Así es la dinastía Berlusconi, una singular historia italiana
Los cinco hijos de Il Cavaliere son muy diferentes entre sí, pero siempre han tratado de mostrar al exterior una imagen de unidad
La herencia política de Berlusconi, entre su hija Marina y Giorgia Meloni

Con un funeral casi como el de un jefe de Estado, el último saludo de Italia a Silvio Berlusconi en la tarde del jueves pareció un capítulo de 'Succession', la exitosa serie televisiva con la trama de ambición y poder de unos ... hijos para suceder a su padre, dueño de un imperio de medios audiovisuales.
Aunque, en realidad, la vida de Il Cavaliere pareció la del protagonista de una telenovela, en la que hubo poder, dinero, amores y sexo. Hasta el propio oficiante, el arzobispo de Milán, Mario Enrico Delpini, lo retrató como un hombre amado y odiado, de existencia plena, en la que se mezclaron los excesos –en clara alusión a las fiestas nocturnas en sus residencias–, con una permanente búsqueda de amor y un eterno deseo de felicidad.
Sus cinco hijos, sentados en la primera fila, asentían al escuchar una homilía en cierta forma casi laica. Fue una ceremonia espectacular y barroca, que sirvió para celebrar el funeral de la Italia feliz, vital, expansiva, despreocupada que el magnate cantó como empresario y como político. Ahora esos cinco hijos, de dos matrimonios diferentes, se van a repartir un inmenso patrimonio, valorado según 'Forbes' en 6.700 millones de euros, un imperio económico que el magnate construyó desde cero.
La dinastía de los Berlusconi no es, por tanto, el éxito televisivo 'Succession' a la italiana, como algunos han pretendido ver. Porque hasta ahora no hubo disputa sobre quién se hace cargo del Imperio. Aunque lo parezca, esta no es una telenovela, sino una historia italiana, con protagonistas que hasta ahora han llevado una vida discreta, salvo alguna que otra rebeldía o exceso que el padre supo tapar.
El 'Succesion' italiano
Eleanora (36)

La más esquiva de todos los hermanos. Hizo un curso de gestión empresarial en Nueva York, y después trabajó en Mediaset. Es consejera delegada de la sociedad financiera H14, cargo que comparte con Bárbara y Luigi
Bárbara (38)

La rebelde de la familia. Se licenció en Filosofía con las mejores notas. Ocupó altos cargos en el Milan y tuvo un romance con el futbolista brasileño de este club Alexandre Pato. Tiene cinco hijos de dos matrimonios
Luigi (38)

Está considerado un mago de los negocios y también gestiona el patrimonio de sus hermanas Bárbara y Eleonora. Se graduó en Economía y Finanzas en Milán y tiene dos hijos con la abogada Federica Fumagalli
Marina (56)

La primogénita siempre fue el ojito derecho del magnate y su gran defensora. Presidenta de Fininvest, el 'holding' familiar de 4.000 millones de euros, se casó con un bailarín. Es tímida, pero también próxima a Meloni y a la viuda de su padre
Pier Silvio (54)

