La unidad de élite del espionaje israelí no trabajaba los fines de semana antes del ataque de octubre para ahorrar

La ofensiva en gran escala del movimiento radical palestino Hamás se produjo como se sabe en la madrugada de un sábado, por tierra, mar y aire. El ataque, que llevó al menos dos años de elaboración y entrenamiento, implicó a unos 3.000 milicianos islamistas, rompió la barrera de Gaza en varios puntos, atacó al menos 20 objetivos israelíes -mientras una lluvia de miles de misiles surcaba el cielo de Israel- y produjo 1.200 víctimas, en su mayoría civiles, así como unas 240 rehenes. Fue el día más aciago de la historia del Estado de Israel.

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La falta de agentes de la Unidad 8200, la elite de la Inteligencia hebrea, que estaban librando, impidió el acceso a grabaciones y códigos, y explicó en gran medida el caos en el Ejército israelí, que durante horas no supo calibrar ni el alcance de la ofensiva islamista ni dónde se estaba produciendo.

Según explica 'The Times of Israel', la decisión de que la Unidad 8200 no trabajara por las noches ni los fines de semana se tomó en 2021, como consecuencia de la eficaz propaganda de Hamás, que logró convencer a las autoridades israelíes de que ya no estaba interesada en la guerra sino en las inversiones económicas en la Franja de Gaza. También fue el resultado de la presión desde el Gobierno por reducir costes. Un alto cargo de la Inteligencia militar -cuyo nombre no se revela- decidió entonces que la Unidad 8200 redujera su actividad, por considerar que «sus métodos ya no eran eficaces» para frenar una potencial ofensiva de Hamás.

El informe revela que en los últimos meses, en que se aceleraron las maniobras y entrenamientos de Hamás en Gaza, muchos agentes de la Inteligencia enviaron informes de alerta a sus superiores, pero estos los desecharon como 'fantasiosos', porque estaban convencidos de que si los fundamentalistas atacaban «lo harían por métodos no tradicionales».

Estas revelaciones ensombrecen aún más el futuro político de Netanyahu, que la Historia juzgará en gran medida responsable de un inmenso error de cálculo, generado en gran medida por su fijación en otras prioridades: el control del poder judicial, una de ellas; y otra sin duda los privilegios a los colonos de Cisjordania, como resultado de su pacto con los ultraortodoxos.

Esta servidumbre sigue pesando, y amenaza además al Gobierno de unidad alcanzado con la oposición para afrontar el esfuerzo de la guerra. 'The Times of Israel' informa de que el Gabinete ha aprobado una reforma de los presupuestos para incluir un fuerte aumento del gasto militar, en la que se han 'colado' también partidas para aumentar las ayudas a los colonos judíos en Cisjordania. La reforma se aprobó con los votos en contra del líder de la oposición, Gantz, y varios de sus compañeros, en lo que constituye otra fractura seria en el Gabinete de unidad.