Una locomotora de vapor mítica: la primera que rompió la barrera de los 160 km/h
The Flying Scotsman, inaugurada en 1923, pasó a la historia por superar las cien millas por hora y por una gira por EE.UU. y Australia. Este año, en su centenario, puede verse en funcionamiento
La locomotora de vapor más grande del mundo que aún está operativa

Esta es una de las locomotoras de vapor más famosas del mundo, o la más famosa, según The National Railway Museum, propietario de esta máquina legendaria en la historia del ferrocarril. En cualquier caso, un símbolo, y más este año, cuando el 'escocés volador' (The Flying Scotsman) celebra su centenario (1923-2023).
La locomotora fue diseñada por el ingeniero jefe Sir Nigel Gresley y construida en Doncaster, al norte de Inglaterra. Entró en servicio el 24 de febrero de 1923. En aquel momento, The Flying Scotsman era solo otra locomotora para la línea London and North Eastern Railway (LNER). Pero cuando apareció en la Exposición del Imperio Británico en Londres en 1924, rápidamente se convirtió en una sensación.
De forma habitual esta locomotora realizó la ruta de Edimburgo a Lyndon en la línea principal de la costa este. Pero su 'vida' y su repercusión fue mucho más allá: transportó el primer servicio sin escalas de Londres a Edimburgo en 1928 (ocho horas de duración) y fue la primera en alcanzar las 100 mph (160 km/h) en 1934.
Tras ser retirada en 1963, al tiempo que la era del vapor llegaba a su fin en Reino Unido, la Scotsman se vendió a un empresario que la llevó de gira por EE. UU., a la que añadió una campana, un faro y una parrilla en su delantera. En 1988, con un nuevo propietario, recorrió Australia, donde consiguió realizar el trayecto más largo sin paradas dirigido por una locomotora de vapor: 711 kilómetros.
En 2004, con su supervivencia amenazada, una campaña pública encabezada por el The National Railway Museum en York (su actual propietario) recaudó fondos de miles de simpatizantes para realizar una restauración que costó 5,3 millones de euros. Aquella campaña demostró, según sus autores, que su recuerdo permanecía imborrable en muchos británicos. Una vez completada la restauración, volvió a mostrarse en público en 2016.



A lo largo de este año saldrá del The National Railway Museum en diversas ocasiones para celebrar su centenario, con un programa de actividades que puede seguirse aquí. Hace unos días, por ejemplo, realizó un trayecto hasta Oxenhope Station. Esta gira muestra un aspecto de su vida actual, como atracción turística, como memoria humeante de un tiempo inolvidable para los aficionados al ferrocarril.
Podría parecer que un mito tan sólido estaría ya por encima del bien y del mal. Sin embargo, recientemente se ha conocido que el Flying Scotsman podría correr el riesgo de no poder salir a las líneas ferroviarias principales debido a los nuevos reglamentos de seguridad que establecen que todos los trenes en la línea principal deben tener cierre centralizado para mejorar la seguridad. Los trenes tradicionales -como el Flying Scotsman- tienen sus puertas abiertas y cerradas individualmente con una llave de cerrojo tradicional.
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