Giorgia Meloni, primera mujer al frente del Gobierno italiano

Con determinación pero también con paciencia Giorgia Meloni ha llevado adelante las no fáciles negociaciones relativas a la composición del Gobierno, decidiendo finalmente los ministros en autonomía y los ha propuesto a la aprobación del presidente de la República, como prevé la Constitución.

Meloni ha tenido que lidiar con el impacto nacional e internacional de algunas imprevistas e inoportunas declaraciones robadas a su aliado el presidente de Forza Italia y también con los ataques de la oposición.

Una oposición que, en más de un caso y aunque dividida entre ella (PD - Cinque Stelle - Azione/Italia Viva), ha suscitado preocupación en el extranjero y dibujado como muy negativa la perspectiva de un Gobierno italiano de centroderecha calificándolo de derecha radical

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No obstante estas dificultades, el claro resultado electoral que indicó al centroderecha como ganador, ha facilitado la decisión del presidente Mattarella de encargar para la formación del Gobierno a la líder de Fratelli d'Italia , el partido más votado de la coalición.

Italia , después de más de 10 años de gobiernos parlamentarios sin pasar por las urnas, tiene finalmente un Gobierno político elegido por los ciudadanos.

Un Gobierno que también consigue el récord de nacer en un tiempo absolutamente récord.

El Gobierno Meloni , en su mayoría, es un Gobierno ampliamente político con algunos técnicos.

Los perfiles de los ministros es de parlamentarios con mucha experiencia política y en cualquier caso específicamente técnica como, por ejemplo en los Ministerios de Justicia, Trabajo, Interior o Salud.

Meloni sabía que tenía que hacer en poco tiempo el mejor Gobierno posible porque es su momento, porque es una ocasión personal única y porque la gravedad de la situación imponía miembros de Gobierno con larga experiencia política, competencia y credibilidad nacional e internacional .

Los problemas que el nuevo Gobierno tendrá que afrontar, como el coste de la energía y en general la inflación, son muy graves y podrían hacer insostenibles el día día de las familias y las cuentas de resultados de las empresas.

La sobriedad del comportamiento que ha caracterizado las semanas poselectorales de Meloni indica una seria conciencia de la dificilísima situación a la cual tiene que enfrentarse y de la urgencia de actuar.

La nueva primera ministra sabe muy bien que debe con sus acciones dar muestra de liderazgo, fiabilidad y credibilidad a nivel internacional y europeo.

Sabe que tiene que conquistar posiciones en las instituciones internacionales y financieras a través de una política económica atenta y una política exterior firme y claramente euroatlantista en este delicado momento geopolítico y de guerra.

Ser líder del Gobierno después de un primer ministro como Draghi, cuya reputación nacional y internacional sigue siendo muy alta, es un desafío no exento de complejidades.

El nuevo Gobierno podría encontrarse una dura contestación por parte de los partidos de oposición frustrados por haber perdido las elecciones que podrían utilizar las plazas para montar la ola de las dificultades sociales que una recesión a la vista podrían conllevar.

Obviamente se espera que no sea así y que la gravedad de la situación responsabilice no solo a los aliados de Gobierno, sino también la oposición para que aporte y apoye iniciativas claves y de emergencia para el país .

La situación italiana, debido a la alta deuda pública y el complicado entorno internacional, es muy difícil .

Italia finalmente se ha expresado con el voto y ahora le corresponde al Gobierno la responsabilidad de mostrarse a la altura de la grave situación.

El nuevo Ejecutivo tendrá la responsabilidad de representar con determinación y capacidad a Italia en Europa y en el mundo; tendrá que centrarse en las más urgentes prioridades del país y deberá planificar, dialogando también con la oposición, unas iniciativas legislativas estructurales que puedan cambiar en positivo las actuales perspectivas del país.

Veremos cómo evolucionará la situación política en los próximos mese , creo que todos tenemos que dejar de lado, si los hay, los prejuicios .

Podremos juzgar el nuevo Gobierno en función de sus acciones .

Ahora todos los italianos, independientemente de las distintas creencias políticas, tenemos, en el interés del país, que esperar que este nuevo Gobierno político con su joven y determinada líder sea capaz de superar las dificultades del espantoso entorno que vivimos y que se nos presenta en los próximos meses.