Esta es la segunda muralla más grande del mundo (solo después de la china)
La fortaleza medieval de Kumbhalgarh, en la India, patrimonio mundial de la Unesco, tiene una muralla de 36 kilómetros
Vista de Kumbhalgarh
Las murallas forman parte de la historia del hombre desde siempre. Abrazaban castillos y ciudades para protegerse de cualquier enemigo, para hacer sentirse más fuertes a sus moradores. En España hay muchos ejemplos de pueblos y ciudades amuralladas, desde Pedraza (Segovia) a Lugo ... o Ávila, por citar solo tres ejemplos. En el mundo, la más grande es la de China , cuya longitud oficial es 21.196 kilómetros, aunque casi cada año hay nuevas investigaciones que modifican ese dato. Es una cifra en cierta forma engañosa, porque algunas partes de esa muralla se construyeron en paralelo a la antigua construcción. Además, a veces se confunde la muralla que se empezó a levantar en la época de los reinos combatientes, cuatrocientos años antes de Cristo, a la de la dinastía Ming (1368–1644), la Gran Muralla, que tiene oficialmente 8.851 km.
Sin embargo, la segunda muralla más grande construida en el planeta (entre las que se conservan actualmente) es menos conocida: forma parte del fuerte medieval de Kumbhalgarh , tiene 36 kilómetros, con entre cuatro y siete metros de espesor, y está situada en los montes Aravalli, en el actual estado de Rajastán , al oeste de la India. Esta edificación medieval fue construida en el siglo XV por el soberano de Mewar, Rana Kumbha (Maharana Kumbha), y ampliada en el XIX.
En el Rajastán se construyeron decenas de fortificaciones, algunas con hasta veinte kilómetros de circunferencia. Seis de ellas (Chittorgarh, Kumbhalgarh, Sawai Madhopur, Jhalawar, Jaipur y Jaisalmer) forman parte desde 2013 de la lista del patrimonio mundial de la Unesco . Aquellas ciudades amuralladas (o fuertes, en la expresión británica adoptada también en la India) tenían viviendas para la corte y la guardia militar, pero también grandes asentamientos urbanos, templos (en el caso de Kumbhalgarh, más de trescientos, la mayoría jainistas y el resto hindú), espacios dedicados al comercio o estructuras de recolección de agua.
Vista aérea de Kumbhalgarh
La muralla de Kumbhalgarh tiene siete puertas de acceso, con sus correspondientes torres de vigilancia. En el interior solo viven unos pocos agricultores en un entorno asombroso, desde el palacio de Badal Mahal (el Palacio de la Nube) , construido en el siglo XIX en la zona más elevada (1.100 m), a templos interesantes y bien conservados. Y, por supuesto, el famoso tanque Lakhola , que mide cinco kilómetros de largo por entre cien y doscientos metros de ancho, con una profundidad en su origen de doce metros (dieciocho posteriormente).
Kumbhalgarh también tiene otras inesperadas atracciones, como un santuario de vida silvestre -la fortaleza está en medio de un bosque- poco frecuentado que se extiende por Rajsamand, Pali y Udaipur por el que se pueden hacer safaris en jeep o rutas de senderismo para avistar animales. Y leyendas que se cuentan a los visitantes, como esa que dice que, antiguamente, las murallas estaban tan iluminadas con lámparas y antorchas , para que los campesinos pudieran trabajar durante la noche.
La romántica Udaipur
Con los lugares aquí citados se podría organizar un circuito -en algún momento, cuando sea posible- que una Udaipur (la antigua capital del reino Mewar), Ranakpur y su conjunto de templos, Kumbhalgarh y el santuario de Nathdwara. La fortaleza está a dos horas por carretera desde Udaipur y a tres desde Jodhpur , conocida como la ciudad azul.
Colmado de fortalezas en las alturas de los riscos y de palacios exóticos que parecen sacados de los cuentos de "Las mil y una noches", no existe en todo el Rajastán una ciudad más romántica que Udaipur. Fundada en 1559 por el maharajá Udai Singh, ofrece su maravilloso lago Pichola -4 km de longitud por 3 de anchura- y sus dos islas como tarjeta de presentación al visitante. En su orilla oriental, el monumental Palacio de la Ciudad , con profusión de balcones, terrazas, torres y cúpulas, amén del edificio emblemático de la ciudad, constituye el mayor conjunto palatino del Estado.