Consejero delegado de Mediaset, abandonó la carrera de Filosofía tras un accidente de moto en las Bermudas. Vivió cinco años en España y tiene cinco hijos de dos matrimonios con una modelo y una presentadora de televisión
Berlusconi tuvo cinco hijos entre 1966 y 1988: Marina y Pier Silvio nacieron de la unión con Carla Elvira Lucia Dall'Oglio, su primera esposa, a quien conoció en una parada de tranvía de Milán, casándose en 1965. Los hijos de su segundo matrimonio con la actriz Veronica Lario, conocida en el teatro, son Bárbara, Eleonora y Luigi. La primogénita Marina, 56 años, fue el ojito derecho de Berlusconi, su preferida. Desde el 2005 es presidenta de Fininvest, el holding familiar de 4.000 millones de euros.
Desde 2003 está al frente de la editorial Arnoldo Mondadori, una de las principales empresas europeas del sector. En 2008 se casó con Maurizio Vanadia, exbailarín principal del Ballet del Teatro alla Scala, con quien ya había tenido dos hijos. 'Forbes' situó a Marina Berlusconi en el puesto 48 de la lista con las mujeres más poderosas del mundo. Discreta y tímida, sólo en una ocasión se la vio desentonar, fotografiada aparentemente bajo los efectos del dios Baco, y con un pecho descubierto en un club nocturno de Mónaco. Siempre defendió a capa y espada al padre, protegiéndolo especialmente en los últimos años.
Con un funeral casi como el de un jefe de Estado, el último saludo de Italia a Silvio Berlusconi en la tarde del jueves pareció un capítulo de 'Succession'
Ella, junto a sus hermanos, evitó el matrimonio del magnate en 2022 con la diputada Marta Fascina, 33 años, su compañera desde marzo de 2020, para que no fuera un problema a la hora de repartir la herencia. Pero Marta Fascina, 53 años más joven, mujer aún misteriosa, pero conocida por su determinación, logró celebrar una 'boda simbólica', que Il Cavaliere llamó «fiesta del amor», en la festividad del día del padre, en 2022. Desde entonces, el ex primer ministro la llamó «esposa». Marina y Marta son hoy uña y carne, una alianza que pocos hubieran imaginado. La primogénita y Marta Fascina aparecieron cogidas de la mano, con los dedos entrelazados, ante la catedral de Milán.
Fue la imagen del día, una de las fotografías del funeral, toda una señal para el futuro del Imperio, con gran repercusión también para la herencia política. Ambas están en buena relación con la primera ministra, Giorgia Meloni, quien besó y acarició con afecto a todo el clan Berlusconi en la plaza del Duomo, una imagen también con valor político: muchos analistas vieron en el abrazo de Meloni a la familia Berlusconi, la confirmación de que la primera ministra recibía el testigo de la herencia política del fundador del centro derecha en Italia.

En las manos de estas dos mujeres, Marina y Marta, está en gran medida el destino de Forza Italia (FI), en el que tienen gran peso e influencia. Por razones electorales, Giorgia Meloni desea que FI sobreviva hasta las elecciones europeas del 6 y 9 de junio de 2024. Marina Berlusconi y Marta Fascina asistían regularmente todos los lunes a las cenas con Berlusconi en Villa San Martino, un monasterio benedictino en el pasado, la extraordinaria mansión que en 1973 compró Il Cavaliere a precio de saldo, con una espectacular pinacoteca y librería.
A esas cenas exclusivas se añadía también el segundo hijo, Pier Silvio, de 53 años, y dos personajes que siempre fueron sus principales consejeros en política y negocios: Gianni Letta, y Fedele Confalonieri, este último amigo desde su juventud, cuando cantaban en cruceros y clubs nocturnos. Pier Silvio, consejero delegado del Grupo Mediaset, abandonó la carrera de Filosofía tras un accidente de moto en las Bermudas. Tiene tres hijos: Lucrecia, nacida en el 1990, de la relación con la modelo Emanuela Mussida. Desde 2002 mantiene una relación con la presentadora de televisión Silvia Toffanin, de quien tuvo a su hijo Lorenzo Mattia, en 2010, y a Sofia Valentina en 2015.
Pier Silvio Berlusconi vivió, a los 5 años, una temporada en España con su madre, porque Il Cavaliere temió que fuera secuestrado por la mafia. La tercera de la saga, Bárbara, de 38 años, se licenció en Filosofía con las máximas notas. Fue vicepresidenta y directora general para las funciones sociales del Milan, hasta su venta en el 2017, y formó parte del Consejo de administración de Fininvest. Tuvo un breve romance con el futbolista brasileño del Milan, Alexandre Pato, cinco años menor que ella.
Ahora cuida a los cinco hijos que ha tenido con dos parejas. Bárbara está considerada la rebelde de la familia. También ella fue fotografiada bajo los efectos del dios Baco, pero Il Cavaliere pagó para proteger la imagen de la hija evitando la publicación de las fotos. Su hermana Eleonora, 36 años, es la más esquiva de los cinco hijos de Berlusconi. Se graduó en el 2009, hizo un curso de gestión empresarial en la Universidad de St. John en Nueva York, y después trabajó en Mediaset. Eleonora es consejera delegada de H14 (Holding Quattordicesima), sociedad financiera, un cargo que comparte con sus hermanos Bárbara y Luigi.

