OJO DE HALCÓN
El PSOE andaluz se abona al ruido
Pero ahí siguen con su relato para aparentar que están ofreciendo un rescate a Andalucía
Esto sólo es una componenda al servicio de Cataluña mientras siguen ninguneando a Andalucía

El escándalo eterno
Y aquí seguimos, enredados en los Eres, el escándalo eterno. Los socialistas se han resistido a pasar página, y probablemente todo irá a peor para ellos después de creer que podrían borrar el pasado. Todavía tras la sentencia del TC, en lugar de una retirada ... discreta al modo clásico, pecaron de soberbia aspirando a reescribir la historia. Y ahora se enfrentan a otro episodio bochornoso en este escándalo interminable: la maniobra desesperada de Conde Pumpido para tratar de impedir que el asunto llegue a la Justicia europea. Los nervios han traicionado al presidente del TC hasta el insomnio. Si Europa responde a la cuestión prejudicial planteada por la Audiencia de Sevilla confirmando que el Constitucional se extralimitó en el derecho comunitario sobre corrupción, se jubilará con el estigma prevaricador que tantos sospechan: haber movido los hilos para blanquear las condenas de los dirigentes socialistas reevaluando la sentencia del Supremo como falsa instancia de casación. Conde Pumpido no puede ignorar que ese es un desenlace muy verosímil con el que se cubriría de vergüenza.
Desde luego ha ayudado poco el desahogo PSOE aprovechando la sentencia del TC para reinterpretar el megaescándalo como una cacería de la derecha, con lo que convierten a los jueces en peleles ejecutores de la vendetta. Ese delirio lo han placeado por mítines, congresos, platós y casas del pueblo con desahogo indecoroso. Incluso les han dado homenajes o premios, caso de Magdalena Álvarez o Martínez Aguayo. A diferencia de Griñán, algunos han perdido el oremus creyéndose en posesión de no se sabe qué absurda autoridad moral. Pero esto no había acabado: la Justicia europea tendrá la última palabra, salvo que Conde Pumpido baje al barro para lograr su propósito espurio, y aún empeore el desenlace.
Premio y sectarismo
Y a propósito de premios, el PSOE, en el rally delirante al que se ha lanzado por las urgencias de la nueva dirección ausente, ha abierto un frente con la concesión a Fátima Báñez del premio que lleva el nombre Carmen Olmedo, socialista histórica de la Transición que dirigió durante años el Instituto de la Mujer. En el PSOE consideran que Fátima Báñez es indigna del reconocimiento asegurando que «no ha hecho nada por la defensa de los derechos de las mujeres». Para argumentar esto, sólo hablan de los efectos negativos de su reforma laboral. O sea, un argumento ideológico, torpemente partidista. Se podrá estar de acuerdo o en desacuerdo con aquella reforma, que por otra parte representaba al partido votado por los españoles y además creó no poco empleo, pero negarle todo mérito a Báñez en la proyección pública de la mujer es falso y además ridículo. Eso parece no importarles.
La hija de Carmen Olmedo se ha sumado a la polémica con un argumento anticlerical que late en muchas de las críticas: «invocaba a la Virgen del Rocío, y mi otra lucha es por una muerte digna, por la eutanasia; vi sufrir mucho a mi madre, y la religión católica niega este derecho». Ella, activista en la Asociación Derecho a Morir Dignamente, tiene la opción de pedir a la Junta que ese galardón deje de llevar el nombre de su madre para evitar que lo tengan mujeres católicas, pero no puede exigir que se premie sólo a mujeres con las creencias que le gusten a ella. El resultado, eso sí, será quitarle a su madre el honor póstumo de dar nombre a este premio, con el que se la recuerda cada año, por un prurito sectario. Triste triunfo.
Impronta Marisú
A la misma hora en que María Jesús Montero ponía ruidosamente el grito en el cielo con la Junta por la indignidad de levantarse de la reunión de la quita, Yolanda Díaz estaba denunciándola a ella por haberse levantado de la reunión del salario mínimo. Hay pocos casos equiparables de autorrefutación tan constante. Y la hemeroteca es un tigre borgiano para ella. Esta semana, mientras responsabilizaba al PP de que no haya presupuestos al rechazar ellos la senda de gasto, le sacaban una grabación suya diciendo el año anterior que el rechazo de la senda de gasto no impedía presentar los presupuestos. Por demás, no es coartada. La ley establece que si el Gobierno pincha con la senda de gasto, debe presentar otra en un mes. Y también incumplió esto Montero, como el mandato constitucional de presentar los presupuestos. Van a alcanzar media legislatura sin cuentas públicas, un fracaso sin precedentes, y la ministra de Hacienda aún se pavonea sin hacer su trabajo.
Con la quita se han montado un buen relato –en eso sí son realmente buenos– para acusar a la Junta de renunciar a casi diecinueve mil millones que podrían invertir en hospitales o colegios, y ahora añaden la indignidad de levantarse a los 5 minutos. Quitémonos el sombrero: son unos artistas de la manipulación. La Junta en realidad se levantó porque había solicitado que se incluyera la financiación en la cita –como exigía Montero cuando estaba en la Junta– y allí les dijeron que no y punto. En definitiva, la quita está hecha a la medida de Cataluña, pactada solo con ellos, y por eso no se incluye el impacto de la financiación en el algoritmo. Lo cual perjudica a Andalucía. Es en este punto en el que los socialistas recurren al previsible ¡cómo va la Junta a renunciar a diecinueve mil millones! A ver, son 1.400 millones de intereses en diez años. O sea, los 140 anuales calculados desde el minuto uno por la Junta. Y se pueden usar en función de la regla de gasto, o sea, no se van a poder destinar a sanidad o educación. Pero ahí siguen, erre que erre, con su relato para aparentar que están ofreciendo un rescate a Andalucía. Y es falso. Andalucía no tenía ni tiene problema para financiarse. Esto sólo es una componenda, para variar, al servicio de Cataluña mientras siguen ninguneando a Andalucía. Por más ruido que hagan, abonados a la consigna de Pablo Iglesias, pero no el fundador del PSOE, sino el de Podemos.
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