Céro: «Madrid es una ciudad que, si tienes la cabeza fría, no tiene por qué comerte»
COLONOS
En muy poco tiempo, y quizá desde antes, ha encontrado la inspiración en la ciudad. En el Retiro. Aún deja que la capital le sea gratamente abrumadora
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Céro, de nombre César, no es el típico artista urbano. Licenciado en Ciencias de la Actividad Física, con hasta tercero de Psicología cursado, está en Madrid con ese tierno afán de permanecer en la Villa. Hasta que suene la música, como la orquesta ... del Titanic. Se le pregunta, incluso, por un diagnóstico psíquico sobre la ciudad. En principio se extraña, pero luego da su veredicto.
En su habla se mezclan las sangres canarias y sevillanas, si no es la misma un poco más salpimentada de guanches, de caribes cercanos. Su vocación por la música es paralela a la vocación por la ciudad, de hecho, el tema que fue su consagración es un 'Lady MadrizZz', que no es el 'Lady Madrid' de Leiva, pero tampoco el enamorarse de una madrileña es un patrimonio exclusivo. Algo distinto. Muy distinto. Se ve identificado con el icono comercial de El Niño, algo muy de su edad. Algo muy del sur, del sur más al sur, del 'Plus Ultra', tiene cierto laconismo en las respuestas. De entrada, el poco tiempo que tiende hacia eterno que lleva en Madrid no le ha cambiado. Juventud con los pies en la tierra, que es lo recomendable.
Su 'Lady Madrid' también tiene orígenes de musa, aunque ese episodio va más allá de los asuntos que nos competen. En el árbol de los placeres de Madrid, no se ha subido Céro, aunque sabe que existe. Madrid es su caja de resonancia, pero, contrariamente a lo que reza su DNI, el 'estajanovismo' es uno de sus pilares existenciales. En no se sabe qué ambientes le dieron a entender que Madrid era una ciudad «fría», algo que en el primer encuentro con la ciudad se ha encargado de desmentir. Su rutina madrileña es cada día diferente, como diversas son las carreras que ha estudiado. Lacónico lo que quieran; pero certero adjetivando también. Sólo a Céro se le ocurre definir a Madrid, quizá la ciudad más literaria del mundo, con el adjetivo de «abrumadora». Abrumadora a la par que acogedora, si la contradicción es admisible. Ese mismo abrirse camino en la urbe lo lleva a un silencio preñado tanto de verdad como de timideces. Eso sí, nadie le quita su Retiro, donde se encuentra a sí mismo. Donde ha encontrado un lugar de soledad, de desconexión. Es y seguirá siendo viral. De ahí esos necesarios paseos.
—'Lady MadrizZz'. No le pregunto por el 'pelotazo, el suyo; sí por la génesis ¿Hubo más que la ciudad en la canción? Sea sincero, que esto es un pueblo y al final todo se sabe.
—Me dio por cantarle a una niña de Madrid.
—Le preguntaría por esa niña, pero el espacio es el que es. Cambiemos de tercio. Un 'pelotazo' en Madrid vs un 'pelotazo' en Sevilla...
—Pues si soy sincero, no lo sé. Sólo he conocido la repercusión que he tenido aquí. Hay gente que en Madrid trabaja mucho, que aporta mucho porque hay que aprovechar las oportunidades.
—¿Había venido poco?
—Sí, pero tenía buena imagen de Madrid, me parecía bonita. Yo digo que es abrumadora, pero eso es fruto de la variedad que ofrece. Tantos planes, tanta gente. Y hasta el momento no he encontrado nada que me haga decir «uff, esto de Madrid no me gusta».
—Volvemos a otro clásico que habría que tatuar en esta sección. ¿Madrid el nuevo Miami en el 'latineo'?
—En cuanto a oportunidades sí. Aquí están todos los profesionales. Antes era solo Barcelona. Aquí accedes a los mejores medios, a los que mejor hacen videos, a los mejores ingenieros de sonido.
—¿Ergo?
—Que Madrid lo tiene todo en cuanto recursos. En cuanto a gente.
—Vamos a ir a coser España; entre un madrileño y un tinerfeño de Sevilla como usted, ¿qué cosas hay en común?
—No creo que seamos tan diferentes. Fíjate, que yo, viniendo de Sevilla, me iba a encontrar una ciudad fría. Todo lo contrario.
—¿Y?
—Madrid es una ciudad que, si tienes cabeza y las ideas claras, no tiene por qué comerte. Un comentario que me ha llegado de mucha gente es el de « ten cuidado». Sí, sé que puede ser fácil que olvides el foco profesional y vayas por otros caminos.
—¿Su rutina en Madrid?
—Pues es que cada día es algo diferente. Que si estudio de grabación, que si sesión de fotos, que si rodaje de un videoclip.
—Llegó a tercero de Psicología. Piense la pregunta. ¿Qué patología tiene Madrid?
—Buah, que es complicada.
—Bueno, dígame un problema y un remedio. Como casi psicólogo.
—Pues eso, la cantidad de cosas que hay para bien o para mal.
—El remedio, insisto.
—Saber gestionar las cosas buenas.
—¿Tiene usted fecha de caducidad madrileña? No es por ser cenizo...
—No, la fecha es ilimitada. Mientras la música me lo permita...
—Veranea en Madrid. Evita los veranos de Sevilla. Pero los de Madrid son delito de lesa humanidad.
—Me han hablado mucho de ellos, son bastante complicados.
—¿Qué le evoca Atocha? La estación, me refiero.
—Me evoca a toda la gente viene a Madrid a cumplir un sueño como yo.
—¿Va cumpliendo la ciudad esos sueños?
—Sí, las cosas que consigues en Madrid, en otro sitio me llevaría el doble de tiempo o de esfuerzo. O más.
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—Y Sevilla... como el poema de Manuel Machado.
—Es ir a Sevilla y y no dejar de pensar en Madrid. De estar queriendo hacer cosas.
—Una última cuestión, ¿aquí en Madrid dice más 'quillo' o 'muyayo'?
—'Quillo', que yo en Canarias era muy chiquitito. En Canarias soy el andaluz, y en Andalucía, el canario. (Sonríe).
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