Velintonia, la casa de Aleixandre, sale a subasta por tercera ¿y definitiva? vez

La subasta fue publicada este sábado en el Boletín Oficial del Estado y ya figuran las condiciones para pujar en el Portal de Subastas. Estos términos son los mismos que los de las dos operaciones anteriores: el valor del chalé, ubicado en el distrito de Chamberí de Madrid, es de 4.561.750 euros, pero si la mejor oferta es igual o superior al 70 por ciento de ese valor, se adjudicará en favor del mejor postor. El futuro de Velintonia, por tanto, vale 3.193.225 euros, lo que la Comunidad de Madrid está dispuesta a ofrecer por la casa. El pasado mes de junio la región ya consignó esa cantidad en el juzgado para hacerse con la vivienda, pero Amaya Aleixandre, sobrina segunda del poeta y propietaria del 60 por ciento de Velintonia, se opuso a ello y el juez anuló la operación.

La vivienda está declarada Bien de Interés Patrimonial (BIP) por su valor cultural. Aleixandre vivió en este chalé hasta su muerte, en 1984, y allí acostumbraba a recibir a escritores. Hasta cinco generaciones de plumillas recibieron el magisterio del poeta en ese lugar. Allí fue visitado Aleixandre por los Reyes cuando le concedieron el Nobel y era centro también de tertulias. La protección BIP impide que los propietarios de la casa –los actuales o los futuros– puedan hacer reformas que impliquen modificar la fachada y otros elementos interiores. La Comunidad de Madrid tiene entre sus planes elevar la protección a la figura del Bien de Interés Cultural, que incluye más garantías para vincular la vivienda a un uso cultural.

Los ejecutantes de esta subasta son los cuatro hermanos Merlo-Usera, propietarios del 40 por ciento de la vivienda, quienes tras años de desencuentros con Amaya Aleixandre, y ante la inacción de las distintas administraciones, en el año 2020 pidieron la extinción del condominio para poder vender la casa en una subasta judicial. Este movimiento provocó que el Ministerio de Cultura (con Iceta) y la Consejería de Cultura de la Comunidad de Madrid (con Marta Rivera de la Cruz) acordaran la declaración BIP de Velintonia, pero no se pusieron de acuerdo en pujar juntos, ni separados, por la casa. La primera subasta se celebró en 2024 y quedó desierta. La Asociación de Amigos de Vicente Aleixandre (AAVA) hizo presión para que nadie pujara por la vivienda: su presidente, Alejandro Sanz, entendía que cualquier particular podía comprarla y no se garantizaba así su deseo de que se convirtiera en un centro cultural.

Las cosas cambiaron cuando se celebró la segunda subasta. Con Urtasun instalado en la plaza del Rey y Mariano de Paco al frente de la Consejería de Cultura, el consejero madrileño anunció su intención de adquirirla. Antes había propuesto que el Gobierno central comprara la casa para que la Comunidad la dotara de contenido. Urtasun no respondió a esta propuesta y De Paco optó por hacer una oferta en solitario. En lugar de pujar, esperó a que la subasta quedara desierta y ejerció su derecho de adquisición preferente depositando 3,2 millones. Amaya Aleixandre presentó un escrito oponiéndose a la adjudicación y el juez le dio la razón. La sobrina segunda del poeta, que en este procedimiento es la ejecutada, declaró a 'El País' que el Ministerio de Cultura estaba dispuesto a elevar la oferta a 3,5 millones.

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Es decir, mientras el ministerio públicamente no se postulaba a «salvar Velintonia», de puertas para adentro torpedeaba la compra por parte de la Comunidad de Madrid: una administración encareciendo una operación, pagada con dinero público, a otra administración. Velintonia ha sido uno de los desencuentros más sonados entre Urtasun y De Paco desde la llegada de Sumar al Ministerio de Cultura. Lo último que ha dicho Urtasun relacionado con Velintonia es que ambas administraciones deben abordar de manera conjunta la operación; lo hizo once meses después de que Mariano de Paco le pidiera una reunión para llegar a un acuerdo. La Comunidad de Madrid se mantiene en que pujará en solitario por Velintonia.

Con la publicación de la tercera subasta, se abre ahora un plazo de veinte días naturales para la resolución del conflicto. ¿Será la definitiva? Debería serlo. La primera vez que una administración se planteó adquirir la casa del premio Nobel fue hace tres décadas, cuando Esperanza Aguirre era concejala de Cultura en el Ayuntamiento de Madrid. En el año 2007 hubo otro intento, pero el Ministerio de Cultura, la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento de Madrid no ofrecieron más de 1,95 millones de euros. Con los herederos divididos, fue imposible llegar a un acuerdo. Desde entonces, todo han sido brindis al sol. Mientras tanto, Velintonia, la 'casa de la poesía', ha seguido deshabitada y abandonada, y deteriorándose cada vez más. El 20 de marzo, se estrenará en el Festival de Málaga el documental 'Velintonia 3', que reconstruye la memoria coral que rodea a Aleixandre a través de testimonios de algunos de los escritores que visitaron al poeta hace más de cuarenta años.