Jorge Bosch, primer actor español candidato a un Olivier: «Es un subidón ver la afición que hay en Londres por el teatro»
El intérprete ha sido nominado por su trabajo en 'Kyoto', una obra en la que se cuentan las negociaciones en la cumbre del clima
La firma del Protocolo de Kioto: 25 años de «bla, bla, bla»

«¿Levitas?» Jorge Bosch (Madrid, 1967) recibió este mensaje de una amiga actriz pocos minutos después de publicarse la noticia de su candidatura al premio Olivier de teatro en la categoría de mejor actor de reparto; la gala se celebrará el próximo 6 de ... abril en el Royal Albert Hall. Lo recuerda entre risas el intérprete al otro lado del teléfono. Y no es para menos; a Bosch le cuesta hacerse a la idea de ser el primer actor español que opta a este galardón, el más prestigioso de la escena británica: «No entraba en mi cabeza, ni en mis mejores sueños», reconoce.
Ha logrado su candidatura por su trabajo en 'Kyoto', una producción de la Royal Shakespeare Company que se estrenó en junio en el Swan Theatre de Stratford-upon-Avon (la localidad natal de William Shakespeare) y se presenta actualmente en el Soho Place de Londres, un teatro abierto hace tan solo tres años. Escrita por Joe Murphy y Joe Robertson, y dirigida por Stephen Daldry (el director de 'Billy Elliot') y Justin Martin, cuenta la historia de la cumbre del clima que llevó en 1997 a la firma del Protocolo de Kioto, en la que hubo un acuerdo internacional de los países de Naciones Unidas con el objetivo de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Bosch interpreta al argentino Raúl Estrada-Oyuela, que desempeñó un papel fundamental en la aprobación del citado protocolo.
Su candidatura ha sido la guinda a una experiencia que está siendo, dice, «brutal por todos los lados». Para empezar, por el hecho de actuar en inglés -«es mi tercer idioma»-; por trabajar con la Royal Shakespeare Company y haber tenido además la oportunidad de hacerlo en la localidad natal del dramaturgo; y por conocer de primera mano el West End londinense. «Es un subidón ver la afición que hay en esta ciudad por el teatro. Los pasillos del metro están llenos de anuncios de obras de teatro, principalmente de musicales». Admira el actor el sentido de industria que tiene el teatro británico, «¡Son muy trabajadores, ensayan más que en España!»
Y eso que Jorge Bosch estuvo a punto de no embarcarse en el proyecto. «Yo me había buscado un representante en París, porque mi segunda lengua es el francés; yo estudié en el Liceo Francés. Pero me llamó una directora de casting, Camilla-Valentine Isola -que desgraciadamente murió el mes pasado- me llamó para que hiciera una prueba para la Royal Shakespeare Company. Yo estaba en esos días ensayando 'Encuentros breves con hombres repulsivos', de Foster Wallace, con Gustavo Salmerón; y además estaba enfermo. No tenía ninguna confianza, pero Gustavo me convenció de que hiciera la prueba, que no tenía nada que perder, y él me ayudó a prepararla y a grabarla. A los cuatro días me llamaron para hacer una segunda prueba, y más tarde me preguntaron si podía ir en una semana... Yo tenía un viaje a Japón ya preparado y pagado, pero claro, lo dejé todo. Tuve unos días para cerrar la casa, dejar 'colocado' a mi perro y volar a Londres. Debutamos en Stratford-upon-Avon y me dijeron que si iba bien iríamos al West End... Y aquí estamos».
'El método Grönholm', 'Todos eran mis hijos', 'Glengarry Glen Ross', 'Luces de Bohemia', 'Espía a una mujer que se mata', 'Invencible' o la ya mencionada 'Encuentros breves con hombres repulsivos' son algunos de los trabajos teatrales que ha realizado Jorge Bosch, habitual también en la ficción española. En 'Kyoto', el actor forma parte de un elenco de catorce actores -«muu buena gente todos, no hay ninguna 'estrellita'», asegura-, lo que supone que ensayando eran veinticinco personas. «La obra cuenta cómo se fraguó el protocolo de Kyoto. Puede parecer un tema muy árido, porque está lleno de datos, de fechas y de nombres, pero los dos autores y los dos directores han tenido la habilidad de convertirlo en un thriller político apasionante, y además con mucho humor».
Cansancio mental
Y no han tenido 'piedad' con él. «Yo les pedía que no me cambiaran el texto, porque si me movían una ficha se me caía el castillo... Pero ni caso. De hecho, un día me cambiaron un poco antes de salir a escena una frase; debía decir una cita que, además, es muy conocida en Inglaterra, así que o la decía textualmente o todo el mundo se iba a dar cuenta». «El cansancio mental y físico es enorme -sigue Jorge Bosch-. Son dos horas y media de función y al actuar en inglés, y británico -yo viví un tiempo en Estados Unidos-, el nivel la concentración es todavía superior. Yo termino agotado; cuando me preguntan qué hago en mis ratos libres les digo que descansar. Es duro... pero es muy bonito, una experiencia inolvidable».
Entre las muchas satisfacciones que le está proporcionando este proyecto, hay una que el actor considera muy especial. «He podido conocer a Raúl Estrada-Oyuela, el 'héroe de Kyoto', él consiguió, con mucho trabajo, que se aprobara el protocolo. He hablado con él por teléfono y a través de videollamada. Sin tratar de imitarle, he intentado recoger su energía, su tesón, su buen humor... Le llamé cuando estrenamos y después cuando me nominaron al Olivier, y me contestó: «Pero sabes que el mérito es del personaje y no del actor, ¿verdad? Demuestra el humor que tiene. Se planteó invitarle al estreno, pero está ya mayor para viajar. En abril vendrán sus hijos a ver la función, estoy tan nervioso como ilusionado».
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