «El empleo aparenta ser más productivo, pero en realidad esconde una importante pérdida de horas de trabajo. No son pocos los que apuntan a que el crecimiento de nuestra productividad, y por ello de la competitividad de nuestra economía, depende de que se frene la elevada presión fiscal, tanto en impuestos como en cotizaciones a la Seguridad Social, si es que queremos atraer inversiones que mejoren nuestro tejido productivo y nuestros retos tecnológicos», explican desde Adecco.

Aumento de la rotación

Una de las formas de analizar el impacto de la reforma laboral, y la calidad en el empleo, tiene que ver con el grado de rotación contractual, entendiendo por tal la ratio de número de contratos en función del nivel de afiliación. La ratio para los fijos discontinuos disminuye hasta el 18,3% (-1,6 puntos intermensuales; -14 puntos interanuales); asimismo, se reduce la ratio para los indefinidos hasta el 3,9% (-0,6 puntos intermensuales; -0,9 puntos interanuales) y por último, también cae la ratio para los contratos temporales (-2 puntos intermensuales; +1,9 puntos interanuales) hasta el 17,5%. Al comparar las ratios para el primer trimestre de forma anual se observa que la de los fijos discontinuos se dispara hasta el 55% (+24,9 puntos interanuales) y bate el récord desde 2009 (con 483.487 contratos fijos discontinuos sobre 879.152 afiliados fijos discontinuos).

También la de los indefinidos (tiempo completo, tiempo parcial y fijos discontinuos) alcanza su máximo con un 12,1% (+5,2 puntos interanuales). En cambio, la ratio para los temporales se reduce con respecto al primer trimestre del año anterior y se sitúa en el 54,8% (-16,4 puntos interanuales).

La ratio para los temporales a tiempo parcial disminuye hasta el 33,2% (-4,7 puntos intermensuales; +11,8 puntos interanuales). También se reduce para los temporales a tiempo completo hasta el 27,8% (-2,8 puntos intermensuales; +5,5 puntos interanuales). Asimismo, cae la ratio para los contratos indefinidos a tiempo parcial hasta el 4,6% (-1,1 puntos intermensuales; -1,4 puntos interanuales) y para tiempo completo hasta el 2,2% (-0,6 puntos intermensuales; -0,1 puntos interanuales).

Por último, Javier Blasco asegura en relación con la reforma laboral que «no cabe duda de que el principal logro de la reforma laboral de 2021 ha sido mejorar los indicadores de temporalidad que nos exigían desde la UE».

Explica el experto que aunque el 35% de los nuevos indefinidos sean fijos discontinuos, e incluso si computamos estos como no estables, el porcentaje estables y no estables sería del 30% y 70% en la contratación inicial, cuando antes de la reforma laboral era de un 10% v 90%. «Y si nos referimos al total de la población ocupada, el porcentaje de afiliados con contrato temporal se mantiene en un mínimo histórico del 14%, cuando antes de la reforma se situaba en el entorno del 25%. La pregunta es si ahora el saldo neto entre contratos iniciales y la población ocupada tienen alguna fuga, donde 'mueren' muchos contratos vocacionalmente temporales -desde la perspectiva productiva-, con independencia de su calificación jurídica o estadística», explica.

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