La tasa de fertilidad de Corea del Sur, la más baja del mundo, crece por primera vez en nueve años

El número promedio de hijos por mujer a lo largo de su vida reproductiva se situó el curso pasado en 0,75. En 2024 la tasa había marcado un 0,72, su octava caída consecutiva desde el 1,24 de 2015. El ligero repunte, sin embargo, queda todavía lejos del nivel de reemplazo, cifrado en 2,1 hijos por mujer. En términos comparativos, el guarismo actual apenas supone un tercio del requerido para mantener estable la población –inmigración aparte, exigua en Corea del Sur–.

Esta acusada tendencia universal, en ningún lugar tan evidente como en Corea del Sur, plantea problemáticas implicaciones para el modelo socioeconómico a medio y largo plazo, hasta el punto de que el presidente Yoon Suk-yeol –inmerso en un proceso de destitución y apartado del poder tras tratar de imponer la ley marcial a principios de diciembre– llegó a declarar una «crisis demográfica nacional». A partir de entonces, su Gobierno ha puesto en marcha varias campañas específicas, como préstamos para la adquisición de vivienda dirigidos a recién casados y padres primerizos, así como incentivos para aquellas empresas que adopten políticas de conciliación o fomenten las bajas paternales.

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La Administración, necesitada de buenas noticias, ha acudido rauda a sacar pecho ante los positivos datos difundidos hoy. Estos responden a la «rápida implementación de las medidas gubernamentales», ha asegurado la secretaria presidencial de planificación demográfica, You Hye-mi, durante una comparecencia ante medios de comunicación surcoreanos.

El portavoz de Estadísticas Corea, Park Hyun-jung, por su parte, ha destacado la consecución de «un cambio en los valores sociales, con una visión más positiva del matrimonio y la natalidad». «Es difícil determinar cuánto contribuyó cada factor al aumento de los nacimientos, pero todos ellos se influyeron mutuamente», ha añadido.

Estas explicaciones hacen referencia a la correlación entre matrimonios y nacimientos, aún más íntima si cabe en una sociedad conservadora como la surcoreana, donde el número de bodas acostumbra a predecir con uno o dos años de adelanto el rumbo de la tasa de natalidad. En ese sentido, el futuro se antoja esperanzador: los matrimonios aumentaron en 2024 un 14,9%, el mayor salto en una serie histórica que se remonta a 1970.

El pujante desempeño en el lecho marital, no obstante, sigue sobrepasado por el mortuorio. En 2024, 238.300 surcoreanos llegaron al mundo frente a los 358.400 que se fueron, lo que resulta en una mengua anual aproximada de 120.000 personas, la quinta consecutiva. La población de Corea del Sur, por tanto, se redujo ligeramente hasta 51,75 millones de habitantes, un poco más cerca de los 36,22 millones que la agencia gubernamental proyecta para 2072, salvo que las familias, y con ellas la alegría, sigan creciendo.