Hazte premium Hazte premium

Ciudad Real

La bodega creada por Miguel Bosé y leyendas del Real Madrid recuperada ahora por empresarios olivareros jienenses

Casalobos, situada a 900 metros de altitud en los Montes de Toledo y cerca de Cabañeros, entre Picón y Porzuna (Ciudad Real), destaca por un edificio único y sus vinos tinto y blanco, a los que se suma ahora un aceite de oliva virgen extra Cornicabra

La bodega de Butragueño, Míchel y Miguel Bosé entra en concurso de acreedores

ABC

Ciudad Real

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Lo que una vez fue el sueño vinícola de Miguel Bosé y varias leyendas del Real Madrid, hoy renace con una nueva visión de la mano de empresarios jienenses. En los Montes de Toledo, entre encinas centenarias y suelos volcánicos, Casalobos resurge con una apuesta única: unir el mundo del vino y el aceite de oliva de alta gama.

Los actuales propietarios se dieron cuenta de que a la historia de Casalobos le faltaba algo más de emoción, algo que se ha visto en el proceso de trasformación y los objetivos que se han marcado. «Casalobos no es sólo una bodega; es el reflejo de un sueño largamente acariciado por quienes han dedicado su vida al vino y al aceite con pasión y entrega. Adquirir esta finca, enclavada en un paisaje único, fue mucho más que una inversión: fue la oportunidad de rescatar un legado y convertirlo en algo verdaderamente especial«, afirman a ABC sus actuales responsables.

«Cuando llegamos, encontramos una bodega dormida, casi olvidada por el tiempo. Los viñedos, que una vez dieron vida a grandes cosechas, necesitaban cuidado y dedicación. El edificio, marcado por el paso del tiempo, pedía una restauración que le devolviera su esplendor. Pero donde otros veían un reto, nosotros vimos una promesa», relatan. De este modo, durante los últimos dos años, se han volcado en devolverle a Casalobos su esplendor, restaurando cada rincón de la finca con esmero, recuperando las cepas con paciencia y cuidado, y el fruto de ese esfuerzo ya se ha materializado en su vino más especial: Casalobos.

«Este proyecto es más que vino; es una forma de vivir y sentir la tierra», aseguran desde la empresa. «Queremos que nuestra bodega sea un referente, no solo por la calidad de sus vinos, sino por la experiencia que ofrece. Un espacio para disfrutar con amigos y familia, donde cada copa cuente una historia, donde cada sorbo sea un tributo a la tierra y al esfuerzo de quienes la trabajan«, subrayan.

«Nuestro sueño es que Casalobos sea vanguardia y tradición al mismo tiempo. Un lugar que conecte con las nuevas generaciones sin perder su esencia. Porque amamos lo que hacemos, y queremos compartir ese amor con quienes saben que el mejor vino no solo se bebe, sino que se vive», subrayan.

Asimismo, los nuevos propietarios dan una gran importancia al enoturismo. Según indican, en Casalobos, cada visita es una inmersión en la tradición vinícola y la belleza natural de los Montes de Toledo. Al llegar, el visitante es recibido por un paisaje de viñedos que se extienden hasta donde alcanza la vista, donde el sol acaricia las hojas y el aire fresco invita a la exploración.

La experiencia comienza con un recorrido guiado por la finca, donde se desvelan los secretos de sus ricos suelos y el meticuloso cuidado de las vides. sus guías, apasionados por la viticultura, comparten historias sobre las variedades que cultivan, como Tempranillo, Syrah y Cabernet Sauvignon, y las técnicas que emplean para obtener vinos de carácter y elegancia.

La visita continúa en la bodega, un espacio donde la tradición y la innovación se dan la mano. Allí, el vino reposa en barricas de roble, madurando con paciencia y esmero. La cata se convierte en un viaje sensorial, donde cada copa revela los matices y aromas que hacen únicos a sus vinos. Para realzar la experiencia, ofrecen maridajes con productos locales seleccionados: quesos artesanos, embutidos curados y su propio aceite de oliva virgen extra, que complementan y realzan los sabores del vino.

Para los más aventureros, Casalobos ofrece actividades al aire libre que permiten descubrir la finca desde una perspectiva diferente: rutas a caballo entre los viñedos, senderismo por los caminos rurales y paseos en bicicleta por los alrededores invitan a conectar con la naturaleza y disfrutar de paisajes que parecen sacados de un cuadro.

Al caer la tarde, la experiencia culmina con una puesta de sol sobre los viñedos, un momento perfecto para reflexionar sobre la jornada vivida y llevarse consigo recuerdos imborrables. En definitiva, tal y como concluyen desde la nueva compañía, «Casalobos es más que una bodega; es un destino donde el vino se vive, la historia se siente y la naturaleza se respira. Te invitamos a descubrirlo».

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación