el ángulo oscuro
Verdad, justicia y reparación
Me resulta vomitivo que el Gobierno español respalde a las hienas sanguinarias que asesinaron a nuestros compatriotas
El diablo de las armas
Políticas fracasadas
Recientemente, con ocasión del aniversario de la matanza de Atocha, el doctor Sánchez, con esa risueña amoralidad que lo caracteriza, publicaba un tuit pinturero: «Frente a la violencia y el fanatismo, verdad, justicia y reparación». Aproximadamente a la misma hora, nos llegaban noticias de ... las matanzas que las hienas sanguinarias que gobiernan en Siria estaban perpetrando impunemente contra alauitas, pero también contra drusos y cristianos.
Misteriosamente, ningún medio de cretinización de masas reparó en la aberrante paradoja de ese tuit pinturero. Las hienas sanguinarias que gobiernan en Siria han sido profusamente respaldadas por las colonias del pudridero europeo, cuyas autoridades han desfilado por Damasco, para mostrar sus respetos al caudillo de las hienas, el carnicero Al-Golami. Como ya explicamos en un artículo anterior, Al-Golami era miembro destacado de Al-Quaida en 2004, cuando se perpetró la matanza de Atocha; y posteriormente se alistó en el ISIS, llegando a liderar su sucursal en Siria, Al-Nusra, al frente de la cual ha perpetrado horrendas matanzas entre civiles indefensos de las minorías alauita, drusa y cristiana. Pues bien, este carnicero con las manos tintas en sangre, miembro destacado de la organización yihadista que asesinó a casi doscientos compatriotas, ha sido expresamente respaldado por el doctor Sánchez, que hace unas pocas semanas envió a Damasco al ministro Albares a rendirle pleitesía.
Yo también deseo «verdad, justicia y reparación» para las víctimas de la matanza de Atocha. Por eso me resulta vomitivo que el Gobierno español respalde a las hienas sanguinarias que asesinaron a nuestros compatriotas y les reconozca legitimidad. También me resulta vomitivo que, mientras estas alimañas sanguinarias perpetran sus matanzas impunemente en Siria, el Servicio Exterior de las colonias del pudridero europeo, dirigido por una tiparraca llamada Kaja Kallas, emita un comunicado en el que atribuye tales matanzas a «elementos pro-Assad», convirtiendo vilmente a las víctimas en verdugos. Y me resulta igualmente vomitivo que esta misma tiparraca haya invitado a Al-Golani a una conferencia internacional que se celebra hoy en Bruselas, para «centralizar el apoyo internacional para una transición inclusiva» en Siria. Por «transición inclusiva» deben de querer decir que Al-Golani y sus muchachos tienen licencia para matar por igual a toda minoría religiosa que se cruce en su camino, sin excluir a ninguna. Como queremos «verdad, justicia y reparación», debemos proclamarlo sin ambages: las colonias del pudridero europeo, con España a la cabeza, respaldan y protegen, encubren y blanquean a las hienas sanguinarias que perpetraron la matanza de Atocha y que hoy, fieles a su designio, diezman a las minorías religiosas en Siria. Y si a Al-Gulami y sus muchachos los llamamos hienas sanguinarias… ¿cómo debemos llamar a quienes los respaldan y protegen, encubren y blanquean?