El paraíso toscano de Zelenski, Putin y el líder de los Wagner
Perseguidos y sus bienes confiscados, numerosos oligarcas rusos disfrutan de mansiones en Forte dei Marmi, localidad italiana que también ha seducido a millonarios ucranianos
Villas, yates y mansiones históricas de oligarcas rusos, incautados en Italia

Cuando estalló la guerra de Ucrania, se temió que los oligarcas rusos –y también millonarios ucranianos– se ausentaran momentáneamente de algunas de sus zonas preferidas en Italia. Pero contra las previsiones de nubarrones, rusos y ucranianos han seguido comprando o alquilando villas y frecuentando ... tiendas de lujo y restaurantes. Los rusos, sobre todo, siguen siendo los residentes más acaudalados en Forte dei Marmi, municipio costero de 7.500 habitantes de la provincia de Lucca, en la región de Toscana, a 125 kilómetros de Florencia y 370 de Roma, convertido en uno de los destinos internacionales, entre los más apreciados del mundo.
Aquí echaron raíces los rusos desde hace una veintena de años. Según algunas cifras proporcionadas en el mercado inmobiliario, al menos 2.500 de unas 7.000 mansiones de lujo o extralujo son propiedad de rusos, a menudo a través de empresas ficticias en el extranjero. Según 'Il Messaggero', hay más de 500 familias rusas que viven aquí todo el año. En Forte dei Marmi tiene su villa el golpista Yevgueni Prigozhin, jefe del grupo de mercenarios Wagner. Gracias a la Fundación anticorrupción (FBK), creada por el opositor ruso Alekséi Navalni, se conocen algunos detalles de 'Villa Arina', que está a nombre como propietaria de Ekaterina Inkina, nuera de Prigozhin. Consta de dos pisos en estilo neoclásico, de 400 metros cuadrados, con piscina y 16 hectáreas de jardín, valorada entre 3,5 y 4 millones de euros. Según la misma Fundación FBK, desde el comienzo de la guerra en Ucrania, muchos de los multimillonarios rusos se han mudado a Forte dei Marmi. Han logrado evitar las sanciones de Italia y Occidente en vigor contra Rusia y sus oligarcas.
Colonia rusa
'Villa Arina' es una mansión más de las muchas de Forte dei Marmi, localidad convertida en una colonia rusa, según destacan los medios italianos. También se ha hecho eco el 'Financial Times' en un extenso reportaje titulado: 'La mitad de la gente en Forte son turistas, la otra mitad está en el exilio'.
A diferencia de Mónaco y Porto Cervo (Costa Esmeralda, Cerdeña), el municipio toscano Forte dei Marmi tiene un aire de misterio, invadido por turistas rusos y otros personajes enigmáticos de la misma nacionalidad, con coches de seguridad privados patrullando el pueblo vacío por la noche, o guardias de traje oscuro en las puertas de las villas, equipadas con videocámaras de seguridad. Muchas de estas mansiones están inmersas en pinares tan espesos que no se ve dónde acaba una propiedad y empieza la siguiente.
Forte dei Marmi fue descubierto por artistas y escritores en el pasado, y en los últimos años han llegado oligarcas, empresarios y celebridades italianas y de otras muchas nacionalidades, entre ellos Silvio Berlusconi, Giorgio Armani o los oligarcas rusos Oleg Deripaska y Oleg Tinkov, que se rebelaron contra la guerra en Ucrania desatada por Vladímir Putin.

La concentración de multimillonarios en Forte, que ocupa sólo 9 kilómetros cuadrados, ha hecho subir los precios por las nubes. Las villas se alquilan por 400.000 euros para la temporada de verano, las habitaciones de hotel tienen un precio medio de 900 euros la noche, y una sombrilla o toldo en la playa puede costar hasta 500 euros al día. La lujosa residencia del magnate ruso-chipriota Oleg Tinkov se puede reservar por 100.000 euros a la semana o hasta un millón de euros por la temporada de verano. Gran parte de la clientela es rusa o de Europa del Este. Según los lugareños y los informes de la prensa italiana, tanto Putin como el presidente ucraniano Volodímir Zelenski actualmente tienen villas en Forte dei Marmi, aunque el Kremlin lo ha desmentido. La casa de Zelenski se encuentra en el nuevo barrio de Vittoria Apuana. 'Financial Times', en compañía de un agente inmobiliario, la describe como «relativamente modesta para los estándares de Forte, y con piscina».

Club exclusivo
La discreción que suele rodear a Forte dei Marmi es uno de los motivos para atraer a cierto tipo de personas, como los millonarios rusos o empresarios de éxito. Para ellos es como estar en un club exclusivo. Los rusos tratan de no ostentar. Incluso muchos prefieren decir que son ucranianos. El ayuntamiento de Forte destaca que residentes rusos y ucranianos conviven en paz en el municipio, subrayando que sería un error culpar a cualquier ciudadano ruso por la guerra que libra su país.
El ayuntamiento de Forte destaca que residentes rusos y ucranianos conviven en paz en el municipio
Suelen celebrar las fiestas privadas en sus mansiones. De todas formas, todo el mundo en Forte dei Marmi conoce al menos una historia sobre los rusos. Algunas, publicadas en todos los medios, son conocidas por toda Italia, como la del ruso que un día con su todoterreno atropelló a un joven en una Vespa, se bajó y le dio 10.000 euros en efectivo a cambio de su silencio. Sergio Moresco, propietario de un restaurante, cuenta una y otra vez que cuatro rusos se levantaron para pagar la cuenta y uno de ellos dejó un fajo de billetes de propina «para los camareros», en total 4.200 euros aparte del importe de la comida, y se marcharon en su lujoso Bentley.
Forte dei Marmi cuenta con 150 agencias inmobiliarias. Los detalles ofrecidos al 'Financial Times' por un agente inmobiliario dan idea sobre cómo Forte dei Marmi (la localidad toma el nombre del fuerte que se levanta en el centro de la ciudad y de los mármoles de los Alpes Apuanos, no muy lejos, que eran transportado hasta el muelle para ser embarcados), con el paso de los años ha logrado convertirse en un refugio discreto para algunas de las personas más ricas y misteriosas del mundo.
«A pensionistas italianos que llevaban 50 años de veraneo aquí les ofrecían 3 millones de euros por sus casas. Ante tales ofertas, todos vendieron»
Todas las villas del complejo 'La Rosa dei Venti' ('La Rosa de los Vientos') pertenecen a los rusos. Cuando empezaron a llegar en las últimas décadas «simplemente llamaban a la puerta de unos pensionistas italianos que llevaban 50 años de veraneo aquí y les ofrecían 3 millones de euros por sus casas. Ante tales ofertas, todos vendieron». Por eso, muchos agentes inmobiliarios argumentan que los rusos en Forte dei Marmi se comportan como «colonizadores, que quieren comprarlo todo». Un hotelero añade: «Aquí los rusos son como un elefante en la calle. Nadie puede resistirse».
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