Así será el dispositivo de seguridad de la Semana Santa de Sevilla: drones para controlar las bullas y menos vallas
El Ayuntamiento plantea utilizar herramientas con Inteligencia Artificial para monitorizar el flujo de personas en las zonas de especial concentración
Los drones se sumarán a las cámaras de vigilancia y a los datos que ofrecen los GPS de los móviles, manteniendo también las líneas rojas en el suelo
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La opinión de Adriano: Gran Hermano

A falta de menos de un mes para la salida de las primeras cofradías, el Ayuntamiento ultima los detalles del dispositivo de seguridad que pondrá en marcha en Semana Santa. Un despliegue para garantizar el discurrir de los cortejos, facilitar los movimientos del público ... y coordinar a los servicios implicados en esta fiesta mayor de la ciudad. Una labor que no es competencia exclusiva del Consistorio, ya que hay otras administraciones implicadas, como el Gobierno de España a través de la Policía Nacional, por eso se antoja fundamental el papel del Cecop para poner en común las responsabilidad de cada una de las partes. Este año, y tras la experiencia vivida en la Magna de diciembre, los planes apuestan por un refuerzo de la tecnología para mejorar el operativo a desarrollar.
Así, y en relación a esta Semana Santa, los planes municipales pasan por implantar varias novedades en el dispositivo de seguridad encaminadas a facilitar los desplazamientos de las personas que acuden a ver las cofradías, reduciendo al máximo el intervencionismo de las administraciones. De este modo, el gobierno de José Luis Sanz pretende continuar en la línea implantada el pasado año, en el que apostó por reducir la cifra de vallas y aforamientos y dejar que fueran los sevillanos quienes autorregularan sus movimientos. Para ello, una de las primeras medidas que se pondrán en marcha será la utilización de drones con Inteligencia Artificial con los que monitorizar en tiempo real las bullas en las zonas de especial afluencia, especialmente en días como el Domingo de Ramos o la Madrugada.
Este sistema ya se aplicó con éxito –cree el Cecop– en la procesión magna con la que se clausuró el II Congreso Internacional de Hermandades y Piedad Popular. Entonces, las autoridades utilizaron el amplio despliegue de cámaras que instaló Canal Sur Televisión para realizar la señal del recorrido, también con la presencia de drones por el entorno del río. Esta idea es el punto de partida de lo que se pretende este año, aunque hay aspectos diferentes que deben valorarse. Primero, que los itinerarios de las cofradías son mucho más amplios y eso aumenta el radio de actuación del dispositivo. Por otro lado, se trabaja a marchas forzadas para salvar uno de los principales escollos de esta propuesta, que es el hecho de que las grabaciones podrían entrar en contradicción con la Ley de Protección de Datos y, por tanto, requeriría de una autorización especial para ponerla en práctica. Y el tiempo, en este caso, juega en su contra.
Lo que ocurra finalmente debe definirse en estos días y el gobierno municipal espera tener una decisión en menos de dos semanas, tiempo que consideran suficiente para resolver la cuestión con la Subdelegación del Gobierno. Al margen de los drones, el Consistorio ha dado a conocer en la diferentes reuniones del Cecop que se reforzarán otras medidas de control de las bullas, puestas en marcha en años anteriores. Entre ellas, la utilización de los GPS de los móviles para monitorizar los flujos de personas que acuden a las procesiones, pudiendo tomar decisiones sobre la marcha en materia de seguridad en función de las zonas con mayor concentración de público. En la práctica, el uso de estos datos confiera a la administración la capacidad de modificar con celeridad los dispositivos previos, adaptándolos a la realidad de cada día. Evidentemente, en caso de algún incidente, la capacidad de reacción sería mucho más ágil que sin este tipo de herramientas.
A ello se sumarán las cámaras de videovigilancia instaladas en algunas calles y que desde hace años ofrece información real sobre la situación de las zonas de gran afluencia. Un sistema de seguridad del que se advierte a los sevillanos con una cartelería instalada en los puntos que se monitorizan, algo que principalmente sucede en zonas como el entorno del Postigo, las plazas del Salvador y del Pan, las cuestas del Rosario y el Bacalao o las calles Reyes Católicos, San Pablo o Carlos Amigos Vallejo, entre otras. Un dispositivo que cobró relevancia tras los pequeños incidentes de la Madrugada de 2017, llevando a las autoridades a extremar la precaución.
Líneas rojas en el suelo
Sí trabaja el gobierno de José Luis Sanz en su proyecto de ir eliminando poco a poco las vallas en las zonas más conflictivas de los itinerarios de las cofradías, al considerar que estos elementos representan más inconvenientes que ventajas para la movilidad. La pasada Semana Santa ya se suprimieron de algunas calles y también en la procesión de la Virgen de los Reyes del pasado agosto. Pero el Ayuntamiento sigue topándose con las reticencias de la Policía Nacional hacia esta medida, ya que consideran que siguen siendo el mejor medio para garantizar la seguridad de los cortejos y el control de los espacios conflictivos. En las diferentes reuniones que ha celebrado el Cecop se ha trabajado en este sentido, con la intención de que este año haya todavía menos vallas que en el entorno de la Carrera Oficial.
La propuesta pasa por sustituirlas por líneas de color rojo en el suelo que indiquen a las personas las zonas que pueden ocupar y las que deben dejar expeditas para los cortejos. El pasado año ya se pintaron algunas en la Cuesta del Bacalao, la calle Francos y el entorno del Salvador y, anteriormente, también se utilizaron en la calle Sierpes cuando se retiró una fila de sillas para dar amplitud a las hermandades. Las miras están puestas en las zonas calificadas como de mayor concentración de público, como el Postigo o la Cuesta del Rosario, donde en los últimos años se ha sido más flexible para no impedir el acceso total de las personas y dejar a las cofradías transitar en soledad. Por contra, la Policía Nacional ha exigido que no haya cambios en puntos como las salidas y entradas de las hermandades o los alrededores de la Plaza Virgen de los Reyes, donde sí se mantendrán las vallas.
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