Antonio Garamendi: «Topar precios suena a planificación soviética, va contra el libre mercado y empeorará el problema»

-Yolanda Díaz, los sindicatos y el propio Pedro Sánchez han puesto a los empresarios en la diana.

-Nosotros estamos planteando temas con responsabilidad, explicando lo que está pasando. Y los datos nos están diciendo que vienen curvas. No se pueden ver los datos aislados, de un mes de agosto solo, hay que observar las tendencias y, tristemente, la situación se está complicando por la guerra, aunque las señales ya se veían antes. Y parece que hay una fórmula fácil para definir la situación, y es echarle la culpa a las empresas y a los empresarios. Se lanza el mensaje de que todos los males vienen de la clase empresarial, que se ha convertido ahora en egoísta, cuando hemos demostrado que somos solidarios, en la pandemia, y en los últimos años, con la firma de 15 acuerdos de diálogo social muy importantes. Los empresarios no somos el problema, somos la solución.

-Díaz ha culpado a la CEOE de bloquear los convenios colectivos.

-Hay 4.000 mesas de negociación abiertas. El acuerdo de convenios (ANC) es una recomendación, pero lo que tiene fuerza de ley son los acuerdos en los convenios. Y hay pactos que se están renovando, como el de la construcción, que afecta a un millón de trabajadores. No es cierto, por tanto, que la negociación esté paralizada. Esto por un lado, y, por otro, las empresas no pueden asumir una cláusula que supone indexar los sueldos al IPC porque provocaría los efectos de segunda ronda, consolidar la inflación de forma estructural. Y no lo decimos solo nosotros, también el Banco de España, todos los organismos internacionales y los economistas.

-El Gobierno apela a los beneficios empresariales y la vicepresidenta segunda anima a salir a las calles.

-Pero no dice nada de que las empresas no han podido trasladar a los precios lo que sufren en costes. Los empresarios no estamos diciendo que no suban los salarios, lo que decimos es que no pueden subir acorde a la inflación. La injerencia de Yolanda Díaz en este tema no es comprensible cuando dice que apoya expresamente las manifestaciones de los sindicatos y que estos tienen razón. El Ministerio de Trabajo debería ser imparcial. Cuidado, que respeto profundamente a los sindicatos y sus manifestaciones, están en su derecho, pero no que la ministra las apoye y falte a la verdad y diga que nos hemos levantado de las mesas porque no es cierto. Me remito a un comunicado de CC.OO. del 5 de mayo en el que se afirmaba que, de mutuo acuerdo, nos levantamos de la mesa. Los empresarios seguiremos hablando, pero que nadie se aproveche, porque esto no consiste en que tú te sientas y haces lo que yo digo porque esto no es así. Somos responsables y no vamos a tomar decisiones a corto plazo porque a largo plazo España lo pagaría.

Beneficios empresariales

«Hablan mucho de beneficios caídos del cielo, pero si alguien los tiene es el Estado»

-En el plan de contingencia frente al posible corte del gas ruso se recomienda intervenir los beneficios empresariales de las eléctricas...

-En el área de la energía ha habido una mala planificación en Europa. Alemania tenía un 45% de generación procedente de energía nuclear y una decisión política se decidió prescindir de ello, cayendo en las manos de Rusia y pasando a depender de ellos geopolíticamente. La paradoja es que la UE dice ahora que la energía nuclear es verde. En España hemos cerrado once plantas de carbón y ahora es el gas el que entra en el sistema. Europa tiene que empezar a pensar en cómo será autónoma. Vamos a ver cómo plantea Europa estas medidas. Business Europe, la patronal europea, ya le ha trasladado a la Comisión su desacuerdo con la imposición que se ha hecho a la banca y las eléctricas. Pedimos una política común.

-Sánchez ha puesto muchas de sus esperanzas en un pacto de rentas, pero solo en el sector privado.

-Se habla de pacto de rentas, pero el planteamiento del Gobierno para ese plan es que yo hago lo que tenga que hacer y tú tienes la responsabilidad del pacto de rentas, pero claro para eso ya tenemos los acuerdos de negociación colectiva. Y en este pacto de rentas hay que hablar de todo, de pensiones, del sueldo de los funcionarios y también del salario mínimo. Esto ayudaría a contener la inflación. Ahora de lo que se trata es de trabajar para que haya más empleo, y pensamos que bajar el IVA y deflactar la tarifa del IRPF ayudaría.

-Hacienda está haciendo caja con la inflación, pero arremete contra los beneficios caídos del cielo de las eléctricas.

-Hablan mucho de beneficios caídos del cielo, pero si alguien tiene beneficios caídos del cielo es el Estado, entre 20.000 y 30.000 millones. Eso también provoca inflación. La única forma de contener los precios es no generar más inflación, y todos deben apretarse el cinturón, también el Estado.

-¿Qué soluciona topar el precio de los alimentos?

-Esta idea me recuerda a planificación soviética. En Europa oír esto me deja sorprendido, por no decir otra palabra. Si alguien piensa que de esta forma arreglamos el problema, lo estamos empeorando. Si en la CEOE, o en cualquier otra organización empresarial o sector, se le ocurriera a los presidentes de una compañía o a sus propietarios sentarse para hablar de un precio común, en ese momento tendrían sobre la mesa una denuncia y una multa multimillonaria. Sorprendentemente todavía no he oído a Competencia decir nada. Y si algo es importante es el libre mercado. Es empezar con algo que acabó con el muro de Berlín. Sinceramente, es lo último que me esperaba.

-¿Cree que se materializará esta iniciativa de la vicepresidenta?

-Confío en las palabras del ministro de Agricultura, Luis Planas, y sus declaraciones realizadas con mucho criterio y responsabilidad, en las que dejó claro que la medida no se debe ni se puede hacer.

-De nuevo Díaz, en este caso su idea de subir de forma inminente el salario mínimo. ¿Qué le parece?

Pues que parece que es necesario dar titulares. Para empezar, lo normal es que se hablara en diciembre de la subida del SMI, no en septiembre. Y, además, los datos de paro y crecimiento no son nada halagüeños. La Airef ya habla de una contracción de la economía del 0,4% en el último trimestre, hasta septiembre. Pero cuando interesa, pues montamos una comisión de expertos. Yo tengo a todos los expertos, que son los que contratan y generan empleo. Dejémonos de teorías y hagamos lo que tengamos que hacer. A mí lo que me preocupa es que haya empleo y de calidad. El problema que hay con el SMI es que el Estado está invadiendo la negociación colectiva desplazando los salarios hacia arriba. Las mesas de negociación van a terminar teniendo poco sentido y el SMI se convertirá en un mecanismo regulado más, como la energía.

-España ha perdido autónomos por primera vez desde 2013. ¿Qué deparan los próximos meses?

-No me gustaría ser catastrofista, quiero ser positivo, pero vienen curvas y tenemos que hacer las cosas bien, empezando por el Estado. Posiblemente, España crecerá este año un 4% con un déficit que rondará el 5%. Y en 2023 creceremos un 2%. ¿Cuál será entonces el déficit? No vale culpar a la gran empresa y a supuestos poderes ocultos de los males de la economía. No sé, por otro lado, cuáles son esos poderes oscuros y fácticos que citó el presidente del Gobierno y me gustaría poner en valor a la prensa, a los medios de comunicación, porque igual que hablan de las empresas, lo hacen de los medios.

-Las industrias están parando y algunas cerrando por el alto coste de la energía.

-Independientemente de los problemas de suministros, por ejemplo, en el campo del automóvil, en las industrias electrointensivas como la siderurgia, o las relacionadas con la cogeneración, ha habido un problema con la energía y celebro que el tope del gas se extienda a las industrias de cogeneración. Hablamos de los objetivos marcados para 2030 pero nos olvidamos de los objetivos que nos fijaban para 2020. Un 20% de la energía debería ser renovable ese año, lo que hemos cumplido, pero también que un 20% del PIB fuera industrial. En España estamos en torno al 16,5% y sin la energía solo llegamos al 11,5%. La industria es clave porque son empresas tractoras y muchas se han visto obligadas a parar por los precios. Son fundamentales. Por ejemplo, los empleos de la industria son indefinidos, están afectos a un convenio con salarios dignos. En las regiones donde el peso de la industria supera el 20%, el desempleo es menor del 10%, como ocurre en Navarra o el País Vasco. Tenemos que trabajar para proteger e impulsar la industria.

Salario mínimo

«El Estado invade la negociación colectiva desplazando los sueldos hacia arriba con el alza del SMI»

-Cambiando de tema, ¿cree que habría que replantear la indexación de las pensiones al IPC?

-Todos los partidos políticos salvo Vox, que se abstuvo, votaron a favor de la indexación de las pensiones al IPC. Cuando vimos la primera parte nos pareció bien la vinculación de las pensiones al IPC pero pedíamos que se pusiese en marcha un Factor de Sostenibilidad, que ya estaba aprobado pero que no había entrado en vigor. El Gobierno se comprometió a ello cambiando el nombre a Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI) que al final ha sido una subida de cotizaciones del 0,6% que no va arreglar nada.

-Escrivá prepara una subida de impuestos al empleo, un destope de la base máxima para la segunda ronda de negociaciones...

-Vamos a ver qué se plantea en la mesa de negociación pero las soluciones cómodas de corto plazo nos pueden meter en un problema a todos. Ahora llega la parte del efecto corrector, y el planteamiento no puede ser subir cotizaciones y ya está, tendríamos un problema. Las cotizaciones en España, que son de en torno al 30%, están por encima de la media de la UE. Para las pensiones habría que llamar a un actuario, que nos diría cuánto he cotizado y durante cuánto tiempo y la esperanza de vida para calcular la prestación. Vamos a ver qué nos plantea el ministro pero tenemos que ser responsables. Esto no consiste en subir cotizaciones a las empresas porque afectaría al empleo y a los salarios.

-Los malos datos económicos y la discusión política están dejando de lado el tema de los fondos europeos.

-El ritmo debería ser más rápido y nos preocuparía que quedaran fondos sin destinar. Por ejemplo, el proyecto de la automoción, que es el primero que se presentó, va lento y Ford ha dicho que va a atrasar el proyecto de baterías en Sagunto, y preocupa que no salga adelante. Es importante que los fondos europeos se agilicen, es una oportunidad única.

-¿Qué le pareció el debate en el Senado entre Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo?

-No quiero entrar en política. Nuestra obligación es estar centrados en lo que estamos, ser independientes y trabajar con responsabilidad y sentido de Estado. A veces nos equivocamos, pero lo hacemos de buena fe y con lealtad institucional. Y vamos a seguir en esa línea. Eso sí, echo de menos cuando se habla de los Pactos de la Moncloa o de pacto de rentas que se haga partícipe al principal partido de la oposición, porque no son temas de un partido, ni de una legislatura, son temas de país.