VIVIMOS COMO SUIZOS
Para eso tienes a Jeanette
Algunos libros hay que leerlos con un diccionario al lado, el de Manuel Alejandro hay que leerlo con Spotify
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Un día Manuel Alejandro pidió a Plácido Domingo que empleara poca voz en una canción suya. «Para eso tienes a Jeanette», le soltó el tenor. Reconoce su culpa por «escribirle letras para decirlas y no cantarlas». Algunos libros hay que leerlos con un diccionario al ... lado. El de Manuel Alejandro hay que leerlo con Spotify. Porque es un libro de memorias, de canciones y de sus intérpretes. Mientras lees tienes (quieres) escuchar a Rocío Jurado, Jeanette, Julio Iglesias, Raphael, José José, Marisol, Lolita o a la más olvidada Gloria. Sus memorias no memorias se titulan 'Manuel Alejandro. Vibraciones y elucubraciones de un escribidor de canciones' (Ediciones B). Siempre se ha sentido incómodo cuando lo tildan de compositor. Se considera un escribidor de canciones. Y cree que con Dylan han concedido el Nobel de Literatura a un escribidor de canciones.
Recuerda Manuel Alejandro que fue ruidero en las novelas de Radio Madrid o que barría y regaba a las seis de la mañana las gradas más altas del estadio de Chamartín con vértigo y dos o tres grados. Que tocó el piano a Mary Santpere mientras ella cantaba 'Fumando espero', le echaba el humo en la cara y le hacía carantoñas. Que fue pianista en el Pícnic cuando era un bar para homosexuales y cuando se convirtió en bar de prostitutas. Que lo contrató un editor para adaptar canciones extranjeras y en esa oficina conoció a Pura detrás de una Olivetti. Su Ana Magdalena. «Con ella llegué a escribir las mil canciones de mi vida». Un día le dictó una propia: «Yo soy aquel que por quererte ya no vive, el que te espera, el que te sueña, el que quisiera ser el dueño de tu amor». A Raphael se lo llevó Paco Gordillo al Pícnic. También le acercó a Marisol y Rocío Jurado. Sobre esta: «Manuel, sé que me vas a decir que no, porque te conozco, pero he visto actuar a Rocío Jurado, aunque con flamenco y canción española, que ya sé que no son de tu estilo escribiendo. Pero si te la llevaras a tu terreno, seguro que haríais diana total…». Se puso a regañadientes y miren lo que salió. «Si hubiera educado su voz hubiera llegado a ser una Callas o una Tebaldi». Escribidor y sastre, a Rocío le tomó bien las medidas. Pero con un escribidor grande (Manuel Alejandro es alto y grande) la medida acaba siendo universal. Me pasa con él y con José Alfredo Jiménez. Esas canciones hablan de mí. 'Procuro olvidarte', 'Como yo te amo' o 'El amor acaba'. A ver, por qué un señorito de Jerez conoce mi vida. Las cartas de amor son casi siempre ridículas, salvo para emisor y receptor, pero las canciones no.
De Jeanette (y ahí está la modestia del gran escribidor) recuerda: «Al no ser española, sino inglesa, los medios la trababan mejor incluso cantando canciones mías». ¿Y a quién le extraña? Si de una canción de Manuel Alejandro se trata, me la va a cantar mejor Jeanette que Plácido Domingo.