Las cifras ascendentes del lobo en España: crece un 26% con 370 manadas y más de 2.800 ejemplares
La Fundación Artemisan envía un informe a la Comisión Europea que actualiza los datos oficiales y concluye que la caza «no era un factor que afectara de forma negativa»
Vuelve la esperanza a los ganaderos: «La propuesta europea del lobo tiene que salir; si no, es una locura»

La población del lobo ibérico en España está en crecimiento, según un nuevo informe que actualiza las cifras de hace casi una década: son al menos 370-380 manadas, lo que supone un incremento del 26% desde el último censo nacional, ... de 2014, y una media de unos 2.800 ejemplares repartidos por el territorio, aunque mayoritariamente en Castilla y León, Galicia, Asturias y Cantabria. «Esto nos sitúa como los segundos o primeros con mayor población de Europa», dice Luis Fernando Villanueva, director de la Fundación Artemisan.
La entidad ha elaborado un nuevo informe con datos de 2019-2022 que actualizan el último censo oficial (de 2012-2014) y lo ha enviado a la Comisión Europea, después de que esta iniciara un proceso para valorar la flexibilización de la protección del cánido. La renovación de las cifras ha sido una de las peticiones recurrentes de los ganaderos y de las comunidades más afectadas por la presencia del predador. Pedían al Gobierno poder analizar la situación actual del lobo antes de prohibir su caza, pero está previsto que ese análisis se haga a posteriori y se inicie a partir del año próximo.
La Fundación Artemisan, tras analizar los datos de 12 comunidades autónomas, concluye que se han contabilizado 400 manadas en España, aunque también ve probable que entre 20 y 30 de ellas sean la misma manada, pero detectada por diferentes comunidades al moverse el predador en terrenos fronterizos. De ahí que la cifra final de manadas más probable sea de entre 370 y 380. En cualquier caso, el crecimiento es del 26% en menos de una década. «Es una barbaridad», asegura Villanueva.
El informe concluye que este incremento poblacional se produjo antes de que la protección del lobo se extendiera a todo el territorio nacional, algo que ocurrió en septiembre de 2021, por lo que «la caza no era un factor que afectara de forma negativa a sus poblaciones».
La mayor parte de lobos se concentra en las comunidades autónomas de Castilla y León, Galicia, Asturias y Cantabria, consolidando su presencia en territorios como Madrid, La Rioja y Castilla-La Mancha, y detectándose con frecuencia en Aragón, Extremadura y Cataluña, aunque no se han confirmado grupos reproductores en estas últimas.
No ha sido posible estimar la superficie total que ahora ocupan, aunque la entidad apunta a que «por la naturaleza esquiva de la especie», es probable que el lobo haya superado los 10.000 km2 en los que figuraba en el anterior censo oficial y ya se mueva también «en áreas de expansión con poca población humana y ganadería, caso de Castilla-La Mancha y Aragón».
En cambio, los ataques anuales a ganado extensivo suman más de 8.000, unos 22 ataques diarios, con 10.000 cabezas predadas, 27 al día, lo que supone un gasto anual de 3,5 millones de euros en compensación de daños y más de 4 millones de euros en medidas preventivas.
En cambio, el hostigamiento del que se lamentan los ganaderos también está teniendo repercusiones tangibles. El informe calcular que se han perdido cerca de medio millón de cabezas de ganado extensivo en las cuatro principales regiones loberas por cese de actividad. Es el 18,9% del total.
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