Baloncesto
Madrugada de récords en la NBA: remontada histórica de los Lakers y la gran noche de Lillard
Los angelinos vencieron tras ir perdiendo por 27 puntos en Dallas y el base rompe su récord de anotación al sumar 71 puntos ante los Rockets

Hubo dos focos gigantes en la madrugada de la NBA, en la que los Lakers protagonizaron la mayor remontada de la temporada, al regresar de un déficit de 27 puntos en la primera mitad, y en la que Damian Lillard se erigió como el gran personaje del día al anotar 71 puntos frente a los Rockets y convertirse en uno de los jugadores que más puntos ha sumado en un solo partido en toda la historia de la liga.
De hecho, solo Chamberlain -que se fue por encima de los 70 puntos en cinco ocasiones-, los 81 de Kobe Bryant ante los Raptors y los 73 de David Thompson en 1978 superan la marca establecida anoche por Lillard.
El base, líder absoluto de los Blazers, se bastó para superar los Rockets en un partido que resultó un monólogo (131-114). Fue una actuación magnífica, que ya al descanso le situó en el camino de un récord impensable. En ese momento, tras los dos primeros cuartos, Lillard acumulaba ya él solito 41 puntos, a los que sumó otros 30 en la segunda mitad.
En total, el base anotó 13 triples -solo uno menos del récord de Klay Thompson- y lanzó por encima del 50 por ciento de efectividad (22 de 38 en tiros de campo), además de repartir seis asistencias y capturar otros tantos rebotes. «Es una actuación magistral», señaló su técnico sobre lo que acababa de hacer Lillard, una de esas estrellas infravaloradas de la liga.
Mientras él hacía historia, los Lakers acaparaban también un poco de ese protagonismo con una remontada mágica, la mejor de la temporada, ante unos Mavericks que no levantan cabeza a pesar de la llegada de Kyrie Irving.
La franquicia de Lebron (26 puntos) y Davis (30 y 15 rebotes) perdía por 27 en la primera mitad y acabó llevándose la victoria (111-108) gracias, en parte, a la gran actuación de uno de los recién llegados, Jarred Vanderbilt (15 puntos y 17 rebotes).
«Hubo algunos momentos duros y deprimentes en esa primera mitad mientras ellos construían su ventaja. Los muchachos nunca se desanimaron. Tenían esa mirada de frustración pero no era una mirada de derrota», apuntó Darvin Ham, entrenador de los Lakers, que confía en que su equipo pueda aún alcanzar al menos el play-in que le dé acceso a la lucha por el anillo.
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