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Una 'Piedad' de Goya no encuentra comprador en una subasta en Madrid

Declarada inexportable en 2014 e inédita hasta 2011, esta obra de juventud del pintor aragonés fue estudiada en el Prado

'Piedad', de Goya. Detalle ABALARTE

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Esta tarde ha salido a subasta en la sala Abalarte de Madrid una 'Piedad' (83,5 por 58 centímetros), de Goya, datada hacia 1774. Propiedad de la galería Bernat de Barcelona, fue declarada inexportable en 2014 «por considerarse una obra de gran rareza, representativa del periodo temprano de la producción de su autor y por constituir uno de los pocos ejemplos de su obra religiosa, ayudando así a definir la figura del artista en su contexto». No es BIC. Partía con un precio de salida de 3 millones de euros. Finalmente, no encontró comprador.

Estaba inédito hasta 2011, cuando Arturo Ansón Navarro, doctor en Historia del Arte y autor de monografías sobre Goya, publicó un estudio en 'Ars Magazine'. Un año después la pintura pasó por el Prado para su estudio. Las radiografías revelaron una composición anterior bajo la superficie de la pintura. Concretamente, una figura masculina de cuerpo entero, con barba y cubierta con un manto, que recuerda a San Joaquín, y un angelito. Como en otras composiciones del mismo periodo, Goya reutilizó un lienzo anterior para pintar una nueva escena.

En 2015 la obra fue incluida en la exposición 'Goya y Zaragoza (1746-1775). Sus raíces aragonesas', comisariada por Manuela Mena, entonces responsable del maestro aragonés en el Prado, que tuvo lugar en el Museo Goya. Colección Ibercaja de Zaragoza. En la ficha del cuadro incluida en el catálogo de esa muestra, se afirma que se trata de una obra de «inestimable calidad, en la que destaca la magistral interpretación de la luz sobre las distintas superficies de la composición permitiendo atribuir esta pintura a Goya sin género de dudas».

«Obra de gran belleza formal y cromática, siempre estuvo en Zaragoza»

Arturo Ansón Navarro

Doctor en Historia del Arte

Esta 'Piedad' se incluye, según Ansón Navarro, entre las obras de devoción que Goya pintó en su etapa zaragozana, que va desde su regreso de Roma en julio de 1771 hasta su marcha a Madrid en 1775. «Obra de gran belleza formal y cromática, siempre estuvo en Zaragoza. Goya la pintaría por encargo de algún eclesiástico o comitente de la burguesía zaragozana», apunta. Sobre su procedencia, se sabe que a mediados del siglo XIX pertenecía a un canónigo del Cabildo. Tras su muerte, pasó a una familia de Zaragoza, que la mantuvo hasta 2008, cuando pasó a formar parte de los fondos de la galería Bernat de Barcelona, su actual propietaria.

«Su estado de conservación es muy bueno, casi excepcional. Solo presenta escasos daños de pequeña entidad»

Rafael Romero

Restaurador

El restaurador Rafael Romero afirma en un estudio sobre la obra que «su estado de conservación es muy bueno, casi excepcional. Solo presenta escasos daños de pequeña entidad en los bordes superior e inferior. La obra se encuentra en tela original; el bastidor antiguo es fijo, sin cuñas. El lienzo, que nunca ha sido reentelado, ha sido clavado a este bastidor con tachuelas de hierro modernas«. Destaca Romero «la buena conservación de la tela, siendo esta de buena calidad, sin imperfecciones o daños. No presenta signo alguno de acidificación u oxidación».

Asimismo, añade que «el examen mediante luz ultravioleta revela escasos daños, apenas diminutos puntos dispersos por ciertas zonas de la superficie, principalmente localizados en los fondos». Se aprecia un pequeño desperfecto de unos 2,5 centímetros en el hombro derecho de Cristo y ligerísimas abrasiones en ciertas zonas del cielo. Explica Rafael Romero que en la esquina superior izquierda se observa «una marca diagonal dejada por el cuchillo de imprimar en el momento de aplicarse la preparación a la tela. En alguna antigua restauración se malinterpretó esta marca, se estucó y se retocó como fuera un daño».

Arturo Ansón aprecia una relación estilística de esta 'Piedad' con las últimas escenas del ciclo 'La vida de la Virgen', que Goya realizó en la iglesia de la Cartuja de Aula Dei de Zaragoza. Así, cree que muchos de los rostros femeninos que aparecen en estas pinturas murales son similares al rostro de la Virgen, así como el tratamiento de los pliegues del manto, amplios y quebrados. También se ha relacionado esta obra con la 'Piedad', de Annibale Carracci, de la Colección del Museo di Capodimonte de Nápoles, así como con otras célebres 'Piedades': la de Miguel Ángel en el Vaticano (la envergadura y vigorosa anatomía de Cristo) y la que hizo para los Colonna. Goya debió ver todas ellas en su viaje a Roma.

El artista centra la conmovedora escena en primer plano: la Virgen y Cristo muerto en su regazo, ante la Cruz. Solo se aprecia su parte inferior. Y a los pies, varios símbolos de la Pasión: la cartela con la inscripción INRI, la corona de espinas, los clavos... Una intensa luz blanca ilumina fuertemente las figuras. Emplea Goya una paleta suave: azul, rosa, blanco y ocre.

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