H14 es la caja fuerte que aglutina las acciones de Fininvest de los tres hermanos. Eleonora tuvo tres hijos con el modelo inglés Guy Binns, y en 2022, tras 11 años de relación sin casarse, se separaron. Por último, Luigi, de 34 años, se graduó en Economía y Finanzas en la Universidad Bocconi de Milán. Es presidente del holding H14, y tiene dos hijos con la abogada Federica Fumagalli, esposada en el 2020. Está considerado un mago de las finanzas. De hecho gestiona también el patrimonio de Bárbara y Eleonora.
La relación entre los dos hijos mayores, Marina y Pier Silvio, por un lado, y los tres hijos de su segunda esposa, Veronica Lario, por el otro, siempre fue aparentemente fría, más aún después del tormentoso divorcio de Verónica con Il Cavaliere. Pero en el funeral del patriarca, los cinco hijos escenificaron su unión, que habían plasmado también con esta sencilla despedida a su padre, publicada a toda página en los principales diarios italianos: «Dulcísimo papá, gracias por tu vida, gracias por tu amor. Vivirás para siempre dentro de nosotros».
Las claves del testamento
El difunto ex primer ministro hizo todo lo posible para evitar disputas familiares por la herencia después de su muerte. Quedó impresionado por las feroces luchas internas de la familia Agnelli, con disputas que aún continúan, tras la muerte del histórico presidente de la Fiat y de la Juventus, Giovanni Agnelli, fallecido hace más de 20 años. No quiso que esa experiencia se repitiera en su dinastía.
Una clave importante estará en el testamento. Marina y sus cuatro hermanos poseen cada uno entre el 7 y el 8 por ciento de las acciones de Fininvest. El holding también controla la editorial Mondadori y Banca Mediolanum. Marina y Pier Silvio heredarán la mitad de la participación del 60 por ciento de Berlusconi en Fininvest. Los tres hijos de su segundo matrimonio con la actriz Veronica Lario, Bárbara, Eleonora y Luigi, se quedarían a partes iguales con el 30 por ciento restante. Tal asignación daría a Marina y Pier Silvio un mayor control sobre el negocio de la familia, que dirigen con buena gestión.

En un comunicado, Fininvest dijo que habría una «continuidad» absoluta después de la muerte de su fundador. El patrimonio de Berlusconi incluye también sus villas y otros activos, que superan los 2.000 millones de euros. Las indiscreciones señalan que Berlusconi, siempre muy generoso con sus mujeres, dejará una ingente cantidad de dinero Marta Fascina (entre 50 y 100 millones de euros) y algunas de sus propiedades inmobiliarias, incluida Villa San Martino en Arcore.
Se ha especulado, tras la muerte de Berlusconi, sobre una posible venta o una OPA sobre Mediaset. El Gobierno de Giorgia Meloni ya ha dicho que defenderá el grupo, utilizando incluso la «acción de Oro». También la izquierda lo defendió: el expresidente del Partido Democrático y ex primer ministro, Massimo D'Alema, definió a Mediaset como un «patrimonio nacional» que era necesario apoyar y defender. A Marina, convertida ahora en una respetada «jefa de familia», le corresponde conservar una paz duradera en la dinastía, como deseó el patriarca.
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