eurocopa
La paz de España en medio de la nada: carriles bici, cereales y lagos
selección española
El turismo, la agricultura y la industria son la base económica de la región donde se prepara España
Una selección fortificada y de récord

Turquía ganó a Georgia y una hilera de automóviles decorados con banderas otomanas de la media luna y la estrella atronan en el pacífico vecindario de Villingen y su pueblo hermano Schwenningen, dos localidades que juntan 80.000 habitantes en la Selva Negra, el sosegado ... enclave que eligió la selección española para residir en esta Eurocopa y en el que quiere permanecer en el 'sueño de 45 días'. Así denomina el 'staff' técnico de España al plan para jugar la final del Europeo, 45 fechas desde que se concentraron en Las Rozas hasta el 14 de julio.
En Villingen, en Donuaeschingen y en el estado de Baden-Wurttemberg habitan miles de turcos y albaneses de segunda generación que buscaron prosperidad lejos de sus países de origen. La felicidad de estos descendientes mediterráneos es contagiosa, los bares claman cada vez que hay un gol de sus selecciones, la plaza con un chorro de agua de Villingen es Neptuno o Cibeles.
Los partidos de Alemania, Turquía y Albania, los restaurantes con televisiones gigantes en las terrazas o en el interior, dos banderitas germanas en la parte posterior de los coches y los estandartes teutones colgados de algunas terrazas han sido la conexión de estos parajes con la Eurocopa. Una atmósfera muy alejada del bullicio, el ajetreo y los desplazamientos de las aficiones en Gelsenkirchen, Dusseldorf, Colonia o Berlín. Nada de multitudes por aquí.
La Selva Negra es paz, ausencia de estrés, su vida cadenciosa como destino turístico en las montañas de Feldberg, enclave majestuoso para el senderismo, en las cascadas de Triberg, en la fuente de la juventud de Baden-Baden o en los bosques de hoja perenne y villas pintorescas asociadas a los cuentos de hadas de los hermanos Grimm.
Es toda la zona al sur de Stuttgart, la gran ciudad vinculada a la Selva Negra distante más de una hora por autopista, con capital en Friburgo. Una región que ensalza la belleza del arte gótico y que está poblada por campos de cereales y viñedos. Un área famosa por las rabas, el trigo y, sobre todo, la calidad de sus espárragos, según cuenta a este periódico Rafael Barquero, español a punto de jubilarse que lleva más de treinta años viviendo por aquí. «Emigré desde mi pueblo, Villanueva de la Serena, el más bonito del mundo, y aquí me he quedado».
Rafael Barquero ha acudido un día más a mostrar su ánimo a la selección española hasta el campo de entrenamiento del SV Aasen, un club de la cuarta categoría alemana cuyas instalaciones sedujeron a Jurgen Klopp y a sus equipos de referencia, el Borussia Dortmund y el Liverpool.
El camino del granjero
Frente al recinto deportivo donde la Federación Española ha montado una carpa para el trabajo de los periodistas que funciona con solvencia, hay una granja de vacas y sembrados de verdes cereales regados por la lluvia frecuente que retrata el perfil social de la zona. El ganadero trata de continuar con su labor con el tractor y tiene que bordear su casa por un estrecho camino lateral o pedir paso a los empleados municipales que custodian las instalaciones donde se prepara la selección. El campo y los animales no esperan por nadie.
Luis de la Fuente quería calma y reposo para la delegación y no cabe duda que lo ha conseguido. En el primer día de entrenamientos, una barrera y una oficial de policía escoltaban el acceso al angosto camino de los campos de fútbol. En la segunda jornada ya no había nadie, ni agente ni valla. No hay avalanchas, casi no hay ni público siguiendo a la selección. De vez en cuando algún grupo de aficionados con niños que piden autógrafos y de costumbre, Rafael Barquero, el incondicional.
«Es una zona bastante próspera –explica el extremeño–. Mi hija trabaja en Mercedes, en Stuttgart, y muchos habitantes de la región hacen lo mismo. Además hay mucha industria relacionada con los relojes y el armamento».
La prosperidad se aprecia en el nivel de las casas próximas a Donuaeschingen. Poblaciones de muy pocos habitantes como Tuningen, Brigatchal, Marbach o Bad Durrheim exhiben un poderío notable en el volumen de sus viviendas. No hay edificios, ni bloques de pisos, solo potentes edificaciones unifamiliares con garaje adherido y amplio terreno en propiedad.
La Selva Negra es zona ciclista. Hay muchísima afición a la bicicleta que se plasma en múltiples detalles. Los carriles bici llenan las ciudades, se adentran en el campo y conectan poblaciones. A diario se ven cientos de cicloturistas ataviados con sus maillots, culottes y bicis de marca recorriendo praderas y pueblos. La zona es perfecta para perderse por los bosques y los sembrados.
El sábado y el domingo pasados se celebró una carrera ciclista de aficionados que obligó a los acompañantes de la selección a adelantar su hora de llegada a Aasen para no coincidir con la prueba deportiva. La carrera pasó por delante del hotel de concentración de España y las carreteras se cortaron, obviamente, para los corredores.
Museo de Jan Ullrich
Aquí está el museo de Jan Ullrich. El ciclista germano ganó el Tour de 1997 y la Vuelta de 1999, pero terminó apestado en su país por ser el número uno de la Operación Puerto del dopaje y el dichoso Eufemiano Fuentes. Pasados los años y recibido el perdón que todo el mundo merece, Ullrich recoge un poco de calor de parte de sus paisanos. El exciclista del Telekom, que nació en la Alemania Democrática (Rostock), se educó en Friburgo. El museo abrió el 31 de mayo y se ubica en Bad Dürrheim.
La Selva Negra es el paradero del turismo alemán que no busca playa y sol en Mallorca. La cercanía con Suiza y sus montañas perpetuas, el fantástico Lago Constanza que alimenta el río Rin y conecta Alemania con Austria y el país helvético, la catedral gótica de Friburgo y su aguja de 116 metros y los mercadillos navideños confieren a la región un atractivo singular.
El hotel donde se aloja la selección enlaza con ese entorno de quietud. Está en medio de ningún sitio, ya sin el toro tópico de bienvenida, y alberga un campo de golf que circunda el alojamiento. España sueña con establecer un punto de unión entre el sosiego de cada día y la legítima ambición de dar forma al 'sueño de 45 días'.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete