El Sol busca una reinvención para asentarse en la Semana Santa de Sevilla

A lo largo de este tiempo se han hecho ciertos cambios sobre el proyecto inicial de los cofrades del Plantinar, como la sustitución del palio y manto pintados por unas bambalinas bordadas en oro y un manto de terciopelo bordado en su parte delantera. No obstante, fue la llegada de la actual junta de gobierno el pasado mes de junio de 2024 el hecho que ha supuesto definitivamente el comienzo de un nuevo camino para el Sol, cuyas primeras reformas ya han visto la luz.

La última medida, aprobada en cabildo general la pasada semana, es el cambio de las túnicas de nazareno. Una modificación sustancial, ya que se pasa del característico ruan verde a un hábito de sarga en color crema, con antifaz verde también de sarga hasta la rodilla, con babero terminado en corte recto a modo de escapulario, y, eso sí, cinturón ancho de esparto.

Este cambio viene motivado por la escasez y el elevado coste del ruan verde, de tal forma que ahora mismo no puede afrontarse la confección de más túnicas. Además, algunos hermanos de la corporación del Plantinar manifestaron el pasado verano la falta de comodidad del hábito para las numerosas horas que pasa la cofradía en la calle. Con el nuevo atuendo, la corporación espera animar a más hermanos −cuenta con unos 600− a salir en un cortejo procesional que actualmente ronda los 140 integrantes vestidos de nazareno, según las últimas papeletas de sitio expedidas. El hermano mayor, José Manuel Gómez, apunta a ABC también el carácter sobrio y riguroso que se asocia al ruan, confiando en que el cambio propicie la salida de más niños.

Este año, el Sol probará un nuevo itinerario, destacando el tránsito por los Jardines de Murillo. Así, en su recorrido de ida, se tomará todo recto desde Ramón y Cajal hasta la plaza de Don Juan de Austria para cruzar al completo los jardines por el paseo de Catalina de Ribera y salir a la puerta de la Carne por Cano y Cueto, accediendo al centro por San José y Muñoz y Pabón. Más adelante, se suprimirá el paso por Entrecárceles y Granada para llegar a Tetuán por Sagasta y Jovellanos. Se buscan espacios donde la cofradía esté más arropada, evitando estampas desangeladas como las que suelen dejar las calles más amplias. El regreso se hará de forma directa al barrio, adelantándose la entrada media hora.

Lo cierto es que este debate no es nuevo, ya que la hermandad lleva años a vueltas con el recorrido sin encontrar la horma de su zapato. Han probado por San Bernardo y el puente de los Bomberos –tanto por arriba como por debajo–, por la Enramadilla y San Fernando, por el Arenal... aunque el mayor inconveniente lo tiene en que se trata de un itinerario largo dada la localización de su sede canónica, la parroquia de San Diego de Alcalá, y que sí o sí tiene que pasar por las grandes avenidas que separan su barrio del Casco Antiguo. Gómez señala que hace falta fijar un itinerario para que los hermanos se acostumbren y los sevillanos lo interioricen.

Otro de los proyectos en los que está inmersa la hermandad del Sol es la reforma del paso del Santo Cristo Varón de Dolores. En ese sentido, el palio de la la Virgen se quedará durante un tiempo tal y como está ahora mientras se acometen los trabajos de remodelación, ampliación y talla en el primer paso a cargo de José Antonio García Flores. El próximo Sábado Santo se estrenará la nueva parihuela, la talla y el estucado, quedando para los próximos años los candelabros, la imaginería y el dorado de las andas en su totalidad. Unas andas que, como valora el hermano mayor, se quedaban pequeñas para una imagen de gran tamaño como la del titular cristífero, obra de José Manuel Bonilla.

Otros aspectos, como el cambio de sede buscando el Centro, están descartados por el momento en el seno de la hermandad pese a los rumores de mudarse que han surgido recientemente dentro y fuera de la misma. El hermano mayor aclara que la corporación pretende seguir integrándose en el Plantinar pese a las palpables dificultades de crecimiento al ser un barrio dormitorio de estudiantes y trabajadores, todo ello mientras prosigue su reinvención para asentarse de forma definitiva en la Semana Santa de Sevilla.