La niña muerta en la piscina de una guardería de Betanzos no se ahogó, sufrió un infarto
El informe de los análisis forenses revela que la pequeña falleció por una miocarditis, lo que provocó su sumersión en el agua

La tragedia que envolvió el caso de la pequeña Cristina P.V., la niña que falleció el pasado verano en la piscina de la guardería Galiña Azul de Betanzos (La Coruña), parece que ya tiene respuesta. El informe de los análisis efectuados en el Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses de Madrid revela que la niña de poco más de dos años no murió por ahogamiento, como se pensó en un primer momento, sino a causa de un infarto, el cual derivó en su sumersión en el agua.
Según apunta el periódico La Voz de Galicia , la autopsia recoge que fue una miocarditis la causa de su fallecimiento, si bien la pequeña recuperó el pulso durante unos segundos en la reanimación para después entrar otra vez en parada.
Cristina, que estuvo presumiblemente cincuenta segundos bajo el agua de una piscina de apenas 30 centímetros, no tragó una cantidad significativa de agua como para morir ahogada. «No se han visualizado diatomeas en las sangres de los ventrículos derecho e izquierdo y en médula ósea, existiendo en el agua de sumersión en gran cantidad», subraya el informe.
En el momento del trágico suceso había 33 niños en el patio, repartidos en tres grupos de entre 1 y 3 años. También había diez bebés que estaban en el interior de las instalaciones.
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