Sánchez quiere crear una red de medios por si se va a la oposición

La primera, que el silencio del presidente en sede parlamentaria da alas a quienes denuncian su injerencia en uno de los principales grupos de comunicación de España. Un término al que incluso ese grupo ha dado carta de naturaleza. La segunda, que no hay una defensa cerrada en público del anterior jefe del Gabinete de la Presidencia y hoy ministro de Transformación Digital, además de nuevo líder del PSOE de Madrid, Óscar López, en el ojo del huracán de la polémica por su reciente reunión en París con el presidente de Telefónica, Marc Murtra, y con el consejero delegado de Vivendi, Arnaud Puyfontaine, con la supuesta intención, según un diario francés, de intentar un golpe de mano en el Consejo de Prisa, donde la compañía francesa de telecomunicaciones tiene un importante paquete accionarial.

El propio López ha desmentido cualquier maniobra en ese sentido de manera tajante, calificando de «bulo» lo publicado y ateniéndose a que, como responsable de su cartera, se reúne habitualmente con directivos de distintas empresas de medios de comunicación. Y desde Moncloa la indignación es máxima con Feijóo por haber llevado este asunto a la sesión de control semanal al Ejecutivo, ignorando asuntos clave de la actualidad como la guerra en Ucrania, el aumento del gasto en defensa que esta misma semana se ha debatido en el Consejo Europeo o el decreto aprobado el martes por el Consejo de Ministros para reformar la ley de extranjería y repartir entre las distintas comunidades autónomas a los más de cuatro mil menores inmigrantes no acompañados que permanecen desde el año pasado en las Islas Canarias.

Noticia Relacionada

La Audiencia de Badajoz avala que la juez investigue la contratación del asesor que llamaba «hermanito» a David Sánchez

Carmen Lucas-Torres

El hermano del presidente del Gobierno recurrió en apelación la decisión de la juez de requerir la documentación de Luis Carrero

Pero la ofensiva del Partido Popular (PP) no ha terminado, pues su grupo parlamentario ya ha solicitado la comparecencia en la Cámara Baja tanto de López como del presidente de Telefónica. La designación de Murtra en sustitución de José María Álvarez-Pallete está conllevando nombramientos en la compañía de clara inspiración socialista, en los que se adivina la mano de José Luis Rodríguez Zapatero, cuya influencia sobre Moncloa es una certeza desde al menos hace dos años. El propio expresidente del Gobierno asumió la designación de Murtra como algo atribuible al PSOE en el reciente congreso de los socialistas de Madrid celebrado hace un mes en Leganés, precisamente el cónclave regional que encumbró a López como nuevo líder de la federación en sustitución del senador Juan Lobato. Poco después, a principios de este mes, se produjo el nombramiento como nuevo presidente de Movistar + de Javier de Paz. Este viejo conocido de la afición es un hombre de la absoluta confianza de Zapatero y de estrecha vinculación al PSOE, cuyas juventudes lideró en los años ochenta después de un fugaz paso por la Facultad de Derecho, donde no superó el primer curso. Su poder sobre los contenidos de la plataforma que un gran número de españoles tienen en sus hogares, atraídos tanto por la oferta combinada de ADSL como por los contenidos deportivos y de ficción, es una pista más sobre los planes audiovisuales de Moncloa y Ferraz. O mas bien por la obsesión, según late cada vez más fuerte en el ámbito del PSOE, por tener canales afines, convencidos como están de que el actual panorama de los medios audiovisuales está muy claramente inclinado hacia la derecha.

Aunque contra lo que pudiera parecer a primera vista, esta estrategia no tiene tanto que ver con el actual desempeño de Gobierno, donde Radio Televisión Española (RTVE) ejerce un importante contrapeso, y afronta desde hace meses una nueva etapa con un consejo de administración elegido por primera vez sin el consenso de la oposición, gracias a una rebaja de las mayorías para su elección impulsada, precisamente, por el ministro López, y que ha sentado en ese órgano de control a personas tan próximas como la ex jefa de prensa del ministro de la Presidencia y Justicia, Félix Bolaños, una persona carente de experiencia en los medios de comunicación. No, lo que Sánchez podría tener en mente, más bien, es afrontar un eventual futuro próximo del PSOE en la oposición a un gobierno de la derecha, posiblemente de coalición entre el PP y Vox, como no se cansa de denunciar el líder socialista. Ante ese escenario, la psique interna de Sánchez, un líder hondamente marcado por su destierro político de 2016, cuando se vio obligado a abandonar la secretaría general del partido, a la que volvió un año después tras derrotar en las primarias a Susana Díaz, juega un papel esencial. En aquella ocasión, como él y varios de sus colaboradores han relatado todos estos años, se vio solo, muy solo, también en el ámbito mediático. Incluso por parte de medios ideológicamente próximos. Y la pretensión ahora es no repetir esa experiencia, lo que abre la puerta, por otro lado, a que Sánchez, si unas futuras elecciones le desalojan del poder, no abandone al menos inmediatamente el puesto de mando en Ferraz. En ese contexto es donde surge la iniciativa de una nueva televisión que iba a impulsar Prisa y que Oughourlian abortó de manera inesperada y por un llamativo procedimiento. Tuvo que acudir a 'Expansión', el diario salmón de la competencia (Prisa edita 'Cinco Días') para señalar la inviabilidad económica del proyecto e incluso la obsolescencia de poner en circulación un canal de TDT en un momento de fuerte cambio en los modos de consumo de la televisión. La televisión llamada tradicional pierde a borbotones seguidores en los segmentos jóvenes de la población, mientras que se mantienen más fieles a ella los de los jubilados, donde el PSOE tiene buena parte de su granero electoral, como también el PP. En el proyecto trabajaba con especial intensidad como director de contenidos de Prisa Media, José Miguel Contreras, otro viejo conocido de la afición, persona muy próxima a Zapatero y fundador durante su mandato de La Sexta, además de consejero aúlico de Sánchez.

En paralelo a todo esto, y como si de un plan de contingencia más se tratase, el departamento de comunicación del PSOE, con Ion Antolín al mando, ha emprendido su propio proyecto audiovisual, PSOEPlay. Una iniciativa que parece inspirada en las tesis del exlíder de Podemos y exvicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, de que los partidos políticos tengan una importante pata audiovisual. La sala de prensa de Ferraz se ha remozado en las últimas semanas hasta casi convertirse en un plató de televisión al uso. Allí las ruedas de prensa de la portavoz de la Ejecutiva Federal, Esther Peña, se ilustran ahora con imágenes y gráficos de fondo, como si de un espacio televisivo se tratase. Y es donde se graba un programa semanal, Zona Roja, que se emite a través de YouTube y adonde acuden como entrevistados ministros (los últimos López y el titular de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares) y donde algunas figuras emergentes del partido, como la concejal por Madrid Enma López, tienen ya secciones fijas dedicadas a defender la gestión socialista.

El Gobierno está convencido de que el frente mediático que observa en su contra es incluso más eficaz que el de la oposición política, y trabaja en revertir esa situación. Aunque por el camino parece haberse encontrado el escollo de un importante empresario de los medios.