El Cruïlla se blinda con Pet Shop Boys, Avril Lavigne y Smashing Pumpkins
El festival barcelonés dedica jornadas específicas a la urbana y el baile con nombres como Figa Flawas, Rojuu, Óscar d'León y Chucho Valdés
El Cruïlla encuentra su sitio y echa el cierre con 76.000 asistentes

Es prácticamente una tradición. Y sin el casi. Desde hace algo más de una década, no hay verano que se precie sin actuación de Pet Shop Boys a la vista. El año pasado, sin ir más lejos, estuvieron en el Primavera Sound. Y ... en 2022, en el BBK. Así que este año toca de nuevo carretera, manta y veteranía para dejarse caer de nuevo por la península y convertirse en uno de los reclamos del Cruïlla. Junto a Neil Tennant y Chris Lowe, un cocteleo de pop de aquí y allá en el caben Avril Lavigne, Smashing Pumpkins, Amaral, Johnny Marr, Chucho Valdés y los omnipresentes The Tyets y Figa Flawas.
El festival, que se celebra del 10 al 13 de julio, vuelve a apostar por las jornadas temáticas y la búsqueda de públicos más o menos específicos y concentrará en sus dos primeras jornadas, las del miércoles y el jueves, las músicas urbanas y el baile de raíz latina. Así, el primer día coparán la programación nombres que, como o Rojuu, Figa Flawas, María Escarmiento y 31 Fam, buscan rejuvenecer audiencias y sintonizar con nuevos públicos, mientras que el jueves mandarán el baile y las orquestas.
«Hay que hacer un festival en que la gente baile, y después de probarlo el año pasado vimos que además, la gente sabe bailar y hay que apostar por el baile y las orquestas», explicó el director del festival, Jordi Herreruela, durante al presentación del cartel. Dicho y hecho, ahí están el legendario salsero Oscar D'Leon y el pianista cubanoChucho Valdés, a vueltas con el 50 aniversario de Irakere, aportando veteranía y magia caribeña. A su lado, el merengue de la puertorriqueña Olga Tañón, la salsa de los colombianos Grupo Niche, la rumba fusión de los granadinos La Plazuela y la canción libérrima de Albert Pla.
El Cruïlla de toda la vida, el de la amplitud de miras, los brincos estilísticos y el tope de 25.000 personas por día, regresa el viernes con Amaral, Depedro y el primer concierto de Avril Lavigne en Barcelona en casi dos décadas. La canadiense, icono del pop punk de los noventa, compartirá protagonismo con el indie vieja escuela y amplio espectro de The Kooks y Kasabian.
El sábado la cosa se aprieta un poco más en la zona histórico-legendaria: Pet Shop Boys con su arsenal de hits sintéticos; Johnny Marr sacando a pasear parte del repertorio de The Smiths, amén de muestras de su obra en solitario; y Smashing Pumpkins pasando la prueba del algodón de la perdurabilidad: tres décadas después de sus discos clásicos, está por ver por dónde salen los de Billy Corgan, verso libre y bala perdida del grunge.
Calexico, The Tyets, Oques Grasses y Ginestà completan el que, sin duda, será el día fuerte de un festival que mantiene espacio de monólogos humorísticos e incorpora el escenario Silent Disco, una instalación artística de luz con la forma geométrica del campo magnético de la tierra que contará con programación de discjockeys.
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