Hazte premium Hazte premium

La huella sonora

El ruedo

Se trata de llevar el miedo a cuestas, vivir sabiendo quién eres y qué defiendes

Más artículos del autor

Juan Flores
José F. Peláez

Esta funcionalidad es sólo para registrados

La muerte del animal es lo de menos. Es imprescindible, pero la cosa no va de eso. Al fin y al cabo, todos los animales mueren tras cumplir la utilidad que el ser humano les ha encontrado. A unos nos los comemos al ajillo, otros ... fallecen tras una vida haciéndonos compañía y otros mueren en la plaza. Solo es eso. Pero la muerte es inevitable. También la nuestra. Lo importante de los toros es comprender que la vida es un ruedo en el que te han tirado sin tu consentimiento. Y ahí te ves tú, luchando contra la muerte solo, sin demasiada ayuda y haciendo lo que puedes armado solo con un trapo y un misterio. Se trata de saber pasar miedo y de recibir los problemas sin descomponer la figura. Es decir, sin perder la dignidad ni la compostura. Y comprender cuanto antes que, tras recibir una cornada, solo queda una alternativa que es, por supuesto, recibir otra y luego otra. Y como eso no es negociable, lo que importa es aprender a ponerse en la cara del toro, bajar la mano, hundir el mentón en el pecho, jugarse la bragueta e intentar que el toro pase por donde quieres que pase sabiendo que posiblemente no lo haga. Y entonces estás muerto.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación