Atletismo
El imparable Ingebrigtsen acecha a El Guerrouj
Diamond league
El noruego logra el récord de Europa de 1.500 en el mitin de Chorzow. Buena carrera de Adrián Ben
María Vicente asusta a Peleteiro

Está imparable Jakob. Este domingo ha ofrecido una nueva exhibición en Chorzow (Polonia) donde la Liga del Diamante hacía una de sus últimas paradas antes de los Mundiales de Budapest. Había pedido tres liebres el noruego y había dejado muy claro a los organizadores que no quería rivales de alto nivel. Su idea era perseguir un buen crono, no perseguir a ninguno de sus adversarios más difíciles en la recta final. Ni Katir, ni Nuguse, ni García Romo. No quería figuras en la línea de salida. Buscaba una carrera limpia, en fila india, exactamente una de esas que se han convertido en su especialidad.
Un domingo muy caluroso en la región de Silesia. 32 grados cuando se dio la salida a los 1.500 metros, una temperatura ideal para la velocidad, pero elevadísima para los mediofondistas. Las liebres funcionaron bien, en especial, la tercera, encarnada por el australiano McSweyn, todo un millero de élite, un lujo tenerlo de marcapasos. Ingebrigtsen cruzó los 1.200 metros en 2:47.1. Necesitaba un crono de 40.8 en el último 300 para batir su propio récord de Europa (3:27.95). Era factible.
El noruego se lanzó en busca de la meta, sin rivales que lo molestaran, con el récord continental en la mente y con su zancada fluida, académica, cómoda, económica, de buena escuela. Otra cosa es el récord del mundo. Él es muy consciente de que los 3:26.00 de El Guerrouj están, hoy por hoy, un peldaño más arriba. Aunque caerán. Jakob se lanzó con todo. Se tiró en los cuadros como si se tratara de la final olímpica de los 100 metros, adelantando pecho. Las centésimas cuentan. Tiene hambre el noruego a sus 22 años.
Ingebrigtsen detuvo el crono en 3:27.14. Es una calculadora. Había hablado de 3:27.0 antes de tomar la salida. Sabe medir muy bien sus estados de forma, sus posibilidades y es muy realista a la hora de fijarse objetivos. Muy probablemente correrá 1.500 y 5.000 en Budapest a finales de agosto. Puede ganar las dos medallas de oro.
En la misma prueba, en el autobús que se formó por detrás del noruego, el gallego Adrián Ben logró unos excelentes 3:33.50. Aun siendo un especialista en 800, Ben está dando pasos de gigante para convertirse en un mediofondista completo, algo que no hemos vivido en España, pero que los ingleses vieron en Coe, Ovett, Cram o Elliott. El 1.500 español vive un año de locura con Katir, Mechaal, Romo, Ben, Gómez y Fontes. Veremos un gran campeonato de España dentro de dos semanas. Pero antes tendremos ocasión de comprobar, el próximo domingo en Londres, si Mechaal puede con el récord nacional de Katir. El mediofondo español arde.
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