Las cámaras grabaron al capellán con niñas en el lugar donde denuncian las agresiones sexuales
El primer visionado, parcial, sitúa 11 minutos al investigado en la zona del patio del colegio Highlands El Encina, de los Legionarios de Cristo, con varias menores un día que no había más adultos vigilando
Las cinco denuncias del colegio de los Legionarios de Cristo: «El padre Marcelino a veces nos molesta. Dice que es un secreto»
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Las cámaras de seguridad del colegio Highlands El Encinar, en La Moraleja, donde presuntamente el capellán agredió sexualmente a seis menores de edad, grabaron escenas en las que se ve cómo el sacerdote se acercaba al lugar donde habrían ocurrido los hechos y permanecía 11 minutos allí. Según la información a la que ha accedido ABC, la secuencia analizada por la Policía Nacional ocurrió el 3 de marzo, en un momento en el que no había ningún adulto más vigilando el recreo. Además, este periódico ha podido saber que los padres de una sexta alumna han denunciado por los mismos hechos, por lo que ya son seis las presuntas víctimas, todas de primer curso de Primaria.
Aquella mañana había llovido y, explican en un informe los agentes de la Unidad de Atención a la Familia y la Mujer (UFAM) de Madrid, el barrido de imágenes no ofreció nada sobre las menores en los horarios habituales: de 10.25 a 10.50, cuando están en el patio los más pequeños de Primaria (como las denunciantes); de 11.05 a 11.40, la hora de los mayores; ni de 13 a 15, momento del descanso del comedor. En estos momentos siempre hay al menos dos adultos vigilando, algo que ocurre prácticamente todos los días lectivos.
Sin embargo, aquella jornada no es hasta las 13.40 cuando se aprecia la presencia de menores. Se ve al padre Marcelino A. N., de 57 años, acompañado de tres niñas de corta edad, probablemente de entre 6 y 7 (como las presuntas víctimas), que vienen de la zonam del «patio de abajo», que es como ellas distinguen ambos extremos. En las imágenes en cuestión, vienen de esa parte y salen del fotograma en dirección a la zona donde se supone que se producían las agresiones sexuales, que se encuentra en un punto ciego de grabación.
Estas personas permanecen allí, fuera del ángulo, hasta las 13.15 horas, volviendo al plano desde el lugar antes mencionado, esta vez con dos menores. El espacio del que hablaban las menores es una zona del patio donde «hay dos basuras y los banquitos»
Por ahora, falta aún el visionado de todas las grabaciones, que comprenden el interior del colegio. Hay un total de 18 aparatos y la horquilla de las imágenes van desde las 18 horas del 27 de febrero de 2025 a las 19.27 horas del 7 de marzo (un día después de la detención del padre Marcelino).
Los agentes de la UFAM visitaron los llamados «patio de arriba» y «patio de abajo». En el primero hay baños, utilizados por las alumnas. En el otro están los baños para los chicos.
Los hechos denunciados
El cura, español de 57 años, fue secretario y mano derecha del fundador de Regnum Christi, Marcial Maciel, quien fue apartado del sacerdocio dos años antes de fallecer por el Papa Benedicto XVI, en 2006. La congregación ha reconocido 60 casos de agresiones sexuales por parte del religioso mexicano. La sombra de la sospecha sobre el padre Marcelino llevaba una década pendiendo sobre él, sin que se hiciera nada al respecto, más allá de apartarlo temporalmente del anterior colegio donde trabajó, también de Highlands, Los Fresnos, en Boadilla del Monte.
Tras quedar en libertad con medidas cautelares y acusado de cinco delitos sexuales sobre menores de 16 años, que podrían condenarle a 60 años de prisión, se estudia el cese dentro de un mes del director del centro. En junio, también deberán testificar ante el juzgado de Instrucción número 7 de Madrid dos de las docentes de las menores, a quienes, presuntamente, habían trasladado lo que les estaba pasando, sin que lo comunicaran.

A las 10.30 horas del 6 de marzo, el padre de la primera víctima comenzó a declarar ante la UFAM. Con 6 años, lleva en El Encinar desde que tenía uno. La menor, que «siempre ha sido risueña y alegre», comenzó el curso a presentarse «más irascible, gritando sin motivo aparente, con estallidos de ira y terrores nocturnos, además de miedo a la oscuridad». La situación se ha agravado, explica el padre, desde las pasadas navidades, aunque las pesadillas comenzaron a finales del curso anterior. Es más, acude con frecuencia a la enfermería del centro durante los recreos, según le habían informado, por «dolor de tripa y de cabeza que aparentemente no respondían a ningún cuadro». «Esas visitas coincidían con este estado depresivo de mi hija», detalló.
Durante la charla del matrimonio con la niña, que grabaron en vídeo, la pequeña relató lo que ocurría con el padre Marcelino. Es más, la última presunta agresión sexual la habría sufrido la jornada anterior a narrar los hechos. La menor incluso hace la cuenta de que son 32 veces, al sumar los 28 días del mes de febrero con los que llevaban de marzo. Afirmaba, por lo tanto, vejaciones a diario, aunque se trataría de una cifra aproximada, pues incluía los fines de semana, cuando no hay clases.
El 5 de marzo, al apagar la luz para que se acostara, ella se puso muy nerviosa: «No me quiero dormir por las cosas que me han pasado. He tenido un sueño de 'malos' y otro en el que tenía frío y llegaba papá y y tiraba al padre Marcelino por la ventana». Fue cuando decidieron grabar a su hija, que les contó: «El padre Marcelino a veces nos molesta». Y refirió que les decía a ella y a sus amigas que tenían que hacer «bromas», como «poner la zancadillas a otros niños, empujarlos con la bandeja o sacar el dedo palabrota a gente buena». Dijo algo que repitieron otras presuntas víctimas: «Eran secretos y juegos». Y explicó cómo el capellán «las tiraba del brazo y la ropa y se las llevaba a sitios secretos». Añadió que ella y sus amigas le habían dicho «que no les gusta, pero que lo hace igual». El 13 de febrero, se lo contaron a dos tutoras, las que deberán testificar en junio. Las profesoras les dijeron que «no pasa nada» y que «sus zonas íntimas no se las pueden tocar», advirtiéndoles, además, de que «no pueden estar solas».
El lunes, 23 de marzo, el director de El Encinar, el padre Jesús María Delgado, anunció su dimisión, aunque estaba más que claro que iba a ser destituido por no hacer caso a las quejas previas sobre el capellán, del que era su principal valedor.
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