Ángel Carromero, exmilitante del PP

Si La Cibeles hablase...

Carromero entró ayer en el desconcertante club de los políticos que afirman que no han hecho nada pero dimiten y dejan la política. Anda que si llega a hacer algo...

24/02/2022
Actualizado a las 15:40h.

Una década llevaba siendo un personaje más bien secundario, un ‘fontanerito’ cualificado en el PP de Madrid, desde que se estrenara, eso sí, con un papel protagonista en aquel trágico incidente ocurrido en Cuba que a él le llevó a una cárcel habanera y al ... opositor Oswaldo Payá a la tumba. Sus primeras declaraciones fueron al ‘Washington Post’ inmediatamente después del accidente, lo que era entrar por la puerta grande en la agenda mediática. Desde entonces, Carromero ha salido en casi todas las fotos del partido en Madrid, figurante sin frase audible en el exterior pero cuya voz parece que siempre susurraba algo entre bastidores de la primera planta de Génova, donde tiene su sede el PP de Madrid, y en el Ayuntamiento, donde entró en la era Gallardón. Y es ese silente papel el que le ha endilgado su fama de ‘intrigante’, habitante por lo general de las zonas de sombra, que desde su entorno niegan pues insisten en que se trata de un militante más. Pero ese bisbiseo ha estallado en alarido tras su presunta participación en la ‘operación Ayuso’, consistente según los expertos genoveses en evitar que llegase a presidir el partido en Madrid a través de que al ‘hermano Tomás’ le sacaran cantares de comisionista. Todo por lo bajini y a veces con cicuta. Y esa silente condición le sigue acompañando pues tanto su dimisión como su baja en la militancia del PP no fueron por él anunciadas sino a través de fuentes ‘populares’. Fuentes por aquí, fuentes por allá. Si La Cibeles hablase...