Huida fatal en un coche robado: 900 metros y un inocente muerto en Villaverde
Un trabajador del Metro falleció ayer tras chocar con un turismo al que perseguía la Policía en Villaverde
El hijo del trabajador de 63 años: «Tres delincuentes lo han matado»
«Siempre se llevan al que menos culpa tiene». Era la frase que más se repetía en las calles cercanas al accidente que se llevó la vida de un trabajador del Metro de Madrid. En efecto, el hombre, de 63 años, sólo tuvo la 'culpa' de estar en el peor lugar posible la mañana del viernes. Eran las 05.48 horas, y se pegó el madrugón de todos los días para ir a trabajar. Conducía por la calle de la Acebeda, en Villaverde Alto, cuando un coche atravesó la mediana, invadió el carril contrario y chocó frontalmente contra su pequeño vehículo. Ahí acabó la persecución de 900 metros, desde la discoteca Mónaco, de tres delincuentes a la fuga que iban en un turismo robado. Los tres salieron prácticamente indemnes, pero el empleado público no resistió.
En el lugar, horas después de la tragedia, la imagen es luctuosa. Trabajadores municipales recogen los restos de los vehículos accidentados y agentes de la Policía Municipal de la Comisaría Judicial de Tráfico investigan lo ocurrido. La reconstrucción del siniestro fatal conduce inevitablemente a la discoteca Mónaco, una sala de baile entre naves industriales en la avenida Real de Pinto, a 900 metros de donde acabó la huida.
En pleno polígono industrial de Villaverde y cerca de la Colonia Marconi, el local de ocio nocturno recibe quejas de los negocios vecinos por la clientela que a menudo frecuenta la discoteca. «Hay gente hasta las seis, siete, ocho de la mañana, todos los días; venimos a trabajar y nos los encontramos», explican a ABC. No están sorprendidos de que el rastro de la persecución lleve hasta Mónaco: «Ahí pasa de todo; ha habido hasta tiros», comenta el trabajador de una de las naves que comparte callejón con la discoteca. Hace un año, afirman, un disparo rompió la cristalera de un local cercano: «El portero usa un detector de metales para que dejen las armas en la puerta».
Allí, en las inmediaciones de la sala, en la rotonda de la avenida Real de Pinto, con las calles de San Norberto y Valle de Tobalina, un indicativo de la Policía Nacional detectó la actitud sospechosa de los ocupantes de un coche negro, marca DS, robado minutos antes en las proximidades de la discoteca. El conductor del turismo, un joven marroquí de 24 años, nacionalizado español, emprendió la fuga junto con el resto de acompañantes, españoles de 19 y 23 años.
Calle arriba a toda velocidad
Al volante del coche robado, el fugitivo subió calle arriba, por Valle de Tobalina, a toda velocidad. La calle limita con las vías del tren. Junto a la estación se asientan decenas de toxicómanos, algunos entre cartones o tiendas de campaña y, otros, a la sombra de la entrada a la parada de Villaverde Alto. Según se avanza por Valle de Tobalina, incluso desde muy temprano, se puede ver como las prostitutas esperan para subirse a algún vehículo. «No hay tanta prostitución como antes», aclara un trabajador del Grupo Eulen, «porque se están construyendo muchas naves».
El peligro, en este tipo de vías industriales, son los vehículos que circulan a la carrera. Hay coches aparcados en doble fila y «los yonquis cruzan la calle desde la estación sin mirar; van como zombis y no se enteran», añade el obrero. Por ahí siguieron los tres delincuentes hasta llegar a una rotonda, amplia, pero que se estrecha y se divide en dos carriles separados por una isleta al llegar a la calle de la Acebeda, ya en el polígono de El Gato.
Eran las 05.48 horas y el empleado del Metro de Madrid se dirigía a su puesto de trabajo. El hombre circulaba por su carril hasta que, junto a una gasolinera que hace esquina con la calle del Valle de Tobalina, el piloto del turismo robado perdió el control del vehículo, se llevó por delante un árbol de la mediana y chocó de lleno contra el pequeño Kia del hombre inocente. El coche quedó destrozado. Bomberos del Ayuntamiento de Madrid le rescataron y comenzaron las maniobras de reanimación cardio pulmonar (RCP) hasta la llegada de sanitarios de Samur-Protección Civil. Tras 45 minutos de maniobras, a las 6.40 horas, los facultativos confirmaron su fallecimiento.
Los tres delincuentes, por su parte, resultaron heridos leves. Trataron de resistirse al arresto y llegaron a agredir a un policía nacional, al que fracturaron un dedo. Los tres están detenidos e investigados por delitos contra la seguridad del tráfico, homicidio, sustracción de vehículo y atentado a agente de la autoridad.
Mi padre, con 63 años, se ha pegado el madrugón como todos los días para currar y sacar su familia adelante.
— Josema Villaverde (@Josema_HNV) June 23, 2023
3 delincuentes lo han matado.
Descansa en paz, papá. ❤️🌹 https://t.co/cOMPYDtSaf
En redes sociales, el hijo de la víctima, Josema, trasladó su dolor: «Mi padre, con 63 años, se ha pegado el madrugón como todos los días para currar y sacar su familia adelante. Tres delincuentes lo han matado. Descansa en paz, papá».
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