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Parricidio en Daganzo: el joven que apuñaló a su madre tiene antecedentes por vandalizar medio centenar de vehículos

El detenido, ingresado en Psiquiatría, no tiene denuncias previas por violencia doméstica y los investigadores están a la espera de los resultados de toxicología

Un joven de 24 años mata a puñaladas a su madre y hiere a su padre en Madrid tras un brote psicótico

Agentes de la Guardia Civil custodian la vivienda en la que ocurrió el parricidio De san bernardo
Carlota Barcala

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Las luces azules de más de una decena de vehículos de emergencia acabaron con la oscuridad que envolvía la pequeña calle de El Gallardo Español la madrugada de este miércoles. Unos minutos antes, los gritos de auxilio de Lorenzo asomado a la ventana de su habitación rompieron el silencio de la noche de esta zona de chalés unifamiliares de la localidad de Daganzo de Arriba, al noreste de la Comunidad de Madrid. «Policía» fue lo único que pudo decir, como una súplica, tras ser atacado en el abdomen con un arma blanca que blandía Lucas, su único hijo, de 24 años.

Entre las cuatro paredes del número 1 se acababa de desatar la tragedia: el joven había agredido a su madre, asestándole ocho puñaladas, la mayoría de ellas en la espalda, al sufrir, según se investiga, un brote psicótico. Fue una vecina, al escuchar los ruegos de Lorenzo, la que dio la voz de alarma a la Policía Local.

Los agentes se personaron en el enclave diez minutos antes de que el reloj marcase las dos de la madrugada y fue, precisamente, Lorenzo, herido tras intentar detener a su hijo y sufriendo una crisis de ansiedad, el que les abrió la puerta. En ese momento, reveló lo que había pasado en la planta alta de la vivienda: Lucas había matado a Marivi, de 56 años, que yacía en el suelo del dormitorio.

Inmediatamente, se desplazaron varias dotaciones de Summa 112, así como agentes de la Guardia Civil, que se han hecho cargo de la investigación del homicidio. Los sanitarios no pudieron hacer nada por la vida de la mujer, que recibió ocho cuchilladas en el tronco y la espalda, causándole la muerte casi al instante. En otra habitación de la casa hallaron al presunto parricida, manchado de sangre, y todavía sujetando el cuchillo de cocina que había empleado. Tenía cortes en las manos y fue evacuado al Hospital Gregorio Marañón, donde le curaron las heridas. Horas más tarde, tal y como confirmaron fuentes de la Guardia Civil, fue ingresado en el área de Psiquiatría del centro, donde permanece arrestado y bajo custodia policial. A última hora de la tarde, todavía no se le había podido tomar declaración.

Al padre, de 69 años, por su parte, lo trasladaron al Hospital de Torrejón de Ardoz a consecuencia de la crisis de ansiedad sufrida y el corte en el abdomen, pero ha recibido el alta, ya que la puñalada fue superficial y no revistió gravedad. En 'shock', no fue capaz de hablar con los agentes y dar su versión, pero su testimonio será crucial para saber qué pasó en el interior del número 1 de la calle de El Gallardo Español y qué desencadenó el ataque, aunque todo indica que estaría relacionado con la supuesta enfermedad mental que padece el hijo.

Fuentes de la Guardia Civil han confirmado a este diario que no constan denuncias previas por violencia doméstica, aunque Lucas sí tenía antecedentes, pero por daños: el año pasado, una noche, vandalizó más de cuarenta coches en el centro de la localidad. Los fue rayando, uno a uno, con una llave. Además, se encontraba en tratamiento. Los agentes están a la espera de recibir los partes médicos del hospital y del centro de salud para saber con exactitud qué enfermedad o trastorno mental padece y cuándo le pautaron el tratamiento.

Discusión previa

Al joven también se le ha realizado un análisis de toxicología para saber si las horas previas al crimen había consumido algún tipo de sustancias estupefacientes. Ese puede haber sido uno de los desencadenantes de la violencia con la que atacó a la madre y cometió el homicidio. También se trata de dilucidar si lo que le provocó la agresividad fue dejar de tomarse la medicación y si antes del crimen se desató una pelea o discusión o, por el contrario, si apuñaló a Marivi mientras ella dormía y en pleno brote psicótico. Son las preguntas sin respuesta a las que solo Lucas y Lorenzo podrán responder para arrojar algo de luz a la agresión.

En Daganzo de Arriba, un pueblo de 10.650 habitantes, esta mañana todo era incredulidad y consternación. El ayuntamiento ha decretado tres días de luto y no quisieron hacer declaraciones al haber una investigación abierta y «estar en mano de las autoridades pertinentes». En el vecindario, fueron pocos los que quisieron hablar, todavía sin salir del asombro. La familia llevaba 16 años residiendo en el lugar, justo desde que se construyeron los chalés adosados, ayer todos ellos con las ventanas cerradas y las persianas bajadas.

«Lorenzo era un hombre tranquilo, le encantaba hablar de fútbol y todos los días lo veíamos salir a andar. Andaba muy lento, lo operaron hace un año de la cadera, y el hijo iba muchos días con él. También al polideportivo que tienen al lado de la casa, de hecho este martes por la tarde estuvo allí haciendo bicicleta», aseguraron los moradores de la pequeña calle, de no más de 100 metros, todavía sin haber digerido la fatídica noticia.

«Que era algo grave, sí, por la cantidad de coches de Policía y ambulancias que vinieron, ¿pero cómo íbamos a imaginar que la había matado? Nunca había dado problemas, al menos en esta calle, aunque es cierto que no teníamos relación con ellos, más allá de un 'hola' y 'adiós' cortés. Algo así nunca lo vas a pensar», añadieron, tras ser preguntados por los altercados que Lucas tuvo en el municipio.

Agentes de la Guardia Civil custodiaron durante toda la jornada la vivienda, con las entradas precintadas, tras realizar el levantamiento del cadáver. Lucas permanece ingresado, por lo que parece, tras un ataque no planificado a sus padres, motivado, según las fuentes consultadas, o bien por el consumo de sustancias estupefacientes o bien por un presunto trastorno mental. «¿Qué va a ser ahora de Lorenzo? La mujer, fallecida y el hijo, que la mató, ingresado... Pocas cosas son más duras que un caso así», se preguntaban, con pesar, en la cafetería del polideportivo que todos los días visitaba el matrimonio. Daganzo de Arriba está de luto, tras el primer parricidio del año en Madrid.

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