Los internautas esperan un gesto del Ejecutivo
En apenas 48 horas la red se ha convertido en centro del debate político. La «ley antipiratería» de Cultura prendió la mecha y los internautas echaron el resto. Una reunión, una medio manifestación y muchos «posts» después esperan que el Ejecutivo mueva ficha

Por primera vez en la historia de este país internet ha dejado de ser un ente virtual para convertirse en centro del debate político y social. La red ha pasado a copar las portadas de los diarios, los telediarios y hasta se ha atrevido a marcar la agenda de nuestros ocupados políticos. Y no precisamente de cualquier parlamentario. El mismísimo presidente del Gobierno se vio obligado a modificar su discurso en rueda de prensa con motivo de la próxima presidencia europea para templar los agitados ánimos de la blogosfera.
Un acontecimiento sin precedentes cuyo origen está en en un fortuito encuentro. Serían las diez de la noche del miércoles cuando en un restaurante madrileño cenaban dos comparsas bien distintas. En una mesa departían alegremente destacados representantes de la Coalición de Creadores; y en otra, a pocos metros, lo hacía un internauta convocado por Ángeles González-Sinde a la mañana siguiente por el conflicto de la «ley antipiratería», que nos lo cuenta. La nocturnidad y alevosía del instante hizo que en un momento de la conversación uno de los Creadores dijera bien alto:«¡Se la hemos metido por toda la escuadra al Ministerio de Cultura!». Dichas palabras no pasaron desapercibidas para el miembro de la «lista de Sinde» (así se conoce a los 14 blogueros que se vieron con Cultura el pasado jueves), cuya indignación no hizo sino ir en aumento hasta la citada reunión, pocas horas después.
«En un momento de la conversación se introdujo la cuestión del lobby de los creadores y tanto Sinde como Guillermo Corral (director general de Industrias Culturales) lo negaron», explica Julio Alonso, uno de los asistentes y creador de weblogs. El nefasto resultado de la reunión es de sobra conocido, así como sus consecuencias políticas: la disposición será cambiada, aunque no se sabe cuando. «Está claro que el Gobierno está reculando, pero somos escépticos porque el anteproyecto aún está ahí y seguiremos movilizados hasta que se elimine la cláusula», explica un esperanzado Alonso.
Esperanza compartida por Fernando Berlín, otro de los ilustres miembros de la «lista de Sinde» y responsable de Radiocable. «La reunión fue una falta de respeto absoluta y se nos dijo que no se iba a modificar ni una sola coma de la ley. Está claro que los acontecimientos posteriores les han hecho rectificar». Esta rectificación viene después de un tsunami virtual de magnitud sin precedentes, que ha movilizado en la red a más de 100.000 personas vía Facebook. No sólo eso, el Manifiesto de la discordia ha sido publicado en más de un millón de webs. «Se calcula muy poco el efecto real que tiene internet, es la aparición de la opinión pública como poder», explica Berlín. «Pasa lo que los internautas van decidiendo, y esa imprevisión es lo peor de todo».
Una imprevisión que ayer se puso de manifiesto en la (des)convocatoria de más de 20 concentraciones en capitales de provincia de todo el país, que nunca fueron oficiales para el Ministerio del Interior. Lo cierto es que al cierre de esta edición la web seguía ardiendo y en la calle la virtualidad se hizo carne y hueso.
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