Acusan a cuatro hombres del millonario robo de un retrete de oro en un palacio inglés
El inodoro, valorado en más de cinco millones de euros, es obra del provocador artista Maurizio Cattelan, autor del plátano en la pared pegado con cinta aislante
Un recorrido por las obras de arte más escatológicas

En septiembre de 2019, la policía británica comenzó la búsqueda de los ladrones que sustrajeron un inodoro de oro macizo, valorado en más de cinco millones de euros. El retrete fue creado por el controvertido artista plástico italiano Maurizio Cattelan y se encontraba instalado en el palacio Blenheim en Woodstock, Oxfordshire, el lugar donde nació Winston Churchill y patrimonio mundial de la Unesco. Ahora, cuatro hombres, de entre 35 y 39 años, han sido inculpados por el robo.
Los cuatro inculpados comparecerán ante el tribunal de Oxford este 28 de noviembre, según recoge AFP. James Sheen, de 39 años, ha sido acusado de robo, conspiración para trasladar bienes robados y transferencia de bienes robados. Michael Jones, de 38 años, fue acusado de robo, mientras que Fred Doe, de 35 años, y Bora Guccuk, de 39, fueron acusados de conspiración para trasladar bienes robados.
La policía británica afirmó que los ladrones habían ingresado en el palacio por la noche y salieron temprano de madrugada con el inodoro tras arrancarlo de las cañerías, lo que causó importantes daños y una inundación. El retrete formaba parte de una exposición dedicada a Cattelan y podía ser usado de forma privada por los visitantes, pero no más de tres minutos para evitar colas extensas. Más de 100.000 personas lo utilizaron durante el año en que estuvo expuesto en el museo Guggenheim de Nueva York, entre 2016 y 2017.
La obra, titulada 'América', consta de una taza con asiento y cisterna de oro de 18 quilates con la instalación sanitaria apropiada para su funcionamiento y está valorada en 5,53 millones de euros. Con ella, Cattelan, que también fue el autor del plátano pegado a la pared con cinta aislante, pretende crear sorna, escándalo, risa, crítica, indignación, sorpresa. Además de guiños artísticos al urinario de Marcel Duchamp o a las latas con excrementos de Piero Manzoni , la instalación provoca una catarata de significados que ya ha tratado la obra del artista: los excesos del mercado del arte, la desigualdad económica o el significado de la creación artística.
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