¿Qué restos quedan del convento donde recibió culto el Cristo de San Agustín de Sevilla?

El cenobio de los agustinos ocupa gran parte de la manzana que comprenden la mencionada vía de San Alonso de Orozco, Recaredo, Luis Montoto y Amador de los Ríos. Precisamente, el edificio que aún se mantiene en pie es el refectorio y que está en la primera calle por la que pasará el Cristo ya en la noche del día 21 antes de entrar en la parroquia.

Durante muchos años, esta parte del complejo agustino ha estado gestionado por la hermandad de San Esteban y presenta pocas alteraciones con respecto a su origen, salvo algunas dependencias añadidas en el interior de la estructura original. De cara al futuro y junto al resto de los espacios, albergará un hotel de gran lujo en lugares como el claustro, la escalera principal y la zona que fue iglesia.

Precisamente, el templo fue demolido pero se hallaba en el lado de la calle Luis Montoto, junto a la Florida. Dentro de la antigua iglesia, estaba la capilla donde se encontraba la capilla con el Cristo de San Agustín al que acudió el cabildo de la ciudad en 1649 por la peste en la que murieron miles de vecinos.

Ya no queda nada de aquella iglesia que se encontraba junto a la Puerta Carmona y al lado del Acueducto del que apenas quedan restos en la calle Luis Montoto y al lado del barrio de los Pajaritos. Todo el entorno está transformado y apenas queda nada de una zona que fue recogida en grabados a lo largo de los siglos.

El claustro sí mantiene parte de su forma original y en el suelo se encuentra la portada del siglo XVI de Hernán Ruiz, arquitecto de la Giralda. El resto de espacios del convento desaparecieron o se transformaron desde la expulsión de los agustinos hasta la actualidad.

Por ejemplo, en el entorno hubo almacenes o industrias y en la actualidad, bloques de pisos o casas cuyas fachadas dan a la Ronda Histórica o a la antigua calle Oriente. Lo poco que quedó del patrimonio del convento pasó a la parroquia de San Roque en el siglo XIX, donde también fue a parar el Cristo de San Agustín.

Allí hubo intentos de creación de una cofradía y varias salidas procesionales con la antigua Virgen de Gracia y Esperanza. Sin embargo, lo que realmente fructificó fue la corporación del Nazareno y la dolorosa en 1901. Los ataques del 18 de julio del 36 destruyeron al crucificado y al resto del patrimonio que se encontraba en la iglesia y que había venido del cenobio.