Así es el hotel de lujo español al que van los aristócratas y millonarios más discretos
Mezcla de palacete y cortijo andaluz, rodeado de uno de los mejores campos de golf de Europa y con varios premios en su haber, Finca Cortesín, en Málaga, es su refugio favorito
El mejor hotel de lujo en España en 2020

A Finca Cortesín se llega por una carretera que sube desde la playa hacia el pueblo de Casares, situado en Málaga aunque a un paso de Sotogrande, que ya es Cádiz. Enseguida queda detrás el ajetreo de la carretera que vertebra la Costa del Sol salpicada de pueblos, hoteles, apartamentos turísticos, restaurantes y tiendas, y van recuperando su sitio la vegetación, los pájaros y la tranquilidad.
A medida que se avanza se comprueba cómo también lo están haciendo algunas grúas y urbanizaciones, montaña arriba empujadas por el renovado boom que vive la zona. Pero este resort de muros blancos y cuidados jardines se levanta allí como un oasis sin ruido ni tiempo, una construcción a medias entre palacete y cortijo andaluz en el que se refugian empresarios, directivos y millonarios de medio mundo en busca de descanso, ocio y discreción.
A Finca Cortesín van quienes buscan lujo refinado y exclusividad y rehúyen el exhibicionismo. Es uno de los hoteles más caros de España (desde 1.200 euros la noche), considerado el mejor hotel de lujo del país y uno de los mejores 30 de todo el mundo. Se distingue por las dimensiones de sus 67 exquisitas suites, luminosas y de techos altos, todas con terraza, y por las 215 hectáreas de naturaleza que ocupa.

Posee uno de los campos de golf más reputados de Europa, con las más altas distinciones por sus prestaciones y por su sostenibilidad y sede de varios campeonatos oficiales, entre ellos el torneo femenino Solheim Cup. Diseñado por el arquitecto especializado Cabell Robinson, tiene 7 kilómetros y 18 hoyos de clase mundial, lo cual, sumado al buen clima de la región durante todo el año, constituye un poderoso reclamo para los aficionados a este deporte.
En este elegante resort fundado en 2009 es frecuente encontrarse a poderosos directivos, empresarios, herederos, aristócratas y millonarios -por allí se ha visto a Vargas Llosa e Isabel Preysler, pero también a Obama- en alguna de sus piscinas, españoles, europeos y americanos principalmente. Cuenta con dos en el exterior, una de ellas olímpica -50 metros- y climatizada, y con una tercera cubierta y de agua salada ubicada dentro del spa de 2.200 metros cuadrados (con gimnasio, cabinas para tratamientos, zonas termales, productos de la marca francesa Biologique Recherche y especialidad en masaje tailandés y terapias orientales).
Su cuarto espejo de agua es infinito y está en el 'beach club', pues la playa está solo a kilómetro y medio de distancia.



Con carácter
No solo en el diseño del campo de golf hubo firmas de renombre involucradas. Mientras que la construcción fue obra de los arquitectos Roger Torras e Ignacio Sierra, las zonas comunes de Finca Cortesín constituyeron el último proyecto antes de morir en 2010 de Duarte Pinto Coelho.
El interiorista portugués no pudo resistirse a usar azulejos, pero su labor se centró en reforzar el carácter andalusí del lugar, marcado por sus dos patios centrales, su suelo de empedrado, sus fuentes, sus arcos y sus paredes encaladas. Así, el luso supo elegir una combinación atemporal de sofisticados elementos decorativos, con muebles antiguos, tapices, alfombras, cerámicas, puertas de madera tallada, arreglos florales y obras de arte.



Las hermanas Ana y Cristina Calderón trabajaron por su parte en la decoración de las suites, que tienen desde 50 hasta 180 metros cuadrados y un ambiente relajado y sofisticado a la vez marcado por tonos sobrios, exquisitos papeles pintados, nuevamente alfombras y cortinas y sus inmensos baños de mármol italiano con ducha, bañera, tocadores dobles e inodoro compartimentado.

En los proyectos posteriores al fallecimiento de Pinto Coelho le tomó el relevo el interiorista español Lorenzo Castillo, quien reforzó, como es habitual en él, los detalles más barrocos aunque bien equilibrados de color y peso en textiles, tapicerías, lámparas y antigüedades.
Por último, los exquisitos jardines del resort son obra del paisajista inglés Gerald Huggan, que ha dado prioridad a árboles, arbustos y flores de la zona.
Un resort con todo
Este resort situado a los pies de sierra Bermeja cuenta con siete villas en propiedad como alternativa de alojamiento aún más selecto y privado si cabe. Son chalés de cinco o seis dormitorios situados cerca del hotel principal. En la propiedad hay, además, otras viviendas de gran lujo de la promotora Caledonian, que acaba de anunciar el inicio de obras de Caledonian Cortesín Residences, un nuevo complejo diseñado por Marcio Kogan.
Dando un paseo por los jardines de Finca Cortesín, o a bordo de sus 'buggies', se llega a una pequeña casita dedicada exclusivamente a las clases y la práctica de yoga y meditación. Es un símbolo de lo que diferencia a este lugar de otros alojamientos de gran lujo que hay en la Costa del Sol, meca del sector en España: la calma, la privacidad y el autocuidado.
Finca Cortesín -propiedad del grupo Single Home y de un fondo indonesio- cuenta con pistas de tenis y pádel y con un edifico anexo donde hay algunas tiendas y una galería de arte.

En cuanto a gastronomía, allí está el japonés Rei con su menú gastronómico y un Don Giovanni del célebre chef italiano Andrea Tumbarello, pero en su restaurante propio, El Jardín, y en el de la piscina, bautizado Pool 35, ambos bajo la batuta del cocinero alemán Lutz Bösing, se come de maravilla, el servicio es de los que casi no quedan ya en hostelería y la bodega es de auténtico coleccionista.
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