Las cartas de la madre de George Harrison que desvelan su horror por la 'Beatlemanía'

En las misivas inéditas, Louise Harrison admitía sentirse «realmente avergonzada de ser mujer» durante un concierto de los Beatles

55 años de «Help!», la historia detrás del grito de socorro contra la Beatlemanía

John Lennon y George Harrison, fotografiados por Paul McCartney Reuters

Ivannia Salazar

Corresponsal en Londres

Las sorprendentes imágenes de las fanáticas de los cuatro de Liverpool en histeria colectiva durante los conciertos de la banda no sólo han pasado a la historia sino que han sido incluso motivo de análisis debido a la magnitud de un fenómeno que tomó ... por sorpresa a sus protagonistas y a sus familias. Prueba de ello es que, horrorizada y avergonzada de ser mujer al ver las reacciones desbocadas de las fans de los Beatles, es como se sentía Louise Harrison, la madre de George Harrison, según muestran unas cartas que han visto la luz ahora y que reflejan los pensamientos de aquella mujer mientras veía como su hijo y sus compañeros en aquella aventura musical se convertían en un fenómeno de masas.

Las 25 cartas, que serán vendidas en la subasta anual de recuerdos de los Beatles, organizada durante más de treinta años por The Beatles Shop en Mathew Street y que este 2023 se llevará a cabo el próximo 26 de agosto, han pertenecido todos estos años a la familia de Janet Gray, una chica entonces adolescente con la que Louise Harrison se intercambió cartas durante tres años, entre entre 1963 y 1966.

Y es que, aunque menos conocida que las madres de Paul McCartney y John Lennon, ambas fallecidas cuando sus hijos eran aún muy jóvenes, esta dependienta de ascendencia católica irlandesa y que murió en 1970 fue un gran apoyo en la carrera del menor de sus hijos, incluso con actos tan sorprendentes como responder de su puño y letra miles y miles de cartas que las fanáticas enviaban a su casa. En aquellos años, mantuvo un vínculo especial con Gray, una joven de Crosby, también en Liverpool, a la que no sólo le contaba las aventuras y peripecias de su hijo y los otros integrantes de la banda, sino que se interesaba genuinamente por su vida, como se aprecia en los mensajes que se intercambiaron ambas.

En una carta enviada en noviembre de 1963 desde la casa de los Harrison en Mackets Lane, Woolton, Louise Harrison escribió: «Fui a Mánchester», a un concierto, «y estaba realmente disgustada por la forma en que las llamadas fanáticas gritaban durante todo el concierto de los Beatles», y añadió que «nadie con sentido común pagaría una entrada y haría cola solo para pararse en un asiento y gritar, y no escuchar un solo sonido desde el escenario». «Estaba realmente avergonzada de ser mujer», confesó entonces.

Como una hija

Pero también había espacio en sus misivas para hablar de la vida común de Janet, tan distinta a la de su hijo que estaba inmerso en plena Beatlemanía, como por ejemplo de las diferencias que la joven relataba que tenía con su propia madre. «Espero que el hecho de que te escriba no sea la causa de ningún problema en casa. Si es así, definitivamente no te escribiré más», le dijo en algún momento, temiendo que esta relación epistolar fuera motivo de conflicto en su hogar.

«Ahora, Janet, espero que recuerdes que tu madre es tu mejor amiga, incluso si no estáis de acuerdo en algunos temas», le aconsejó, antes de aseverar que «gracias a Dios me llevo bien con mis cuatro hijos y ellos entre ellos». «De todos modos, rezaré para que todo esté bien para ti en un futuro muy cercano», añadió y firmó de forma cariñosa como en las otras cartas: «Con mucho amor, Louise Harrison». En la posdata agregó que «tengo alrededor de 90 cartas aún sin abrir y cientos abiertas en espera de respuesta». También en septiembre de 1964, se alegró «de saber que tienes novio» y afirmó que estaba «muy ocupada», con al menos «tres mil cartas» pendientes de contestar.

En agosto de 1966, le contó a Gray sobre sus viajes por Europa y expresó su deseo de que «los chicos tengan una exitosa gira por Estados Unidos», donde también desataron la locura. Antes, en julio de 1964, después de que George tuviera un pequeño accidente mientras conducía su Jaguar en Londres, le contó a Janet que «gracias a Dios George no resultó herido en el accidente».

Artículo solo para suscriptores
Tu suscripción al mejor periodismo
Anual
Un año por 15€
110€ 15€ Después de 1 año, 110€/año
Mensual
5 meses por 1€/mes
10'99€ 1€ Después de 5 meses, 10,99€/mes

Renovación a precio de tarifa vigente | Cancela cuando quieras

Ver comentarios