Atletismo
Mario García Romo: «Irme a Estados Unidos fue la mejor decisión de mi vida»
El salmantino, flamante campeón nacional de 1.500, empieza a destacar en España tras una brillante carrera universitaria en la meca del atletismo

El móvil de Mario García Romo (Villar de Gallimazo, Salamanca, 1999) no para de echar humo desde el pasado domingo. A los mensajes y las llamadas de felicitación por su primer título nacional en el 1.500 se sumaron ayer todos los que ... quisieron celebrar con él su 23 cumpleaños. Entre tanto timbrazo sacó tiempo para atender a ABC, convertido ya en uno de los hombres de moda del atletismo español tras deslumbrar también en Estados Unidos, donde se proclamó campeón universitario de la milla y subcampeón del 1.500 a la vez que se sacaba la especialización en Bioquímica en la Universidad de Mississippi.
Nuevo campeón de España de 1.500. ¿Qué sensaciones tiene?
El día de esa final lo recordaré como uno de los mejores de mi vida. Se dieron todas las condiciones que siempre he soñado. Mi familia estaba allí, incluso mi hermano pudo pedir el día libre en el trabajo, mis compañeros, mi entrenador... Fue un día muy especial. La carrera fue impresionante y la disfruté muchísimo. Me gustan las carreras con un ritmo intenso y estuve muy cómodo. Nunca sentí que iba demasiado rápido o que iba a llegar al final sin fuerzas. Luché con todo y cuando crucé la línea de meta tuve la sensación de que había hecho todo lo posible.
¿Fue usted el primer sorprendido o confiaba en un resultado así?
No diría que fue una sorpresa, porque todo el año he estado trabajando por ese objetivo. Sí que tenía la idea de que para conseguirlo debía hacer una carrera muy buena. El día de antes mucha gente vino a decirme que podía hacerlo. Y me lo creí. Katir, Mechaal o Fontes son gente de primer nivel mundial, pero sabía que podía hacerlo.
¿Dónde nace el Mario García Romo atleta?
Hace ya mucho... Con siete años empecé en el atletismo, al principio sin entrenar mucho, pero teniendo claro que quería dedicarme a eso. En el pueblo jugaba con mis amigos a los Juegos Olímpicos. Y después, poco a poco, entrenando cada vez más pero sin quemar etapas, manteniendo un nivel de progresión hasta que con 18 años decidí irme a estudiar a Estados Unidos.
«En el pueblo jugaba a los Juegos Olímpicos con mis amigos, siempre tuve claro que quería ser atleta»
Ese viaje es crucial en su vida. ¿Cómo lo recuerda?
Fue difícil. Al principio lo peor era no poder comunicarme bien. Uno cree que sabe inglés hasta que tiene que hacerse entender o participar en conversaciones. Me costó un poco de tiempo adaptarme al estilo de vida. Pero todo es un proceso. Poco a poco fui haciendo amigos, viviendo experiencias inolvidables y sintiéndome más como en casa. Ahora creo que es la mejor decisión que he tomado en mi vida. No solo por la progresión como atleta sino también a nivel universitario. Conseguí sacarme la carrera de Química, aprender muy buen inglés y hacer relaciones que de otro modo hubiera sido imposible.
¿Qué le atraía de la carrera?
Empecé biotecnología en Salamanca, pero al trasladarme tuve que buscar la opción que más se le pareciese y me decidí por Química. Desde pequeño siempre me ha apasionado la ciencia, aprender cosas nuevas, y es a lo que me gustaría dedicarme en un futuro. También me tienta ser médico, pero son palabras mayores. Requiere muchos años y tendría que pensarlo bien.
¿Ha cogido costumbres yanquis?
Siempre se coge alguna. Lo más llamativo es que me encanta la música country. En donde vivo se lleva mucho y me he enganchado. Siempre que voy en el coche es lo que escuchó. También me dicen que he cogido un poco de acento sureño, el hablar pausado... Pero me sigo considerando muy español.
Otros atletas españoles que estudian en Estados Unidos vienen quejándose de la dificultad para ganarse una plaza en los grandes campeonatos. ¿Se ha visto en esa situación alguna vez?
De hecho, me estoy viendo ahora mismo, porque después de ganar el Campeonato de España no tengo la mínima para el Mundial. Por ranking estoy dentro de los criterios de la Federación Internacional, pero no de los que impone la Española pese a que tengo la segunda mejor marca de la temporada. Eso demuestra que algo falla y que el baremo está hecho para la gente que está en Europa y puede hacer muchos puntos compitiendo en la Diamond League y demás. Es un precio a pagar cuando vas a Estados Unidos, pero espero que el sistema se recicle en los próximos años.
¿Qué diferencia hay entre la forma de entrenar en España y Estados Unidos?
Yo creo que los atletas españoles son muy profesionales y con los medios que tienen, que no son comparables, hacen muy buen trabajo. Pero creo que la gran diferencia está en la forma de competir. En la Universidad competía cada dos semanas contra gente de todos los países de un nivel excepcional. Eso acaba haciendo que salgas más preparado en una carrera de campeonato, donde hay que tomar decisiones muy rápidas.
«En París 2024 espero mi mejor versión, siempre he soñado con llegar a una final olímpica»
En su imagen de Whatsapp aparece con su familia al completo. Eso dice mucho...
Ellos lo son todo. Mis padres son los que me llevaban a las cinco de la mañana en coche a Burgos para correr el Cross de Atapuerca, los que salían de trabajar y me acompañaban a Salamanca para entrenar, los que han corrido con todos los gastos cuando no tenía ningún apoyo... Son un pilar fundamental. Y destaco también a mi hermano Jaime. Aunque no tuvo la carrera deportiva que se merecía siempre ha estado ahí, casi como un psicólogo. Cada vez que he tenido un mal momento le llamaba y siempre me ayudaba.
Acaba de firmar con un club profesional, On Athletics, y afronta una nueva etapa muy distinta. ¿Qué le aporta este paso?
Muchísimo. Entrenaré en Colorado con Dathan Ritzenhein, uno de los mejores técnicos del mundo. Hasta ahora nunca había entrenado en altitud ni había tenido un equipo científico detrás para controlar cosas tan básicas como la dieta o las cargas de entrenamiento. Tener todo eso a mi disposición me va a permitir competir a otro nivel.
¿Y para cuándo espera su mejor versión?
Voy a decir París 2024. No quiero pensar que vayan a ser mis únicos Juegos, pero siempre he soñado con estar en una final olímpica, ganar una medalla. Intentaré tomar las mejores decisiones para llegar allí en las mejores condiciones y representar a España.
¿El atletismo le deja tiempo para otros hobbies?
Lo bueno del atletismo es que tampoco podemos entrenar mucho para evitar lesiones. Me encanta leer, intento hacerlo todos los días, y ahora que tengo amigos de todas las partes del mundo siempre guardo un rato para hablar con alguno de ellos. Soy un poco culo inquieto, y también tengo en mente aprender a tocar el piano y algún otro idioma. Siempre he tenido esa energía de aprender.
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