Johnson promete seguir luchando mientras el líder laborista tacha su legislatura de «espectáculo patético»
El primer ministro británico comparece ante la Cámara de los Comunes tras las cuatro dimisiones de ministros conservadores en las últimas 24 horas
Boris Johnson ha comparecido este miércoles por la mañana ante los diputados británicos para defender su continuidad en un cargo que cada vez más pende de un hilo, tras un alud de dimisiones en protesta contra la legitimidad del controvertido primer ministro, cernido por los escándalos.
El martes por la noche, los ministros de Salud, Sajid Javid, y de Finanzas, Rishi Sunak, dos pesos pesados del Gobierno británico, anunciaron casi al mismo tiempo sus respectivas renuncias, a raíz de los incesantes escándalos que rodean a Johnson y su ejecutivo. Ambas han supuesto el golpe político más duro hasta la fecha contra Johnson, que hace un mes ya sorteó a duras penas una moción de censura impulsada por sus propios compañeros. Les siguieron una docena de otros miembros del Gobierno, de menor rango, en una sangría que continuó el miércoles con cuatro nuevas dimisiones. Entre ellas, la del ministro de Infancia y Familia, William Quince, y el de Vivienda, Stuart Andrew.
En primer lugar, el 'premier' británico respondió que lamentaba mucho el hecho de que Chris Pincher, acusado de conducta sexual inapropiada, continuara en el gobierno hasta la semana pasada. Acto seguido, se enfrentó al líder laborista Keir Starmer, quien dijo que la renuncia de los ministros era un caso de «hundimiento de barcos que huyen de la rata». Starmer, ha denunciado que los 'tories' se han convertido «en un partido corrupto que defiende lo indefendible», al tiempo que criticó a los ministros que dimitieron por no haberlo hecho antes y demostrar que carecen de «algo de integridad».
«El problema comienza arriba»
Por su parte, el exministro conservador Javid explicó que los escándalos de los últimos meses han hecho cada vez más difícil servir bajo las órdenes de Boris Johnson. «Ya es suficiente», dijo, «me da mucha pena ser testigo de cómo la próxima generación va a ver al partido conservador». «El problema comienza arriba y eso no va a cambiar», dijo Javid en clara referencia a Johnson. En la misma línea, lanzó un fulminante ataque contra el liderazgo del primer ministro británico, diciéndole tanto a él como a sus colegas de partido, que era hora de que renuncie.
Apenas unos minutos antes, un entusiasta Johnson había prometido seguir luchando en el puesto, además de confiar en poder contar todavía con el apoyo de sus parlamentarios secundarios a pesar de la oleada de renuncias y declaraciones públicas de desconfianza respecto a su liderazgo.
La jefa de prensa de Johnson también manifestó que el 'premier' impugnaría otro voto de confianza en caso de realizarse, e insistió en que la votación del mes pasado fue «clara y decisiva». Al ser preguntado sobre si el primer ministro confía en contar con el apoyo de sus diputados, simplemente respondió un rotundo: «Sí».
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