Ya hemos visto 'Sueños de libertad' en Antena 3, la serie sustituta de 'Amar es para siempre', y este es nuestro veredicto
El nuevo serial de época se estrena este domingo por la noche (22.00) para después emitirse de lunes a viernes en la sobremesa (15.45)
La directora de ficción de Atresmedia, sobre el final de 'Amar es para siempre' y el reto de 'Sueños de libertad'

Termina 'Amar es para siempre', tras doce temporadas (y otras siete de 'Amar en tiempos revueltos'), y empieza 'Sueños de libertad', cuyo primer episodio, de una duración mayor que los siguientes (de 70 a 50 minutos), emite Antena 3 este domingo 25 de febrero a las 22.00 horas para, al día siguiente, pasar a la sobremesa (15.45). De lunes a viernes. Es una estrategia de programación que suele dar sus frutos. Ocurrió con 'La Promesa' (La 1). Ocurrió en su momento con 'Bandolera' (2011-13) y 'El secreto de Puente Viejo' (2011-20), en Antena 3. Así arrastra al público de una franja, otrora horario de máxima audiencia, a otra.
Ayuda que la noche dominical de Antena 3, desde hace más de tres años, esté abonada a la ficción turca, cuyos códigos lindan con el melodrama, la telenovela. Antes de 'Secretos de familia', quizás la importación otomana que más se desmarca del género, fueron 'Infiel' y 'Mi hija'. Así que no es de extrañar que 'Sueños de libertad', el relevo nacional de 'Amar es para siempre' tenga como raíz otra ficción turca, 'Fugitiva' (2018).
Cabe preguntarse qué han mantenido las guionistas responsables de la adaptación, Beatriz Duque y Verónica Viñé. Saben lo que hacen. Tienen experiencia en series diarias, como 'Seis hermanas' y 'Yo soy Bea'. El inicio de 'Sueños de libertad', un salto en el tiempo, es idéntico que el de 'Fugitiva'. Y entonces, vuelta atrás para saber cómo escala la tensión, por qué huye la protagonista de su hogar y de su marido. Si la telenovela turca transcurre en el presente, la española está ambientada a finales de los años cincuenta. Denuncian lo mismo: la violencia machista. Quizás es que la sociedad turca de ahora se parezca a la española del pasado. Pasó con 'Alba' (2021), trasvase patrio de 'Fatmagül', sobre una violación grupal a una joven.
En esta 'Sueños de libertad', como en la turca 'Fugitiva', hay también dos hermanos, Jesús y Andrés, a los que interpretan Alain Hernández (con cara de malo todo el rato) y el también bailarín Dani Tatay, al que algún espectador reconocerá por 'Acacias 38', donde hizo de cura sexy hasta que colgó el hábito; un poco 'La Señora', un poco 'El pájaro espino'. En 'Sueños de libertad' hay también un romance prohibido, imposible, entre el hermano bueno (guapo, cojo) y su cuñada, Begoña (Natalia Sánchez), en cuyo primer encuentro, o más bien desencuentro, desconocen qué les une, o sea, qué les separa.
Porque Begoña –enfermera– lleva casada seis meses con Jesús, padre de una niña. Andrés, por su parte, regresa del ejército y es recibido con honores por parte de su padre viudo (Nancho Novo) y el resto de la familia, propietaria de la fábrica de fragancias donde transcurre la acción. La vuelta del hijo pródigo, en la ficción, es más vieja que la tana y es un hilo del que siempre tirar.
Y si 'Amar es para siempre', durante 19 temporadas, ha estado contando la historia de España desde el centro; 'Sueños de libertad' se desplaza a las afueras de Toledo, a una fábrica cuyos empleados, como sucedía en 'Velvet', tienen dónde comer, dónde dormir, dónde rezar y, por supuesto, donde gastarse el sueldo. Hasta hay una cantina. Porque como en otros seriales de época, está el arriba y el abajo, una trama protagonizada por los patrones (aquí la familia está dividida por un trágico suceso del pasado) y otra, por los empleados y especialmente por las empleadas (su camaradería, sus líos de faldas) a las que interpretan Roser Tapias, Candela Cruz, Alba Brunet e Isabel Moreno.
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— Sueños De Libertad (@SuenosLibertad_) February 24, 2024
💥 MAÑANA a las 22h, Gran Estreno.
📺 Y de lunes a viernes a las 15:45h en @Antena3com.
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Hay claramente una perspectiva 'feminista' en 'Sueños de libertad' y son varias las escenas en las que sus personajes femeninos hacen ver dentro y fuera de la ficción la desigualdad que sufren –que sufrían– las mujeres de la época. Está el caso del personaje al que interpreta Carolina Lapausa ('Perdida'), una médico a la que confunden con una de las nuevas dependientas. De hecho, al principio no la contratan por ser mujer, pero un contratiempo le obliga a intervenir y demostrar su valía. A diferencia de los últimos seriales españoles, en el primer capítulo de 'Sueños de libertad' se deja caer que una de las empleadas bebe los vientos por otra. Está por ver como los guionistas desarrollan una trama bastante familiar con el género.
La nueva serie diaria de Antena 3 se distancia en forma y fondo de 'Amar es para siempre' (la iluminación, los exteriores de noche y día), pero también se aleja de 'La Promesa', con la que 'a priori' comparte muchos elementos. Puede que la carta de presentación de 'Sueños de libertad' sea demasiado conservadora (la amante del villano, el accidente del patriarca) y no tenga un giro de guion que la desmarque de otras producciones contemporáneas, incluso aquellas de 'prime time', como 'Entre tierras' (Antena 3). Sorprende, además, que la protagonista, Begoña, salga tan poco en este primer capítulo. Quizás, el gran hándicap de 'Sueños de libertad' es su propia premisa de altos vuelos, cuya mecha parece más corta que la de 'Amar es para siempre'. Aún así, sus responsables salen a jugar con el propósito de durar lo máximo posible.
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