El obelisco de Calatrava no entusiasma

Cuando esté terminado medirá casi100 metros de alto y recreará un movimiento ondulante que, se supone, habrá de deleitar a los madrileños. Hablamos del llamado Obelisco de la Caja. Si viven en Madrid, seguro que han reparado en él. Es un gran monolito que se eleva en el centro de la plaza de Castilla.

El monolito es el regalo que Caja Madrid, hoy en boca de todos, hace a la ciudad de Madrid, con motivo del tercer centenario de la entidad financiera y es obra del reputado arquitecto Santiago Calatrava. En el día en el que el alcalde de la ciudad, Alberto Ruiz-Gallardón, presentó el monumento, dijo que «el obelisco es el exponente de cómo queremos construir en Madrid». Aunque la obra todavía no ha concluido, parecen bastantes los madrileños que no comparten el entusiasmo de su munícipe respecto a una torre que no todos entienden. El proyecto es el primero que lleva a cabo el prestigioso arquitecto valenciano en la capital de España. El monolito se construye con acero, bronce y doce anillos que girarán en torno a un tubo central. La idea es ambiciosa. El problema es que a muchos de los que tranistan por la zona les gustaba más la fuente que había antes y recelan de la nueva estructura. Aunque también hay quien dice que «la plaza es tan fea que lo único que se puede hacer para arreglarla es demolerla entera». Quizá cuando esté concluida, la construcción sí entusiasma a aquellos a quienes se lo regalaron, a los vecinos de Madrid.